Texto por: Valeria Cipriano
Fotos Por: Valeria Cipriano y Andrés C. Valencia
Entre la neblina y la ventisca que circuló en medio de las montañas, Manizales recibió así al Festival Hip Hop. Los bajos retumbaron, haciendo temblar el suelo inundado por charcos de la lluvia imparable. A pesar del frío que acalambró hasta los huesos a los asistentes del evento, se sintió el calor de los artistas cuyas barras los mantuvo en pie.
En la tarima de la Media Torta de Chipre se vivió ese otro sueño americano de los raperos. Conquistar a sus espectadores con sus rimas que hablan de sus vivencias en la calle, de sus luchas personales, recorridos por la música y la importancia de crear una comunidad
Conmemorando el recuerdo de las comunidades afroamericanas de los barrios neoyorquinos como el Bronx y Brooklyn en los 70, se realizaron varias demostraciones de break dance. Varios de estos artistas desafiaron la gravedad, poniendo su mundo patas arriba.
La escena hip hop regional
El Festival es un nicho que reúne el arduo trabajo de crear un espacio propicio para que cada artista pueda relucir en sus estilos únicos. “Llevamos años ganándonos un espacio que no debería ser una lucha sino una representación de lo que pasa en los diferentes barrios de la ciudad, en los diferentes colectivos y en las personas que trabajan para hacer de la música un sueño, un proyecto de vida o un activo cultural de la ciudad para proyectar a nivel local, regional y nacional”, expresó Santiago Cardona (Shikiman Lil Fyah), quien fue presentador del Festival.
En la actualidad, ya se reconoce el hip hop como algo más que un género underground. Al abrirse paso a tarimas del tallaje de festivales como el Estéreo Picnic y el Rock al Parque, se puede decir que logró trascender a la cultura pop y mainstream al también diversificar las propuestas de los artistas.
Si bien el rap representa a parte de la juventud de la actualidad en el país, no podemos olvidarnos ni dejar atrás las raíces de quienes se encargaron de mostrarles una nueva forma de expresarse a sus comunidades. Tal fue el caso de Juan Pablo Giraldo, mejor conocido como MC Gogó, que hace parte del colectivo Chinchiná Hip Hop.
MC Gogó se reconoce a sí mismo como el padrino del hip hop en Chinchiná luego de mostrarles esta vertiente artística de los Estados Unidos en 1998 a los jóvenes de su pueblo. “Fui el que llevó ese movimiento a Chinchiná cuando nadie más lo conocía, ni de qué constaba ni sus raíces. Empecé a decir tengo esta idea que me dieron desde Manizales, Pereira y Bogotá, y así se formó el hip hop allá”, comentó con orgullo MC Gogó.
El recibimiento por parte de los locales fue “brutal porque hubo mucho apoyo. Era algo que no tenía el pueblo y que no se conocía porque se tenían otros intereses musicales como el house y el techno. También con la curiosidad de vestirse ancho, de letras, rimar, tarimas”, concluyó.
A pesar de haber un gran cambio generacional del movimiento hip hop tanto en la formas de escribir como de rimar, nunca se dejará en el olvido el conocimiento de dónde proviene su cultura. El rap seguirá siendo de la calle así se alterne con otras esferas de la industria musical.
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