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Machi, otra vez nos la mandamos:  La lucha del bloque disidente del estado por devolverle el valor político al orgullo LGBTIQ+ en Manizales.

Por: Alejandra Cárdenas QuinteroFundación Polari

Sábado 8 de julio, 10:00 a.m., las guapas de Armario Abierto y la gente de Fundación Polari estamos arreglando nuestras carrozas en la casa refugio de las guapas de Manizales; es un día muy especial y el más estresante a la vez para nosotres: es la marcha del Bloque Disidente del Estado, y este día, pese a todo pronóstico y voluntad le recordamos a los manizaleños de bien y a su administración que las Maricas existimos y resistimos en un territorio tan hostil como puede ser esta ciudad greco caldense.

Esta marcha organizada por las organizaciones disidentes de Manizales, nació del hastío por el pinkwashing y como siempre, de la resistencia de las Guapas, que en el 2018 se mamaron de que la administración de turno “las disfrazara de princesas por un día para tratarlas como cenicientas el resto del año”, y decidieron que ellas, que en contra de todos, hace diez años habían realizado -solas y sin ningún apoyo-, la primera marcha LGBTIQ+ en Manizales, querían volver a hacer su propia marcha, una que dejara de ser un “Carnaval de Colores” como lo convirtió en ese entonces la Alcaldía cuando cooptó la  marcha del orgullo en Manizales.

Esta iniciativa, tiene más bien la intención de ser un grito; Sí, un grito de rebeldía y cansancio, ese mismo que resonó en Stone Wall por allá en 1969 en las gargantas de las madres trans y trabajadoras sexuales: Marsha P. Jhonson (mujer negra) y Sylvia Rivera (mujer latina). Un grito que inició una revuelta, que tomaría tanta relevancia, que fue tomada como el “inicio histórico” de la lucha por los derechos civiles y políticos de las personas LGBTIQ+ (Cabe aclarar que en los Sures ya existían disidencias sexuales luchando, pero la visión hegemónica y blanca de la historia las han dejado en un olvido bien conveniente para el capitalismo rosa). A este grito de rebeldía, se unió Fundación Polari en el 2019, y desde entonces, todos los años nos reunimos con Armario Abierto (Colectiva de las Guapas) para planear lo que será la marcha del Bloque Disidente del Estado, y es que no crean, vivimos en un país en el que entre los años 2020 al 2022 alrededor de 6.644 personas LGBTIQ+ fueron víctimas de algún tipo de violencia basada en el prejuicio, de acuerdo con los datos del informe “No se mata lo que no se olvida” de la Corporación Caribe Afirmativo. Sin olvidar que, los trans feminicidios siguen sin ser juzgados, los hombres trans siguen teniendo pésimas condiciones para su salud mental, y las mujeres lesbianas y hombres gays aún siguen siendo rechazados en los espacios públicos, por lo que, escoger incluso el lema que vamos a utilizar, se vuelve una tarea complicada, pues hay tanto por lo que gritar y reclamar que, a veces, las consignas se nos quedan chiquitas para tanta discriminación

Medio día: Las carrozas están casi listas, ahora falta treparnos a nosotres y ver como vamos a almorzar todes, pues esta marcha así como disidente también es autogestionada e independiente, por razones políticas y por la experiencia que nos ha dado los años de activismo, sabemos que recibir plata de la Alcaldía de Manizales, así sea para un cartel, significa que, en algún reporte de la Secretaría de las Mujeres va a parecer nuestra marcha como una actividad de ellos que disfrace los ya disfrazados informes sobre el cumplimiento de la Política Pública Municipal LGBTIQ+ de Manizales, como si fueran ellos los que se queman las pestañas preparando los carteles, consiguiendo las donaciones, tocando puertas para darle vida a esta gran iniciativa que nació en la calle y exigimos que se mantenga en la calle. Y que, si no fuera por grupos feministas como Fondo Lunaria, fondo que apoya las iniciativas de las organizaciones sociales de mujeres jóvenes y diversidades sexuales en Colombia, no se podría realizar. Esta, nuestra marcha, la marcha de las organizaciones que no le hacemos el juego a la administración municipal, muchas veces se hace con tan poco presupuesto que pasamos noches pensando como vamos a hacer para poder salir y darla toda; porque si algo sabemos hacer las maricas es tirar la casa por la ventana y esta es la fecha para eso.

