Texto por: Antonia Montoya Castaño
Fotografías por: Lania Lex
“Cuando empezamos, el roller derby era un deporte súper sexy; media de malla y cuco cortico. Todas las chicas decían ‘no pues que brutal ser sexy y alternativa’”.
Natalia Duque, Valkyrias Roller Derby Manizales.
Morena, alta y delgada. La imagen atlética de Natalia es como una nostalgia de amazonas que ha venido desde un tiempo lejano a batallar el honor de la victoria sobre las cuatro ruedas de sus patines. Y es eso precisamente, el honor, lo que la motiva a defender el roller como un deporte que implica disciplina y dedicación, como cualquier otro.
Hace más de cinco años que el equipo femenino Valkyrias empezó sus entrenamientos. Inicialmente no tenían entrenador ni rutina de ejercicios, era un grupo primíparo que improvisaba y aprendía sobre la marcha. Para la época, Bogotá era la única ciudad del país donde existía un equipo de roller, este se constituyó como el referente deportivo más próximo para las Valkyrias, incluso cuando ambos equipos tenían prácticamente el mismo nivel de amateurismo.
En cinco años, el proceso de crecimiento ha tenido los altibajos que el progreso inevitablemente implica. La lucha por el apoyo de la Liga Caldense de Patinaje y la Secretaría de Deporte Municipal, han envalentonado a la chicas fuera del óvalo de rodada. Finalmente, la tenacidad de su insistencia ha dado resultados como la concesión del Centro de Integración Ciudadana (CIC) como punto oficial de entrenamiento del equipo.
¿Cómo funciona el roller?
El roller se practica sobre dos tipos de pista ovalada: puede ser inclinada (como la de un patinódromo) o plana, esta debe ser en cemento pulido, madera o baldosa. En Manizales, la pista designada para la practica del deporte cumple con estas condiciones, en este caso es plana y en cemento pulido.
Por cada partido debe haber catorce jugadoras, pero en la pista solo son cinco; cuatro bloqueadoras y una anotadora o Jamer Líder. Entre las cuatro bloqueadoras hay una Pivote que es quien organiza estratégicamente las formaciones.
El tiempo de juego es una hora dividida en dos tiempos de treinta minutos; hay un intermedio de quince minutos entre cada uno. En cada media hora hay lances de dos minutos que cesan cada 30 segundos para descansar; es en esos dos minutos que la Jamer debe anotar.
Las cuatro bloqueadoras de cada equipo deben estar juntas a una distancia de no más de tres metros. Su función es evitar el paso de la Jamer del equipo contrario y a la vez ayudar a su Jamer a apuntar, es decir, a pasar a las otras jugadoras, pues la dinámica de anotación del roller es pasar limpiamente (sin dar codazos, puños, ni utilizar los antebrazos o la cabeza) las caderas de la bloqueadora contrincante.
Básicamente, las bloqueadoras son quienes le obstruyen y a la vez le abren el paso a las anotadoras, y las anotadoras son quienes al dar las vueltas pasan caderas y apuntan.
Ganarse el respeto
Aparte de su constitución y reconocimiento jurídico, ganar el respeto hacia el deporte ha sido otro estandarte que las Valkyrias ondean orgullosas. La comprensión de que el roller no es una ventana de exhibición a través de la cual las mujeres ganan fans por su sexy rudeza, ha sido un trabajo de años; no de palabrería, sino de hechos contundentes: “El año pasado quedamos subcampeonas regionales, fue un logro grandísimo porque después de tanto tiempo de esfuerzo tuvimos una medalla y todas quedamos felices”.
Entrenar los domingos en la mañana y dar la mensualidad, han sido algunas normas que ha filtrado de a poco el equipo: “Al principio se fueron sumando niñas pero todo era un pantallazo porque cuando empezamos, el roller derby era un deporte súper sexy; media de malla y cuco cortico. Todas las chicas decían ‘no pues que brutal ser sexy y alternativa».
Pero así como fueron llegando, ellas mismas se fueron yendo” Por si aun queda la duda, el roller es un deporte de gente organizada, bien administrado: “Nosotras por ejemplo tenemos comité disciplinario, junta directiva, tesorería, comité deportivo y comité de publicidad (que subsume rifas y espectáculos)”.
No está de más aclarar que hoy en día el roller es un deporte que, no es que “resignifique el valor y la fortaleza de la mujer dentro de la sociedad machista que la ha relegado a la cocina y la crianza”, como argumentan muchos discursos mamertos estribados en el siglo XX. Así como lo afirma Natalia con bello sarcasmo: “Yo no soy de la posición de que (imposta voz de orador político) ‘el roller derby ayuda a reivindicar los derechos de la mujer’, (vuelve a su voz) no. Porque el roller no se trata de reivindicar un rol colectivo, sino de reivindicarlo a uno mismo como persona”.
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