Texto por: Paula Vasquez
Fotografías por: Lania Lex
La Marcha de las Putas es un movimiento mundial que nació en el año 2011 en Canadá, como resultado de los comentarios machistas de un policía en una conferencia sobre seguridad civil en Toronto, en donde afirmó que las mujeres al vestirse como putas son causantes de ser víctimas de la violencia sexual.
Las mujeres canadienses, indignadas por este comentario, fueron las primeras en marchar y designar la movilización con el nombre SlutWalk. El movimiento tuvo gran acogida y pronto otros países como Estados Unidos, Australia, India, Argentina, Colombia, México, Costa Rica, Perú y Uruguay salieron a las calles a protestar.
El objetivo de esta marcha es apropiarse de la palabra puta en todos sus sentidos, para reclamar y rechazar cómo la cultura culpa a la víctima y absuelve al culpable. Una cultura así que se le puede llamar de Patriarcal. También se busca la inclusión de la mujer en la sociedad y que a ésta no se le discrimine y estigmatice por su forma de vestir, pensar y actuar.
En Manizales este movimiento comenzó desde el año 2012, y en Colombia tomó mucha fuerza por acontecimientos tales como la violación de una universitaria en el parqueadero interno del conocido restaurante Andrés Carne de Res, en donde su dueño declaró: «Una niña que llega (al establecimiento) con un sobretodo y debajo una minifalda, ¿a qué está jugando? Y después para exculpar pecados diga que la violaron». Pero este acontecimiento es uno de muchos, pues también la movilización es para denunciar los constantes maltratos que sufren Las Guapas (trabajadoras sexuales trans de la ciudad de Manizales) por parte de los civiles, pero sobre todo de los policías.
Las Guapas no sólo se han visto expuestas a maltratos, también han sido víctimas de asesinatos por parte de sus clientes. La Gorda, líder de las guapas, fue asesinada de un disparo en la cabeza en el 2013, el año pasado una de las guapas fue atacada en la cabeza con un machete días antes de la marcha de las putas, y no hace mucho otra guapa fue degollada.
Este año la Marcha de las Putas tuvo lugar en el parque fundadores el pasado viernes 27 de noviembre. Allí se reunieron un grupo de jóvenes apoderados de sus discursos, para salir a protestar contra la violencia de género, tanto de hombres como de mujeres. Pues si bien la mujer ha sufrido de insultos, golpes, violaciones y asesinatos, a los hombres se les enseña a violentar, a ser los machos y los que sostienen el hogar. Por eso, aquellos que salen y alzan la voz en la Marcha de las Putas no son solidarios, si no personas cansadas de tener que adoptar el estereotipo de macho dominante y violento.
Vestidos de mucho color y sujetando con sus manos carteles con mensajes como: «Acosarte no me hace más hombre», «Con minifalda o pantalón respétame carbrón», «Si ser libre es ser puta: soy reputa», entre otros, iban marchando. A la cabecera un cartel grande en letras rojas que decía Marcha de las Putas: Putas en Disputa, y cantando a todo pulmón canciones como: “Los policías de dos en dos, se comen las travestis y dicen no”. “Métale a la marcha, métale al tambor, métale que traigo un pueblo en mi voz. Métale a la marcha, métale al tambor, métale que traigo la revolución”. “Mi vida, mi cuerpo, mi forma de follar, no se arrodilla al sistema patriarcal”.
Acompañados de la puta batucada (simulación de tambores construidos con materiales desechables), hacían de la marcha todo un carnaval. Cantando, bailando, marchando y corriendo se hicieron sentir por toda la Carrera 23 en donde los transeúntes se detenían a mirar, escuchar, tomar fotos y cantar junto con la marcha.
Con paradas estratégicas: en La Catedral, Plaza de Bolívar y por último en la Alcaldía de Manizales, se dio fin a la protesta simbólica que tiene como objetivo informar a la población sobre los feminicidios en Caldas, informar a hombres y mujeres de que el machismo no se ha quedado en tiempo pasado, sino que sigue siendo latente, en el maltrato intrafamiliar, en las pocas oportunidades que tienen la trans de conseguir un trabajo, en el pensamiento de cada mujer que sigue afirmando que un hombre siempre será el centro del hogar, en el pensamiento de las familias que creen que sólo las mujeres tienen la obligación de los quehaceres de la casa, y entre muchas otras palabras y acciones que fomentan una desigualdad absurda entre personas.
Por todo esto, por la violencia ejercida contra mujeres, personas trans, hombres y mujeres homosexuales, los colectivos: La ropa sucia no se lava en casa, La Puta Manada, El Raro, Subversión Marica, Rayuela, Pluriversos, entre otros, seguirán marchando, luchando y afirmando: “¿Puta? ¡Putísima! Y cuando digo no es ¡no!”
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