AMOR Y SACRIFICIO JUAN JOSÉ PEÑARADA-4

Amor y sacrificio

Texto y fotos por: Juan José Peñarada Giraldo

Las decisiones no siempre se toman con la cabeza, se toman cuando el corazón se rompe y parte la vida por la mitad y que, si bien traen esperanza, también viene consigo un vacío que nunca se llena del todo. Esta es la historia de muchas madres que tuvieron que huir, que cruzaron mares, fronteras y miedos, no por ellas mismas, sino por sus hijos.

Mudarse no es solo cuestión de maletas, conlleva la nostalgia, la culpa, las lágrimas retenidas, los abrazos que se quedan en el aire. Es decir adiós a quienes más amas una y otra vez, con la garantía de un regreso, con la esperanza de que, lo que se perdió, valdrá la pena el sacrificio.

Cuando una madre elige residir y trabajar en otro país, lo hace por amor, por ese instinto extremadamente poderoso de proteger y dar lo mejor a sus hijos, aún cuando eso significa perderse momentos de sus vidas. Lo hace con la esperanza de un futuro en el que no tendrán que elegir entre sobrevivir y soñar. Lo hace con el alma hecha pedazos, porque sabe que cada moneda que gana es una noche sin dormir a 3,000 millas de distancia, un cumpleaños al que no llegará, una Navidad a través de una pantalla.

Pasan los años de trabajo duro, de amaneceres fríos, de noches en las que el cuerpo está cansado, pero el espíritu no se rinde. Son años en los que las risas de sus hijos están al otro lado del teléfono, en lugar de llegar desde la cocina, donde los abrazos virtuales han reemplazado a los reales y decir «te extraño» es la nueva normalidad.

Y después de todo ese tiempo, uno nunca se acostumbra por completo. Nunca. Hay dolores que duelen y no se desvanecen. Cada adiós es tan doloroso como el primero y siempre que regresa, aunque solo sea por unos días, todo se ilumina: el olor de la casa, los pasos apresurados, las miradas que se cruzan. Sin embargo,  esa alegría siempre trae su sombra, porque en algún momento, todos saben que pronto volverán a separarse, que los días juntos son una cuenta regresiva que nadie se atreve a pronunciar.

No hay nada más ensordecedor que el silencio tras una risa mutua. La casa está vacía de nuevo. La cama está hecha en soledad. La ropa no huele del mismo modo y ella…, al otro lado del mundo, volverá a esa rutina donde sonríe mientras trabaja y llora cuando nadie la ve, porque, a pesar de que lo haría de nuevo sin dudarlo, no significa que no duela.

Nadie te enseña a ser una madre a la distancia. Nadie prepara el corazón para ver crecer a los hijos a través de una pantalla. Si bien el dinero mejora las cosas materiales, no compra tiempo, ni abrazos, ni presencia y, aún así, miles de madres están cada día luchando en silencio,en cada turno de trabajo, en cada noche solitaria y en cada sacrificio.

Aunque el resto del mundo no las vea y muchos no sepan lo que este amor requiere, ellas saben que no hay nada más poderoso que una madre que ha decidido que sus hijos son las personas más importantes del mundo y que hará lo que sea necesario para protegerlos. Lo que las impulsa no es el deseo de tener más, sino la profunda necesidad de que sus hijos no carezcan de nada.

Este texto es para ellas: las que lloran a solas, las que ríen a medias, las que todos los días luchan con el peso de la nostalgia en sus corazones, por nunca acostumbrarse a las despedidas, porque amar de esta manera es no tener nunca la oportunidad de acostumbrarse. Es para aquellas que cambiaron la comodidad del hogar por el frío de lo desconocido, todo en nombre del amor.

También es para los hijos, para que nunca olviden que detrás de cada regalo y de cada oportunidad hay una historia de amor y sacrificio. Hay una mamá detrás de cada llamada, que haría cualquier cosa para que ellos estén bien.Una madre ama sin medida, lucha sin descanso, porque -a pesar de que el espacio parezca infinito- el amor de una madre siempre llega. Siempre.

Dedicado a Gladis Emilsen Giraldo C.

{{ reviewsTotal }}{{ options.labels.singularReviewCountLabel }}
{{ reviewsTotal }}{{ options.labels.pluralReviewCountLabel }}
{{ options.labels.newReviewButton }}
{{ userData.canReview.message }}
SUSCRÍBETE AL Newsletter Revista alternativa

Al inscribirte en la newsletter de Revista Alternativa, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de Revista Alternativa que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.