Tres escalones y una delicada iluminación reciben a los participantes de esta Traición en Actores en Escena Palogrande. El panorama del montaje remite a la fragilidad de las relaciones afectivas de la época moderna donde lo humano se refleja vulnerable, los trajes son clásicos y sus vidas tradicionales, los rostros de dos hombres que devienen en secretos y clandestinidad se interceptan para hacer memoria.
El montaje estuvo a cargo de la agrupación artística Caza Retasos de la ciudad de Manizales, la cual busca a partir de la danza, teatro y artes plásticas, una integración entre hechos cotidianos y representaciones dramáticas bajo la dirección de Luis Fernando Loaiza, quien es un comprometido exponente de las artes escénicas de la ciudad.
Las escenas de la obra se conectan anacrónicamente con saltos de época a modo de reminiscencias para dar lugar a un disparate lógico de dos amigos: Robert y Jerry, quienes llevan una doble vida. El juego del squash al que constantemente se refieren, no es solamente una actividad recreativa, se convierte en un símbolo de amistad, por lo que después de la infidelidad es imposible acordar un nuevo encuentro. Ambos hacen parte de un engranaje de pasiones y adulterios que rompen el modelo tradicionalista de la familia, la esperanza de felicidad que les deja el recuerdo de su luna de miel en Venecia les permite a la pareja de amantes regresar nostálgicamente a esta ciudad, clamor que se expresa en la sentencia.
“No se viaja en góndola a Torcello”, frase que invita a pensar en que todo cambia y hay que aceptar las transformaciones sociales. Emma encarna la lujuria y despierta la traición, quien a pesar de tener esposo lo ve como un extraño mientas sostiene relaciones furtivas durante años con el partidario de su marido. La rivalidad emocional lleva a enfrentamientos donde el pasado y el presente son un mismo tiempo.
La traición es una obra compuesta por elementos de la literatura inglesa escrita por el dramaturgo Harold Pinter, estrenada en 1978 en la cual se recurre a la jocosidad para describir el comportamiento adúltero de las personas, este tema es mucho más común para nuestros días que en la época en que se escribió por lo que el guion se considera un reto que pone en pugna los principios conservadores y moralistas, reduciendo el problema a una convivencia pacífica y un intento astuto por separar la amistad de lo afectivo.