En un taller hecho con paredes de madera, tejas intercaladas y piso de cemento se encuentra Álvaro Gonzales Salazar. Él es un artista del metal, sus manos nacieron para moldear las ideas ocultas que se encuentran detrás de la chatarra, se inspira en el Quijote de la Mancha y en las figuras mitológicas de la antigua Grecia.
Fotografías por: Lex Artis.
Cuando Álvaro era pequeño su papá tenía un taller en donde recolectaba chatarra, un hombre que llegó a Manizales desde Bogotá como pintor de casas. Su hijo era muy inquieto con todos los pedazos de hierro, y con ellas hacía figuras. Siendo totalmente empírico, a sus 15 años hizo su primera exposición en la Feria de Manizales, estas figuras eran de guerreros y gente del común como habitantes de calle y ancianos.
Allí se ganó el primer puesto, pero a sus padres no les llamaba mucho la atención el arte. Esto no detuvo a Álvaro, pues a él le gustaba mucho leer y ver películas de mitología griega y romana, lo cual lo inspiraba para trabajar sus trozos de metal. “Yo me puedo llamar Don Quijote, porque soy un loco del arte”, cuenta él apasionado, y agrega que se encuentra ideas en todas partes: en una sombra, en un pedazo de basura, y más que nada en la naturaleza.
“Ya todo está inventado. El hombre nunca ha creado nada, todo está creado solo hay que encontrarlo”.
Revela Álvaro. Él siempre está buscando las figuras de los Hidalgos, de los Quijotes, de guerreros, de cañones o los baúles. Ahora hace esculturas de animales, y también la mayoría de las estructuras de tránsito en la ciudad como las señales, los semáforos o los espejos de tráfico.
Su taller se llama Arte Vulcano. Vulcano es el dios del metal que fabricaba espadas para defender al Olimpo, a él lo caracterizan con un yunque, es decir el trozo de hierro con que moldean las varillas; una forja y un martillo gigante. Incluso a Álvaro lo llamaban Vulcano cuando joven.
Su trabajo lo ha definido como reciclador de ideas. Luego de su galardón a los 15 años, lo invitaron a la Feria Artesanal de Grupo Andino (FAGA) en Venezuela, una feria para artistas y artesanos. Álvaro fue apoyado por el Sena y por la Corporación para el Desarrollo de Caldas. Asimismo ha estado en las ferias de Armenia, Popayán y en todas las de Manizales. También enseñó en Diseño Industrial en la Universidad Autónoma y en el colegio Iném, cursos de arte y manejo de materiales pesados.
Además de su adoración por el metal, también trabaja madera, barro y cemento. Frente a esto explica que “uno como artista tiene que ser integral”, pues luego de trabajar con el material más duro que es el hierro, los otros materiales se le hacen un poco más fáciles.
“No me gustan las copias, ni las mismas mías”, cuenta riendo. Cada una de sus estructuras son diferentes, su idea no es serializar su trabajo ni los muebles que hace, por eso su concepto es bien aceptado, porque ninguna pieza es igual a la otra.
El hombre Vulcano es pionero en las figuras de navidad, los pesebres iluminados y demás cristiandades para fechas de navidad, él mismo las hace con luces. Álvaro se puede demorar hasta tres días tallando y dándoles forma a sus esculturas, siempre comienza por el rostro, ya que con esta da las proporciones al resto del cuerpo.
Así es como entre Quijotes, Hidálgos y figuras mitológicas, Álvaro plasma sus ideas en figuras de metal, le lleva siempre un arduo trabajo y peligrosas maniobras que le han dejado cicatrices inolvidables en sus manos. Al referirse a ellas, dice que son las que piensan, mas no las que hacen todo.