3:30 p.m.: Vamos una hora retrasades, las Guapas aún no llegan y la carroza de Polari apenas está llegando al Triángulo, el susto por la posible lluvia pasa, definitivamente el secreto de las brujas feministas que nos acompañan, no falla, el sol empieza a resplandecer y llamo a la Madre Shaira, me dice que ya está llegando, nos organizamos y les pedimos a la gente que por favor abra espacio, para las dos carrozas que faltan, la gente se abre y se acomoda la carroza de Polari, luego cuando las guapas ya están en el sitio, les avisamos a les marchantes que vuelvan a abrir espacio para la carroza de las Guapas, quienes siempre van al frente de la marcha. La gente se acomoda y ellas pasan en medio de aplausos, silbidos y alegría, profundamente simbólicos en una ciudad en que, en marchas de la Alcaldía incluso, se han atrevido a cuestionarse si le debían dar permiso a las Guapas para salir a marchar. Como si la calle no les perteneciera, como si su derecho a habitar esta ciudad no se lo hubieran ganado a pulso y lucha.

Se siente la felicidad de Fundación Polari, es la primera marcha en carroza, después de cuatro años de activismo, nos podemos dar el “lujo” de tener una carroza, estamos orgulloses de lo que hemos hecho y merecemos celebrar, celebrar tantos años de lucha y disidencia, de tener nuestros principios políticos claros y defenderlos, si es necesario, por las “malas maneras del activismo” (como si alguna revolución se hiciera pidiendo permisos). Ya todes estamos preparados, ¡es hora de empezar!.

Cae la tarde y son cerca de las 5:30 p.m.: Ya llevamos buena parte del recorrido y de manera un poco extraña, especialmente este año todo ha marchado bien, no ha habido motos que aunque esté prohibido se quieran meter en medio de la marcha, no hay policías hostigando ni amedrentándonos, tampoco hay situaciones conflictivas en los marchantes. Por un momento, en Polari recordamos porque hacemos esto, cuando Erick un niño trans ve la carroza y se acerca alegremente a saludarnos con un cartel que dice Infancia Trans, está orgulloso de ser quien es, y lo mejor de todo, es de los pocos privilegiados de tener una familia que lo apoya y se siente orgullosa de él, nos miramos entre todes, le invitamos a subir a la carroza y a celebrar, que este año el movimiento social trans está exigiendo una ley integral trans, esa que busca que niñes como él no tengan que vivir la discriminación que las personas con experiencia de vida trans han sufrido, que busca que derechos tan básicos y lógicos como el derecho a la salud, educación, empleo e identidad le sean garantizados a Erick y que, con ello podamos asegurar no sólo que sea un niño feliz sino que pueda soñar siendo un adulto realizado, porque aunque no lo crean el soñar es un lujo que este cis-tema les ha negado a las personas con experiencia de vida trans.

6:30 p.m.: Llegamos al sector de Fundadores, hay gente abarrotada en el puente y en el teatro Los Fundadores, nos observan aterrados y sorprendidos, pues desde la mirada goda y conservadora de esta ciudad, las personas LGBTIQ+ somos eso, los extraños, el circo, los relegados que un día al año se creen con el derecho de recorrer su ciudad y salirse de la cishetero norma, nosotres no nos amedrentamos, empezamos a gritar y a recordarles a los espectadores que no se hagan los guevones, que matan las travestis delante de la gente y no hacen nada, que sus hijes pueden ser lesbianas o maricones, ¡que exigimos una Ley Integral Trans ya! la gente se incomoda, y ya con eso logramos nuestro objetivo, nosotres no queremos que nos “acepten”, exigimos que nos respeten en toda nuestra diversidad, no les estamos pidiendo favores, les estamos reclamando lo que por ley nos pertenece, y vamos a incomodar hasta que algo cambie, y nuestros derechos sean garantizados,  la Marcha del Bloque Disidente es eso, la incomodidad, el relajo; la marica que no se queda callada ni se viste como indica la heteronorma, nosotras no conocemos el manual de Carreño, porque para existir nos ha tocado aprender a gritar y a no aceptar la fiscalización de nuestro tono y nuestra digna rabia: aquí estamos furiosas porque ser marica en Manizales es estar en un constante peligro y no lo aguantamos más.

Ya van siendo las 6:50 p.m. y estamos llegando a la calle de las Guapas y al parque Alfonso López, la madre Shaira recuerda que el trabajo sexual es trabajo y que hay que ser muy guapa para ejercerlo, la calle que es olvidada en Manizales ahora es el centro de atención de les marchantes. Shaira termina su discurso, me abraza y me dice: “Machi otra vez nos la mandamos”, yo le sonrío porque sí, otra vez nos la mandamos, otra vez logramos gritarle al Estado que existimos y que sus políticas nos matan y no nos protegen,  otra vez, recordamos a las madres trans que murieron sin ver la justicia para ellas y sus hijes, otra vez nos la mandamos frente a este cis-tema patriarcal que nos quiere en pugna, como decía la madre Laura Weinstein no se nos acabaron las fuerzas ni las ganas, para decirle al mundo que:

¡juntas y vivas nos queremos!.

Click en las imagenes, para ver mas fotos de la marcha del Bloque Disidente del Estado

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