La red eje, una apuesta a mejorar el sector audiovisual

texto por: Valentina Santos

La red eje es la reunión de profesionales del sector audiovisual y cinematográfico interesados en mejorar las condiciones de quienes trabajan en este sector para la región. Es una agremiación en proceso de formalización legal y un ejercicio colectivo conformado por algunos comités entre los que se encuentran circulación, comunicaciones, legal, entre otros.

Su mayor objetivo es que el sector audiovisual se comprenda como una industria que tiene valor cultural y económico y que haya un reconocimiento de sus derechos e importancia del sector; además,  que dicho reconocimiento se vea reflejado en la  formulación de políticas que impulsen el sector.

«Queremos que esto sea una ventana para el resto de Colombia y el mundo consolidando la región en el sector audiovisual y cinematográfico y ser un puente y una interlocución con la empresa privada, con el estado, con todas las instituciones».

. Algunos de los ejes a los que le apuesta la Red son construir y actualizar permanentemente el directorio audiovisual del eje cafetero, en el cual estén los datos de las personas que son profesionales del sector audiovisual que pertenecen a la red. Igualmente, hacer pedagogía sobre los precios y tarifas que establecen los profesionales para su trabajo ya que consideran que hay una disparidad muy grande que afecta a la industria.

En cuanto a convocatorias públicas que hay en el sector, la idea es garantizar que estas convocatorias se diseñen, se publiquen y se ejecuten con total transparencia. En ese sentido, la Red le apesta a buscar interlocutores válidos del sector en la región, para poder garantizar desde la concepción misma de la convocatoria que esta sea de manera justa e íntegra.

Unidos por las  inconformidades

Este grupo de personas que conforman la Red surgió debido a las inconformidades en cuanto a las convocatorias públicas para el sector audiovisual. Lo que los reunió fue la convocatoria «desde casa para el eje» del canal regional Telecafé, la cual trajo desagrado en el gremio audiovisual.

Este proceso con Telecafé empezó con una carta abierta firmada por 52 participantes profesionales de la región, los temas discutidos en esa carta eran las reclamaciones ante los términos de la convocatoria, como el tiempo, ya que se publicó el 14 de abril y cerraba el 17 de abril. «Se contemplaba que en ese periodo de tiempo desarrollaran una propuesta creativa que en condiciones normales, la industria necesita de tres semanas a un mes», explica Juan Quiceno Cárdenas, integrante de la red audiovisual. Entre otras de las inconformidades se encuentran estructurada, el presupuesto que destinaba para cada proyecto y la exigencia para las personas naturales de un registro mercantil de un año de antigüedad.

Ante esto, la respuesta del canal fue básica y sin ningún tipo de argumentación o peso que pudiera dar respuesta a estas peticiones. Debido a esto realizaron un derecho de petición, sin embargo, no recibieron una respuesta clara y específica del canal Telecafé.

Debido a que el derecho de petición quedó baldío y con la confluencia de  tantas personas interesadas, el 11 de junio, los llevó a tutelar sus derechos fundamentales desde dos aristas: El derecho a la información: información oportuna, veraz y clara, y el derecho de petición en sí mismo; en esa base hicieron la tutela, la cual falló a favor del gremio audiovisual.

El fallo dijo en uno de sus puntos que, Telecafé debía responder en un plazo de 48 horas de manera clara y profunda al punto específico de la publicación de los ganadores, lo cual no cumplió en dicho plazo.

Por su parte, una fuente a la cual no revelaremos su identidad, que trabaja en el sector audiovisual y que conoce a fondo sobre este tema, considera que Telecafé está muy alejado de la actualidad del sector en el eje cafetero y no se ha dado cuenta de sus necesidades, agrega que: «en el caso de las convocatorias de Telecafé, deben replantearse bastantes aspectos: el primero es entender cuáles son las dinámicas de producción actuales; el segundo, la cantidad de trabas burocráticas que exigen y que de entrada excluyen a bastantes posibles proponentes y que además de esa exclusión genera suspicacias».

Además concluye que esto sucede, en primer lugar, por  la falta de diálogo y articulación con el sector audiovisual, lo que deriva en un desconocimiento de cómo son las lógicas de producción; y por otro lado, por no actualizarse en la formulación de convocatorias, lo cual se hace evidente al comparar ofertas de otros canales regionales, convocatorias nacionales como las de RTVC, Mincultura y FDC. Y, finalmente, un tema muy polémico, «los amiguismos históricos que existen entre ciertos funcionarios del canal y gente del sector es lo que más desanima al resto de actores que además de estar en desventaja, no ven una salida a ese círculo vicioso y no ven en su canal una ventana para mostrar sus historias no porque no quieran sino porque no pueden».

Hasta el momento el canal no se ha manifestado más allá de una respuesta mediática al periódico La Patria. Por su parte, Revista Alternativa  intentó comunicarse con el canal, sin embargo, no recibió respuesta alguna.

Más allá de tener una pretensión o una intención de generar distanciamiento con las entidades públicas o empresas, por el contrario, queremos hacerlo en aras de mejorar la estructura y condiciones de nuestro sector, queremos aportar y proponer», aclara La red.

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