El rumor de la música vuelve a Manizales con su fuerza y estridencia característica. Después de dos años de ausencia, El festival Grita vuelve a la presencialidad en medio de una celebración que nos invita al disfrute, la comunión y la buena vibra.
Texto por: Julián Duque Rojas – Polifonía Urbana
Fotos por: Juan David Rivera, Giovanni Galvez y Andres C. Valencia
La emergencia sanitaria que trajo la pandemia de la covid 19, obligo al festival a reinventarse, ante imposibilidad de realizar eventos masivos, la virtualidad fue la opción que dio paso al nacimiento de las Sesiones Grita, una estrategia que aprovechó la plataforma creada para visibilizar bandas y proyectos artísticos de nuestra ciudad y región.
Human Scale, una de las bandas que participó en la segunda edición de esta iniciativa, fue la encargada de abrir la edición número 15 del Grita. Reconocen que participar en la edición virtual de esta fiesta fue interesante, sin embargo, todo cambia en escena: “la música se crea para las personas y solamente en el escenario es posible tener una devolución directa”.
El siguiente grupo en subir al escenario fue Sonido Deskarado, que, haciendo honor a su nombre, puso a bailar a los espectadores con una mezcla de ska con vientos que recuerdan a las orquestas de música tropical. Los músicos aprovecharon el espacio para presentar su nuevo sencillo “Imán de corazones”.
Blessed Noise fue la primera banda internacional en hacer presencia en esta jornada. Su sonido y su mensaje convocan al empoderamiento, a crear arte no sexista, que eleve la voz frente a lo que nos oprime y perjudica como sociedad. En esta misma línea, Inopia, una banda local de “profes”, como ellos mismos la denomina, le apuestan al hardcore punk como una via para la resistencia, una propuesta de música contrahegemónica que denuncia los abusos del poder, pero que también invita a celebrar la vida a través del ruido.
La fiesta continuó en la calle, Elemental Flow trajo el hip hop al escenario manizaleño. Destacan el Grita como un espacio para la comunión entre personas más allá de los géneros musicales, las edades y los estratos sociales. El público se dejó seducir por la energía y los mensajes de un grupo, que convoca a trabajar por la justicia social y en contra de la desigualdad.
La celebración de los quince del festival continuó con Lo Ke diga el dedo. Esta banda trajo calor a la fría noche manizaleña a través del ska capitalino. En escena destacaban los juegos entre los instrumentos de viento y las voces, además de las dinámicas con el público y el manejo del escenario.
En escena, la legendaria banda de punk, Animales Muertos presentó un show que fue una ventana a la nostalgia. Guillermo Villegas, baterista de Inopia, quién además se declara fan de la agrupación, mencionó que la presentación fue la oportunidad de conectar con uno de los proyectos que lo hizo engancharse con movimiento del punk.
Realidad Mental presentó en escena un show en el que destacó su capacidad de improvisación, su propuesta involucra liricas oscuras en las que disecciona al ser humano y a la sociedad. En la tarima contó con varios invitados, entre ellos el saxofonista de Lo Ke Diga el Dedo y Penyair, un rapero bogotano que viene está llamando la atención por su estilo melancólico e introspectivo.
Los encargados de cerrar esta velada fueron Los Cafres, una de las bandas pilares del reggae roots latinoamericano. Su presentación fue el climax de una comunión de buena música, baile e interacción con el público. Gonzalo Albornoz, bajista del grupo argentino, destacó la importancia del festival como un espacio que hay que defender, debido a que permite resistir desde el arte.
El primer día del Festival Grita 2022, cumplió las expectativas que todos teníamos sobre él. A titulo personal de quien redacta este artículo, es uno de los espacios que más se extrañaron en Manizales durante la pandemia, no solo por ser una plataforma para el fortalecimiento de la escena musical y la cultura, sino por ser uno de esos puntos de encuentra donde es posible comunicarnos y entendernos, más allá de las diferencias.