Columna de opinión por: Jonny Carvajal
Frente al aislamiento y distanciamiento social que hemos experimentado los últimos días debido a la situación actual de salud pública a causa del Coronavirus (Covid-19), existe la posibilidad de contemplar la proximidad a través de plataformas virtuales que nos permitan un encuentro, a pesar de la distancia, con diversas formas de manifestación artística.
Para los artistas y creadores, quienes enfrentan actualmente una de sus mayores crisis (que también atraviesan otras áreas laborales), el considerar el escenario virtual como una plataforma para difundir, promocionar, presentar sus trabajos, o, simplemente, generar un encuentro virtual donde se dé la comunión público-espectador, no parece ser una idea tan descabellada. Tal es el caso de la Orquesta Sinfónica de Berlín, la banda Vox Livehouse o artístas locales como Nauj Project bajo la campaña #quedateencasa; sin mencionar los múltiples festivales musicales online que se han llevado a cabo en los últimos días en Colombia.
Esto puede convertirse en una alternativa para el sector cultural, ya que debido a la rápida propagación del virus y a las medidas tomadas, los agentes del sector artístico que dependen de la relación público-espectador se han visto afectados por razones como: la reducción de sus ganancias y utilidades económicas al ser la actividad artística su principal fuente de ingresos, la cancelación y suspensión de actividades artísticas y eventos culturales, la suspensión del pago de la seguridad social y demás aportes parafiscales, las pérdidas asociadas a las inversiones realizadas para presentaciones, toques, temporadas y demás, el retiro obligatorio de escenarios móviles instalados por artistas nómadas y viajeros, en su mayoría artistas circenses, etc.
Entonces, presenciar una obra de teatro de manera virtual, asistir a un concierto o toque a través de la pantalla o acudir a una exposición artística a través de la herramienta live son posibles escenarios a los que podemos concurrir desde el confinamiento en nuestras casas; pues este último se ha convertido en la única alternativa que nos permitirá afrontar la crisis sanitaria y un posible colapso en nuestro sistema de salud.
Sin embargo, cabe entrever una perspectiva incierta para muchos artistas que nos conduce a reflexionar: ¿contamos con plataformas para llevar a cabo estos procesos?, ¿estamos capacitados como artistas para emprender estas iniciativas?, ¿estamos dispuestos, como espectadores-consumidores, a acudir a estos encuentros virtuales que nos acercan a una experiencia artística a través de la pantalla? Dada la demanda actual de espectadores virtuales, sí, reafirmo la posibilidad de emprender estas iniciativas.
Surge, entonces, la necesidad por parte de agentes del sector artístico de aprovechar las herramientas tecnológicas y usarlas a su favor, de hacerlas parte de su oficio sin esperar a que se desate una pandemia, de incorporar el arte y sus múltiples formas de manifestación en las plataformas digitales, llegando a diferentes públicos y a otras localidades.
Son las exigencias y necesidades del ahora que se convertirán en posibles oportunidades del mañana.
Igualmente, es importante reconocer que el arte nos ha servido para dar testimonio de lo que sucede en nuestro entorno, convirtiéndose en un elemento importante dentro de nuestra sociedad por su función contemplativa, inspiradora, reflexiva e instigadora. De esta manera, considero vital recalcar su papel en tiempos de crisis, mostrando su humanidad, su capacidad de acercamiento entre personas y su inigualable virtud como un vehículo de expresión colectivo, aún en la distancia.
Si bien la comunión público-espectador es relevante en el hecho artístico, debemos considerar que la tecnología se ha logrado posicionar en los hábitos y en la cotidianidad de las personas, posibilitando que la mente de las personas se desplace hacia diferentes espacios sin la necesidad de un desplazamiento corporal.
Hay que aprovechar los elementos, las herramientas y la inmersión tecnológica a favor del arte. ¿Cómo? considérenlo ustedes.
¡Ah! Y no olvidemos una valiosa profecía de los “Nostradamus” de nuestra época, Los Simpson: El negocio del futuro está en internet.
Algunos eventos y plataformas sugeridos:
Cuarentena Fest/Concierto (16 al 27 de marzo).
Instragram: @cuarentenafest
Teatroteca/Teatro (Obras de teatro online)
Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá (Recorrido 360°)
