Memoria riosuceña, un bálsamo contra el olvido. La labor incesante de Óscar Henao Carvajal
«Para entender al riosuceño hay que conocerlo en sus dos facetas: la carnavalesca por un lado y la religiosa por el otro. Los que entran al diablo a la plaza en carnavales son los mismos que cargan al Nazareno en Semana Santa». Estas fueron de las primeras palabras que compartió conmigo el escritor riosuceño Óscar Henao Carvajal mientras me hablaba del último proyecto en el que trabajaba: una historia de la fe católica del municipio. Esa mañana, de camino a su casa, después de semanas de sequía se anunciaba una temporada de invierno: viento frío, nubes grises, densas y amorfas cubrían el sol. En el parque de La Candelaria el asfalto húmedo tenía el resplandor mate típico posterior al rocío matutino y el agua contenida en las hojas de los árboles salpicaba el suelo con el posarse de los pájaros.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo