Texto por: Rafael Santander
Fotos por: Andres C. Valencia
Es común entre las posturas antiintelectualistas dentro de los ambientes artísticos el rechazo a la academia y para esto se esgrime a modo de argumento una innumerable cantidad de ejemplos de artistas famosos que han podido hacer su carrera sin necesidad de salir de una escuela sin contar los ejemplos de éxito de quienes estudian o, el ejemplo aún más lamentable, de los aficionados que fracasan por carecer de educación formal. Entre las diversas razones contra las escuelas de arte destaca la de que el aprendizaje dentro de las aulas no prepara a los egresados para la realidad inmediata ni los acondiciona para el mercado laboral o, en términos más generales, no les enseña el negocio del arte ni los adapta para trabajar en las condiciones de nuestro sistema económico.
Independientemente del valor que pueda tener este argumento en el debate general, pues «¿qué debe enseñarse en una escuela de arte?» es una pregunta que desde las decanaturas de estas facultades seguramente se hacen todo el tiempo; este argumento pone de manifiesto una falta grande de las escuelas de arte a nivel nacional y quién sabe si este fenómeno ocurra en contextos mayores. Hay, evidentemente una falta de conocimiento de los artistas de este país alrededor de temas legales y económicos relacionados con su oficio, así como un desconocimiento por dinámicas y roles propios de la industria cultural. Por fortuna Manizales cuenta con la Fundación Territorio Joven, interesada en la generación de espacios de intercambio cultural de la juventud de la ciudad, que por medio de la plataforma «Abre tus oídos» se encarga de complementar la educación musical de los artistas de nuestra ciudad con otros conocimientos que no son propios de los espacios académicos.
Durante los primeros días de noviembre, la fundación realizó su ya tradicional «Semana del emprendimiento musical», iniciativa que nació con la finalidad de acercar tanto a músicos como al público general a la industria de la música y que hasta la fecha mantiene sus charlas cuyo rango de temas varía desde los de interés más general y aptos para gente creativa de cualquier disciplina hasta los más específicos para técnicos e instrumentistas.
«No estamos interesados en que los músicos sean abogados o contadores, pero sí que por lo menos conozcan y entiendan, por ejemplo, cómo funciona un contrato por regalías para que pueda tomar la mejor decisión» dice Mario Rojas de Territorio Joven, quien además del interés por el bienestar económico de los músicos de la ciudad se preocupa por el bienestar psíquico de los artistas. «El 2020 dejó unas secuelas psicológicas en todos nosotros y los músicos se han visto muy afectados, por eso desde la Semana del Emprendimiento Musical también estamos muy interesados por su salud mental».
Posterior a la pandemia, el evento ha venido integrando las conferencias virtuales dentro de sus contenidos, algunas de las cuales todavía pueden accederse en el catálogo de transmisiones de la Fundación Territorio Joven en su canal de Youtube
La Semana del Emprendimiento Musical de este año finalizó en el estudio de Caja Negra Records, con el showcase de tres bandas que integran el sello discográfico de Caja Negra: Zálima, Peloegato y Niebla Tribal. «La cultura acá en Manizales está muy dividida por nichos y nuestra idea también es generar espacios como estos para que artistas, promotores, medios y escuelas puedan encontrarse y entablar un diálogo» afirma Paula Valdés, también de la fundación.
Las tres bandas, con gran variedad en términos de edad y de público objetivo, evidencian la riqueza de oferta musical que tenemos en la ciudad. Y entre la audiencia del evento lo que resulta evidente es el interés que existe por la música y el desarrollo de las industrias culturales de la región para que en Caldas y el Eje Cafetero más músicos puedan llegar a nuestros oídos.
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