Desfigurando límites: Guardianas de la ladera

[vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]Por: Laura Victoria Carmona Mejía

En Manizales existe un grupo de mujeres que ha dedicado gran parte de su vida a una labor titánica: evitar los desastres que pueden ocurrir debido al mal mantenimiento de las más de 1200 obras de estabilidad que se encuentran en las zonas de alto riesgo de la ciudad.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»12031″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]Ellas son las Guardianas de la Ladera, mujeres cabeza de hogar entre los 35 y 60 años que con pala, machete, escobilla y sus manos recorren las laderas de la ciudad recogiendo los escombros, basuras y ocasionalmente algún colchón destruido que queda de los frecuentes derrumbes.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»12033″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]Una labor que más allá de cuestionar los imaginarios y roles de género en la sociedad, significa para cada una de las guardianas una posibilidad de empoderamiento desde la fuerza, la unión, la sutileza y la verraquera -como ellas mismas lo expresan-.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»12034″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]Romper esquemas e imaginarios y entre el silencio de la montaña crear un espacio para la sororidad y la preservación de la vida, de eso se trata este programa.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»12035″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]“El mundo necesita personas que amen lo que hacen” afirman las guardianas quienes encuentran en este trabajo la posibilidad de mostrar sus habilidades y fortalezas.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»12036″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]La labor de FESCO como encargados del programa “Guardianas de la Ladera” es la de coordinar, administrar recursos y/o brindar capacitación a las 120 mujeres que actualmente se encuentran inscritas al programa.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»12037″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]Un programa que realiza grandes aportes a las personas, las comunidades que se benefician y convienen a diario con estas mujeres.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_single_image image=»12038″ img_size=»full»][/vc_column][vc_column][vc_empty_space height=»16px»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_empty_space height=»16px»][vc_single_image image=»12062″ img_size=»full»][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_column_text]

Laura Victoria Carmona Mejía

Propendo porque mi fotografía sea un acto que conmueva y genere empatía, por lo tanto “cultivo instantes”, gesto con mi cámara la profundidad que abraza la vida desde los rostros como rastros del camino y le cuento al mundo sobre los umbrales y cotidianidades que se tejen en mi lente entre alientos febriles de los cuales indudablemente hago parte.

No es la foto y el fotógrafo, es el corazón, la cabeza y la amalgama ética de narrar la realidad lo que obturo con mi cámara. Ahora, con la posibilidad de ayudar a los demás en el encuentro con la fotografía, considero que mi responsabilidad es inspirar a otras miradas conscientes y sensibles ante su realidad. Me espera un largo camino.

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