Texto: Jonny Carvato.
Fotografías: Cortesía de Üelkom Networks.
«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo». Eduardo Galeano.
Üelkom es una organización social sin ánimo de lucro, constituida con el propósito de generar y entretejer redes basadas en la cooperación, sororidad y el desarrollo comunitario. Transformar, es el término clave, y a la vez propósito mismo del talento humano que respalda cada iniciativa, pues existe un sentido humano que es inherente a las labores desarrolladas por la organización, en donde se brindan alternativas a problemáticas específicas de las comunidades, generando identidad, sentido de apropiación y transformando esas historias de negativo a positivo.
Con acciones pequeñas y con la certeza de que con éstas se puede transformar al mundo, Eduardo Mejía, un emprendedor y visionario manizaleño, ha trabajado durante una década con Üelkom, transformando historias y brindando esa posibilidad de dejar una huella positiva en cada comunidad.
«Me gustan las cosas pequeñas, me gusta vivir las cosas de forma simple, dejar una huella positiva en cada viaje […] Pienso que el día que no exista, me gustaría saber que he aportado con acciones pequeñas que dejen una huella positiva en la realización de los sueños de otras personas».
Eduardo es Comunicador social y documentalista, apasionado por los viajes, la cámara, la bici y esa historia de vida detrás de cada persona, encaminó su hacer profesional hacia propuestas de valor que generaran un impacto positivo a nivel social y comunitario, lo que se convirtió con el trasegar del tiempo en su proyecto de vida.
«La historia de Üelkom nace durante un programa de voluntariado en la punta sur de África, dentro de la comunidad de Tabing, en el distrito del pueblo minero de Welkom». Afirma Eduardo, quien relata crudas anécdotas de su estancia en la provincia africana, pues enfatiza en los graves problemas de desnutrición presentes en la comunidad que lo albergó en aquel entonces. «Con la generación de bio huertas a base de fibra de madera fortificada, se logró transformar los hábitos alimenticios de los habitantes de esta comunidad, que vieron en esta iniciativa una solución a su principal problematica».
Poco después de su primera experiencia etnográfica, Eduardo regresa a Colombia y crea Üelkom, un proyecto de innovación social que toma como base la etnografía para ejecutar proyectos de comunicación para el desarrollo, donde más que pretender contar historias, apunte a transformarlas.
Üelkom, además de apostar por el progreso de las comunidades a través de acciones de desarrollo social, tiene otras líneas de acción, una de ellas es la consultoría; la organización brinda asesoría a entidades privadas y públicas en formas responsables y exitosas de ejecutar proyectos, pues el impacto social y ambiental derivado de su actividad económica posee la misma relevancia que la rentabilidad que una empresa pueda generar.
«Es necesario redefinir el sentido del éxito, no sólo en términos económicos. Queremos encaminar a las organizaciones hacia procesos de triple impacto; al estilo de una mesa de tres patas: ambiental, social y económico; se necesitan las 3 para que el sistema funcione correctamente».
Üelkom contempla la etnografía como una sólida base sobre la cual se cimentan sus proyectos, esta herramienta les permite adentrarse en un riguroso trabajo de intervención comunitaria; el convivir con las personas, ser frecuente, respetuoso, desarrollar el contacto y la sencillez, genera confianza y les permite comprender los elementos y las dinámicas culturales de cada entorno.
Actualmente, la organización busca generar alianzas estratégicas de cooperación internacional donde personas, socios y patrocinadores puedan apalancar procesos de alcance social sostenibles, pues la gran mayoría de proyectos son creados y diseñados por las propias comunidades.
«Hemos logrado inspirar a través de la acción, lo llamamos inspiracción, se hace tangible en el momento en que las ideas se comienzan a materializar en acciones y hechos. Inspirar funciona en los procesos etnográficos al momento de generar confianza al interior de las comunidades».
Una década de trabajo da cuenta de desafíos que se han convertido en oportunidades de afianzar su compromiso para con el mundo. Eduardo menciona que uno de ellos ha sido permanecer en el tiempo, debido al poco apoyo brindado por el gobierno para los emprendedores, se hace cada día mas difícil sobrevivir en el mercado, sin embargo es una situación que hace de Üelkom una organización con el firme propósito de ser rentable y sostenible, como debe serlo una organización social.
«Después de esta primera década, queremos convertirnos en un grupo empresarial de proyectos productivos creados por comunidades y marcas con propósito, queremos apostar a mejorar al mundo con acciones pequeñas que contribuyan a un gran cambio».