Era una tarde fría, gris, llovía como es lo típico en Manizales. Andrés (preparando el espacio) me espera para hablarme sobre el Kick boxing; un deporte que le ha cambiado hábitos en su vida y le ha dado otros, como por ejemplo, el hábito de una buena alimentación. Para él, el Kick Boxing es un deporte que le ha devuelto y aumentado la confianza para poder salir a un mundo que, en la mayoría de las ocasiones, se nos presenta indolente.
Fotografías por: Lania Lex
«El Kick Boxing se desarrolló por Kenji Kurosaki (Karateka), principalmente con un estilo que se forjó desde el Muay Thai (boxeo Tailandés), pero tomó mayormente fuerza en los Estados Unidos por los movimientos del boxeo inglés, las patadas del Tae-kwon-do y se hizo popular por el gran espectáculo que brindaba», aclara Andrés. Nace en Japón, su especialidad son las patadas, se excluyen los codos y las rodillas, y se caracteriza por ser un deporte de contacto. En este convergen algunas técnicas de boxeo, artes marciales, karate y, como lo había dicho anteriormente, Muay Thay.
Se instaló en Manizales en el año 1993 por Leonard John Hrisko; un estadounidense que tras su paso por la armada aprendió este deporte, y una vez se instaló en Colombia, lo empezó a enseñar en Pasto y en nuestra ciudad. Es así como hasta hoy, los practicantes de este legado guardan las enseñanzas de John Hrisko y desde entonces las mantienen vigentes. Aunque no sea un deporte tan popular como el fútbol, hay gente apasionada que lo practica y le concede un mínimo de su tiempo durante toda la semana. Pero se preguntarán, ¿qué diferencia al Kick Boxing de los deportes ya antes mencionados? La diferencia reside en que a este no se le considera un arte marcial formativo tradicional, sino solo un deporte de combate.
Historia de vida
Andrés se levanta la camiseta y muestra una serie de cicatrices que tiene en su abdomen y que ahora hacen parte de la biografía de su piel. Comenta que cuando estaba aún más joven, fue víctima junto a un amigo de un robo que casi les arrebata la vida. Antes de robarles, a Andrés le dieron tres puñaladas y a su amigo siete, “nos salvamos de milagro”, dice mientras se cubre con su camiseta.
Desde aquel suceso, cuenta, se volvió inseguro y el miedo lo invadía a la hora de salir a la calle. Convencido de que la situación no podía seguir así, apareció el Kick Boxing en su vida para desaparecer el miedo de lo acontecido y brindarle a su cuerpo y mente el fortalecimiento y bienestar que había perdido. Descubrió que su cuerpo, entre todo lo que puede ser, podía ser una herramienta de defensa. Sus patadas y puños son lanzados con tanta contundencia, que seguramente si tuviese a alguien en frente, lo noquearía (aunque no es lo que busca). Enfatiza que si bien el Kick Boxing le ayudó a superar lo ocurrido, él lo empezó a practicar por gusto.
Espíritu guerrero vs Estética del cuerpo
Aunque el Kick Boxing es un deporte de contacto y es sumamente competitivo, Andrés menciona que este deporte puede ser tomado de dos formas: Acabar al contrincante por medio de la fuerza (aquella que ha servido como instrumento infalible para dominar a semejantes por los siglos de los siglos), o como una manera de encontrar armonía con el cuerpo. Andrés tiende a la segunda, y afirma:
«Los músculos poseen memoria; en la medida en que se van ejercitando, el cuerpo va adquiriendo mayor flexibilidad y destreza, obteniendo como resultado un control del cuerpo y una movilidad que a la vista de cualquiera se ve tan liviana como el movimiento de una pluma».
No solo se trata de proporcionar patadas y puños, este deporte posee una técnica y un arte para moverse. Se necesita tener estilo y precisión para tomar la postura del combate y lanzar los golpes. Cada movimiento debe ser pensado, obteniendo así una conexión mente-cuerpo.
La mujer y el Kick Boxing
Desde la antigüedad nos han vendido aquella idea sobre la mujer, la cual consiste en que esta se caracteriza por su belleza, delicadeza y ausencia de pensamiento. El hombre por el contrario, se caracterizaba por su agudeza para pensar y por la superioridad de fuerza que tenía frente a la mujer. Esto generó una brecha enorme entre los dos géneros; obteniendo el masculino preponderancia frente a todo, y el femenino siendo subyugado y oprimido. Hoy, aunque las brechas sigan existiendo implícitamente, la mujer ha logrado co-habitar otro espacio junto al hombre en este deporte que exige un buen estado físico y mucha fuerza.
El Kick Boxing, un deporte que no se caracteriza en realidad por ser de combate, por el contrario, se caracteriza por brindar una manera de defenderse frente a las adversidades. Así que si usted está interesado no dude en emprenderlo, pues desde el más pequeño al más grande son bienvenidos a este mundo de guantes y tobilleras.