Un Recorrido por la Cultura Cafetera en el Corazón de Chinchiná

A 18 kilómetros de Manizales, la capital de Caldas, se encuentra Chinchiná, un municipio que relata su historia no solo con palabras, sino a través de sus fachadas coloridas, balcones de madera y calles empedradas. Este pequeño enclave cafetero, rodeado de montañas y bañado por el sol tibio de la mañana, fue también el lugar donde Colombia vio nacer su primera planta de energía eléctrica, un hecho que marcó un antes y un después para el desarrollo de la región. Desde entonces, la electricidad aquí es como el café: un impulso vital, presente en cada casa, en cada esquina. Basta con entrar en cualquier café de Chinchiná para sentir esa conexión particular: el sonido de las tazas al chocar, el aroma fuerte del café molido y las voces en tertulia, mientras los más experimentados preparan con esmero un tinto que, como dicen allí, solo puede entenderse si se prueba en estas tierras.