Ciegos por el sueño de tocar algo diferente, los VI-trola, amantes del jazz, decidieron sumergirse en tonos y notas, buscando hacer una fusión de este género tan clásico y con tanta historia, con otros de su interés. Lo que ellos crearon es el jazz alternativo, jazz con matices de blues, góspel, funk, rock y reggae. O sea, tienen con qué deleitar a muchos tipos de público.
La banda está compuesta por jóvenes músicos estudiados en la Universidad de Caldas: Edwin Moreno, cornista; Jhon Gutiérrez, primer guitarrista; Daniel Alejandro Quintero, tubista; Leonardo Orozco, baterista; Carlos Andrés Ortiz (Atila), bajista y Pablo Andrés Cardona, segundo guitarrista, de allí el número romano VI. Al momento de graduarse supieron que querían hacer algo diferente, independiente y que marcara una pauta musical.
Un proyecto innovador, unos sonidos que no son comunes y una amistad inquebrantable es lo que podemos ver en la banda VI-trola. Ellos nos cuentan que como experimento quieren tocar todo tipo de música, entonces decidieron, en pleno siglo veintiuno, imitar a una victrola o vitrola de los años mil ochocientos, la cual reproducía todo tipo de música dependiendo de quien la usara, por lo que era muy universal; así como la música de los VI-trola y sus ganas de saborear cada género y cada nota musical, por esto podemos escuchar algo diferente, salido de las normas o esquemas.
El corno y la tuba son la principal atracción de esta banda ya que combinar estos instrumentos de viento con instrumentos eléctricos y estruendosos como guitarras eléctricas, bajos y batería, podría ser un gran riesgo, pero las personas que se han acercado a escucharlos les han dicho que les gusta el sonido tan particular y los instrumentos que utilizan, ya que son poco usuales en este tipo de música.
Un día de ensayo para VI-trola «Es como si fuéramos para una fiesta (ríen), no tenemos como un horario estricto de ensayo, simplemente nos encontramos un rato y de pronto nos tomamos unos tragos o unas cervezas: porque no nos lo tomamos como un ensayo en sí, sino como un encuentro relajado, entonces es muy sollado el parche», dice Daniel Quintero, tubista.
Tienen una amistad particular, se toman el tiempo y trabajo de crear un buen concepto para su banda, pero intentan apartarse de las normas y los horarios, por lo que se toman la música como un pasatiempo y no como una obligación. Excelente forma de despegar como artistas, como músicos ya profesionales, pero sin dejar atrás el espíritu de juventud, haciendo todo sin olvidarse primero de pasar rico.
Una experiencia loca de los VI-trola:
«Cuando íbamos a tocar en La Fiesta de la Música, el día antes ensayamos, y después del ensayo nos tomamos una cerveza, y luego otra, y otra, y otra… (ríen) y nos pegamos una rasca apoteósica, estábamos todos juntos y medio locos trepados en el escenario, solos con nuestra música. Fue el día más inolvidable» cuentan todos entre risas.
Y así medio locos, nos ofrecen una serie de covers en Soundcloud que van desde el reggae marcado como Da Dud, o más góspel como Olor a Tierra o Avenida 48, o también un jazz más puro como la canción Brooklyn que también tiene un toque de rock al final. Entre otras muchas canciones que vendrán de ellos, ya que la fundación Laso les ha ayudado con este proyecto que no saben hasta donde va a llegar, pero su idea es vivir el momento y pasarla bien empeñando su esfuerzo en ello y siempre quedando satisfechos con su música y sus historias alocadas.
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