Texto por: César Giraldo Durán
Fotos: Cortesía de Alexander Ruiz
Desde hace 11 años Alexander Ruiz retrata el mundo a partir de los sonidos. Este joven de 24 años ganó en el 2015 tres festivales audiovisuales con el documental Que no se Rompa el Hilo. La historia muestra un lugar oculto entre las montañas del centro oriente de Caldas, en donde una de sus particularidades es el trabajo artesanal con la lana de ovejo.
Alexander recuerda que a los 14 años un balonazo en el ojo izquierdo le desprendió la retina. Pero la limitación visual no impidió que este joven oriundo de Marulanda (Caldas) y estudiante de noveno semestre del programa de Comunicación Social de la Universidad del Quindío, se abriera paso entre la producción audiovisual de la región.
Que no se Rompa el Hilo tuvo nominaciones en el Festival Internacional de Cine Verde de Barichara (Santander), mejor documental nacional en el Festival Audiovisual de Los Montes de María en El Carmen de Bolívar, y mejor documental regional en el Festival Internacional de Tunja (Boyacá), el cual lo premió por ser el mejor director regional revelación, evento que le otorgó un diplomado en la Escuela Nacional de Cine en Bogotá.
La producción audiovisual hace un paralelo entre el tejido artesanal y el proceso industrial con la lana de ovejo que se realiza en el municipio. La historia muestra a la familia de don ‘Chucho’, Jesús Arango Rivera, protagonista del documental, como los únicos en Marulanda en conservar la tradición del tejido manual. Ruanas, ponchos y cobijas representan el 40 por ciento de la actividad económica de este lugar del departamento.
“Realizar el documental fue algo complicado, dado a la discapacidad visual que tengo, y como era el director tenía que decidir qué planos y qué tomas capturaría la cámara”, dice Ruiz con voz serena. Los recuerdos que tenía desde niño fueron pieza clave para la selección de las locaciones y los planos que harían parte del documental, pero dice Alex que el trabajo en equipo es la clave del éxito para realizar un producto audiovisual.
“Se trabajó mucho en la calidad de las voces, de la música y el sonido ambiente, para que al final transmitieran sentimientos a los espectadores”, expresó el joven Director. El documental se emitió en el canal regional Telecafé, en la Universidad del Quindío, en la Alianza Francesa en Armenia, en la sexta edición de la Feria Internacional de Cine de Manizales (Ficma) y en Marulanda.
“Cada vez que escucho la voz de una persona yo recreo su imagen, el sonido da esa oportunidad de poner a volar la imaginación. Después del accidente mi vida cambió mucho. Ya no salía de casa, pero una de las cosas que me ayudó fue la radio, ya que esta se convirtió en mi amiga”, dijo Ruiz. Esto lo motivó a estudiar Comunicación Social, porque quería saber todo sobre el trabajo que hay detrás de un programa radial. Desde entonces su formación se encaminó en la investigación y exploración del sonido, explica que este proceso despertó su interés por la realización audiovisual.
Uno de sus proyectos es explorar la historia musical de Antioquia, para grabar un documental que muestre los cantautores y agrupaciones que han dejado huella en ese departamento. Entre sus sueños destaca que algún día pueda dirigir un cortometraje que rinda homenaje a los agricultores, esas personas que se levantan todos los días, sin importar las condiciones del clima y así garantizar el alimento sobre las mesas de los colombianos. Ahora tiene muchas ideas para futuros proyectos, porque para él esta labor se convirtió en una pasión.
Cine que genera inclusión
“La primera vez que fui a cine fue para ver El Abrazo de la Serpiente, porque el sonido del agua y de la naturaleza, creó en mí un mapa mental de esa selva”, manifestó Ruiz mientras relataba su experiencia. Para este joven la importancia de que el cine disponga de un espacio para las personas con limitación visual y auditiva, es una forma de generar un proceso de inclusión en un sector de la población que no ha sido tenido en cuenta en estas actividades, porque según él, el cine no es solo para las personas que ven y escuchan, sino que es para todo el mundo.
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