Texto por: Stefanny Gutiérrez Duque.
Fotografías por: Andrés C. Valencia.
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Colombia es tierra de deportistas. Pero no solamente por quienes figuran en los más patrocinados y mediáticos certámenes deportivos, sino por quienes depositan su pasión, disciplina y dedicación en cualquier deporte aunque no sean visibilizados por los medios levantando una copa o parados en un podio. Existe toda una gama de deportes alternativos y no convencionales que se han venido fortaleciendo en las ciudades colombianas con el paso de los años, un ejemplo de esto es el BMX.
Muchos de quienes practican este deporte actualmente han aprendido empíricamente, con videos de competencias de otros países y, claro, la enseñanza de quienes llevan años haciéndolo. Fue así que este deporte llegó a Manizales hace algunas décadas con la promesa de crecer y convertir la bicicleta en una aliada de la adrenalina.
Pedro Aristizábal se enamoró de rodar en bicicleta a los 14 años, luego de viajar a Bogotá y aprender en la escena del BMX de la capital, regresó a Manizales trayendo toda su experiencia y conocimientos. Cuenta que un día, uno de sus amigos lo llevó a La Ardilla, la cual entonces estaba conformada por unos cuantos «morros» para saltar.
«Me dijo: Pedro, vea, nosotros por allí arriba tenemos unos morritos chiquiticos para que usted los vea y nos enseñe a saltar y a hacer Dirt, nosotros queremos aprender a saltar».
Esto fue en el 2005 y, a partir de ahí, Pedro y algunos amigos más comenzaron un trabajo de varios años que edificó poco a poco la escena del BMX en Manizales, la cual hoy asciende a más de 180 riders que siguen pedaleando y saltando obstáculos para conseguir el reconocimiento en un campo tan difícil y subestimado en Colombia como lo son los deportes extremos y no convencionales.
No cualquiera se dedica a este deporte, para lograrse un lugar en la escena del BMX se requieren disciplina, práctica y recursos, pues «este país lastimosamente solo tiene visión para los deportes convencionales», así lo afirma Julian González, deportista de BMX freestyle desde hace más de 20 años, instructor de este deporte e ingeniero.
Para Julián, este deporte va a la par de su vida profesional, en ambos campos ha depositado su pasión y dedicación, afrontando con tenacidad las caídas que muchas veces han terminado en lesiones graves.
«Caída tras caída, lesión tras lesión, yo sigo con más fuerza en este deporte».
Pedro y Julián representan la primera generación de deportistas de BMX en Manizales, quienes comenzaron a forjar poco a poco esta escena deportiva en la ciudad. El primer lugar que acogió a estos riders fue La Ardilla, pista que levantaron a punta de pala y pica durante varios años.
La Ardilla
«A punta de pala y pica comenzamos a hacer la pista. Comenzamos a subir los morros con costalados de tierra… a puro costal».
Diariamente por al menos 16 años decenas de riders frecuentaron la pista hasta que en agosto del año pasado (2019), La Ardilla murió. Con la excusa de que se iba a edificar en el terreno, máquinas aplanadoras destruyeron los montículos que le daban vida a esta pista, todo ante los lamentos de los pocos bikers que asistieron al funeral.
«Para todos los bikers de la ciudad ese era un santuario» afirma Pedro.
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Cristian David Escobar, conocido como Garret, es estudiante de Lenguas Modernas de la Universidad de Caldas, actualmente está por graduarse y practica BMX free style hace aproximadamente 11 años. Gracias a su gran recorrido en las pistas para deportes en bicicleta, Garret es a quien llaman de diferentes partes de la región para mejorar las pistas. Cuenta que su pasión por la bicicleta viene desde pequeño y apoyada por su padre, quien practica ciclismo de ruta. Así comenzó a practicar en varios sitios de la ciudad de Manizales hasta llegar a La Ardilla, en donde practicó desde el 2009 aproximadamente.
«Me llamó la atención la sensación de volar, la capacidad de… desafiar la gravedad, la velocidad, la adrenalina y obviamente la belleza de los trucos de BMX. El cuerpo humano logra hacer unos movimientos increíbles en una bicicleta».
Fue precisamente Garret uno de los presentes durante la destrucción de La Ardilla, afirma que «fue un golpe muy bajo para todos, no solo para mí sino para toda la escena». Fue tan duro este golpe que tuvieron que actuar rápido para encontrar un nuevo sitio.
Ardi – Home
En el mundo del BMX, las caídas no son un motivo para abandonar el deporte; dolores, lesiones y fracturas son sanados con el tiempo y las ganas de adrenalina. Ante el duro golpe que representó la caída de La Ardilla, los riders actuaron rápido, trasladaron su legado a otra parte de la ciudad y decidieron ponerle la cara al reto de tener una nueva pista que reuniera todos los deportes en bicicleta. Fue así como, gracias a la gestión del Club Rodando Extremo y el apoyo de la Secretaría del Deporte de Manizales, estos deportistas lograron establecerse en este lugar.
«Fue tan grave que se tuvo que solucionar algo rápido y conseguir este espacio porque a La Ardilla no íbamos simplemente dos o tres, íbamos más de 100 personas, y eso se refleja acá», cuanta Garret.
Gracias a la gestión de Julián Martínez (del Club Rodando Extremo) y los pioneros de este deporte en Manizales, entre los que se encuentra Pedro, hoy la nueva generación de riders, representada por Garret, se apropia legalmente de la pista bautizada como Ardi-home, pues está ubicada junto a Home Center.
La escena de los deportes en bicicleta se fortalece cada vez más en Manizales. Pero el camino es largo, para profesionalizar este deporte y tener más oportunidades de que quienes lo practican puedan conseguir los recursos y patrocinios para incursionar en campeonatos tanto nacionales como internacionales y hacer de él su carrera, se requieren recursos, pistas profesionales y mayor visibilización. Este es el objetivo al que estos deportistas y gestores seguirán apuntando.