Dos valijas, telas del piso al techo y un manejo de luces tenues son suficientes para convertir el escenario principal del Teatro Fundadores en desierto, río e incluso en el limbo. Le Destin tragicomique de tubby y nottuby narra el encuentro de dos infortunados y sus intentos por avivar la vida, o vivir en el intento.
La obra reúne los ojos del público en las dudas existenciales que muchas personas han sentido, además promueve el tan necesario momento para reírse de uno mismo. Sophie Berch y Louis Fortier crean a Tubby y Nottubby en un proyecto anterior por el cual los personajes viven las guerras en la Grecia del 431 antes de cristo; los personajes no se conformaron con una guerra y regresan a custodiar el ultimo pozo de petróleo en el mundo, a la vez que se dan a la tarea de resolver sus vidas desordenadas, no saber qué hacer con ellos mismos y esas minucias.
La trama escénica y sus personajes permiten un conexión casi que instantánea con el espectador, Aun así Luis y Sophie – actores y creadores- trabajan de tal manera, que la obra llega al punto en el que los subtítulos del francés al español pasan a segundo plano, para dar suelta a la imaginación colectiva, y por supuesto una risa espontánea basada en la ironía.
Cuando se encienden las luces y baja el telón ya se puede continuar con los debates de ser y no ser. Mientras sucede la obra, Shakespeare no parece del siglo pasado, la filosofía pasa a momentos lúdicos, la vida se aviva y de paso vivimos en el intento.