Los cinco entierros de Pessoa: Ingresando a la mente de un grande

La compañía Teatro Tierra asumió un reto: reconstruir en una puesta en escena la mente de Fernando Pessoa, uno de los poetas más reconocidos del siglo XX. La complejidad radica en  las múltiples personalidades que surcaron su mente. Una obra de soledad, poesía, espíritu y muerte.

Texto por Juliana Villanueva

“Me siento tan aislado que puedo
palpar la distancia entre mí y mi presencia”
– Fernando Pessoa

La compañía colombiana Teatro Tierra decidió revivir en su montaje a uno de los grandes poetas que el mundo ha dado. Revivió la mente de Fernando Antonio Nogueira Pessoa, más conocido como Fernando Pessoa. En esta obra confluyen temas como la soledad, el espíritu, la historia de Portugal, la poesía y finalmente, la muerte.

Este montaje escrito y dirigido por Juan Carlos Moyano, uno de los grandes dramaturgos colombianos, fue un gran reto, pues reconstruir la mente de un artista como Pessoa no fue tarea fácil: “Estudiamos la lengua portuguesa, viajamos a Portugal y estudiamos corrientes esotéricas que movieron el conocimiento de Pessoa”, afirmó Moyano.

Este dramaturgo junto a su equipo de trabajo, estudiaron el ‘sebastianismo’, un movimiento místico-secular que recorrió Portugal en la mitad del siglo XVI, y que además de tener un contenido bastante espiritual, se centró en la inconformidad política y la expectativa de una salvación milagrosa, todos estos elementos se ven reflejados en la creación de Moyano, pues Pessoa era un fiel creyente.

Los cinco entierros de Pessoa es una obra que refleja los últimos días del escritor lusitano en su ciudad natal, después de que el síndrome de Delirium tremens lo atacara y le hiciera demostrar al mundo sus heterónimos, esas múltiples personalidades que surcaron su mente y se convirtieron en su gran martirio y en su gran riqueza literaria.

Este tipo de montaje, que muestra algunas de las personalidades de Pessoa, nunca se había realizado, pues aunque al teatro se han llevado obras de este autor, jamás se había montado sobre la mente del mismo: “Se han montado textos de Pessoa pero jamás se habían detenido a observar la complejidad del personaje”, indica Moyano.

Fernando Pessoa, además de poeta, fue escritor, periodista, publicista y comerciante, facetas que de una manera u otra se muestran en esta creación de 100 minutos, montaje que puede llegar a ser algo pesado para algunos espectadores.

En el caso de la presentación en el Festival Internacional de Teatro de Manizales, algunos de los asistentes cayeron dormidos ante la complejidad del texto. “La obra tiene un guion muy bien construido, entonces para las personas que no estén contextualizadas con quién fue Fernando Pessoa, puede resultar algo pesada”, expresa Iván Camilo Muñoz Franco, uno de los espectadores de la obra.

“Pasar de los fantasmas de la fe a los espectros de la razón no es más que ser cambiado de celda”, dice Pessoa, o más bien quien lo interpreta en este montaje (uno de tantos). Este poeta tenía al menos cinco escritores dentro de sí: Álvaro Campos, Alberto Caeir, Ricardo Reis y Bernardo Soares, Pessoa incluso creó biografías y textos dedicados o escritos por cada uno de ellos, todos con personalidades e ideologías completamente distintas, todos peleaban en su mente, pero todos también sabían que morirían el día que Pessoa muriera.

Moyano incluso llegó a pedirle permiso a este escritor portugués por medio del espiritismo para formalizar este montaje: “Nosotros participamos de toda esta evocación espiritual, esta la realizamos mediante mecanismos que quizá Pessoa utilizó para atraer a sus múltiples personalidades”, concluyó Moyano.

Teatro Tierra, además de esta creación tiene múltiples obras inspiradas en la literatura del mundo, aunque intentan nunca dejar de lado la cultura y el folclor colombiano. Esta compañía comenzó labores hace 30 años, cuando Moyano y Clara Inés Ariza – quien también actúa en la obra – decidieron crear un grupo que les permitiera construir un lenguaje cercano a su manera de entender el escenario y de expresar la poética y el drama.

Este colectivo ha contado con una presencia constante el Festival Internacional de Teatro de Manizales: “En 1964 tomamos por asalto el Festival sin ser invitados, intervinimos la voz del presidente y declaramos la voz generacional que nosotros aún no habíamos expresado, desde ese momento comenzamos a construir un camino que ha tenido como referente el Festival de Manizales”.