“La poesía es una experiencia vital, mística, una experiencia intelectual. La poesía es una epifanía, es sentir la divinidad así no se crea en Dios, es sentir lo que nos supera como seres humanos y tratarlo de llevar a nuestro lenguaje”
Carlos Mario Uribe.
“La poesía es universal”, afirmaría el escritor colombiano Jorge Zalamea en su libro Poesía Ignorada y Olvidada, pues no hay un rincón en el mundo donde no se emplee este lirismo para expresar todo lo que siente el ser humano tras su existencia. En Manizales hace más de 7 años existe la fundación cultural La Nave de Papel, ésta era antes una revista de poesía y literatura y actualmente es una empresa de gestión cultural enfocada en la poesía. Su director, Carlos Mario Uribe, nos cuenta de qué se trata, qué proyectos realizan en este barquito de papel, un poco de su vida y de su visión frente a ésta.
La Nave de Papel cuenta con un importante proyecto llamado la Semana Mundial de Poesía, la cual lleva 7 versiones y se celebra cada 21 de marzo, día del equinoccio de primavera. A este evento asisten poetas nacionales e internacionales de diferentes edades a recitar sus propios escritos. El teatro, la música, las artes plásticas y la danza, son algunas de las artes que se hacen presentes en este evento, teniendo en cuenta, claro está, a la protagonista: la poesía. Estos encuentros durante la semana se celebran en diferentes partes de la ciudad, así que si están interesados deben estar muy pendientes de la programación que circula días antes del evento.
Gracias a la convergencia de distintas artes, en el 2014 se creó la Primera Bienal de Poesía Visual y Experimental que espera de nuevo realizarse este año en el mes de octubre. En este evento se aborda la poesía desde expresiones estéticas: gráficas y plásticas en general, invitando a artistas que desarrollan instalaciones y performances. Es totalmente poesía visual. Su duración es de aproximadamente un mes y el apoyo en cuanto a lugares para realizar el evento es grande, al igual que su cubrimiento.
Es importante saber que esta Bienal de poesía visual y experimental es la única que se celebra en el país, y mejor aún, se lleva a cabo en Manizales; un motivo real para afirmar que Manizales sí es una ciudad cultural. Exteriormente, países como México, Chile y Brasil llevan a cabo este evento.
Pero en nuestro país, incluso hablando más específicamente, en nuestra ciudad, el apoyo a algunos proyectos culturales es ínfimo, irrisorio y hasta muchas veces problemático (Téngase en cuenta el reciente caso de Manizales Grita Rock). Si usted tiene o ha tenido una iniciativa cultural y no ha sido tan de buenas, estará de acuerdo que para obtener apoyo económico es mucho el papeleo y el tiempo que hay que esperar para que posiblemente le digan que no. En este punto y teniendo en cuenta esto, quiero manifestar mi admiración por aquellas personas que, haciendo proyectos con las uñas, no dejan morir la cultura en nuestra ciudad.
La fundación Nave de Papel es una de esas iniciativas que ha sabido salir adelante con lo poco que le dan y con su propio esfuerzo.
Esta no solamente se ha concentrado en ofrecerle cultura a lo que comúnmente conocemos como público universitario, sino que también se ha preocupado por llegar a sectores marginales como San José, Bosques del Norte y Malabar. Incluso cada año se desplazan hacia la cárcel de mujeres y de hombres realizando talleres de escritura.
Un suceso no tan poético
En el año 2014, tras inaugurarse por primera vez la Bienal de Poesía Visual y Experimental, Carlos Mario salió a festejar con sus otros amigos poetas el miércoles en la noche, lo que no esperaría era encontrarse con un grupo de jóvenes borrachos y drogados, pertenecientes a la hinchada del equipo de fútbol Once Caldas. Salieron a su encuentro a atacarlos, proporcionándole una agresión sutil a una de sus compañeras y una puñalada a un poeta mexicano. Carlos, al tratar de defender a sus amigos, recibió otra puñalada por parte de los jóvenes. Inmediatamente acudieron al CAI que queda cerca del cable, obteniendo como respuesta, absurda por cierto, la negativa de no haber policías en el sector. Vista la negligencia y la poca ayuda, se trasladaron inmediatamente a una clínica en donde afortunadamente los atendieron a tiempo y lograron sacar de peligro tanto a Carlos como a su amigo.
Su agresor fue detenido unas horas más tarde y juzgado después a 9 años de prisión. Carlos Mario tuvo la oportunidad de entrevistarse con su victimario mucho después, perdonándolo por haber atentado contra su vida. Su atacante no tenía más de 20 años y estaba completamente solo en el mundo, abandonado por su familia y sus amigos que solo decían llamarse así para fiestas y locuras como la que hoy lo tiene sin libertad.
El mundo es muy grande para limitarse
Carlos Mario Uribe a lo largo de su vida se ha desempeñado como escritor, creador de poesía, narrativa y ensayo. Confiesa que no es muy amante de los concursos, aunque haya participado y ganado unos cuantos, pues éstos le generan cierta suspicacia ya que muchas veces existe intervención y manipulación. En cuanto a publicaciones, comenta que si bien ha aparecido en 5 antologías y ha escrito para revistas, solamente ha publicado un libro de su autoría que se llama Final del Viaje, un libro de poesía. Este personaje se caracteriza por tener la obsesión de aprender, aunque nunca quiso tener un título universitario –se muestra subversivo al respecto– a cambio le ha interesado explorar los campos que le han llamado la atención y lo han apasionado a lo largo de su vida. Se denomina a sí mismo como un autodidacta.
Nos invita a ser curiosos, a no limitarnos como filósofos, periodistas, abogados, fotógrafos o cualquier profesión que estemos desempeñando. Por el contrario, nos invita a aprender cada día un poco más de todo lo que nos apasiona y nos ofrece este vasto mundo.
Nos han enseñado a especializarnos en un campo, tal vez por ello las maestrías, especializaciones y doctorados no son más que fundamentalismos en el ámbito académico, “pero resulta que existe la vida más allá de lo académico, existe la vida real”, comenta Carlos. Vivir apasionadamente y agotar el mundo es su manera de ser feliz, “se debe vivir la vida a profundidad, de una manera agónica, es decir, tratar de llevar lo que nos apasiona al límite”.
¿Y ustedes? Más allá del diseño, de la escritura, de la fotografía, de la ilustración ¿cómo viven su vida?