Texto y fotos: Laura Robayo
«Tengo 28 años, y desde que tengo memoria he querido crear»
Fui una niña muy tímida y de pocos amigos, así que mi lugar cómodo era estar haciendo algo con mis manos: pintando, dibujando, jugando con materiales y leyendo.
Tuve la fortuna de crecer entre los libros que mi mamá me regalaba, historias de fantasía que nutrían mi imaginación y eso hace que recuerde mi infancia con cierta nostalgia, pero también con gratitud.
La fotografía y yo nos encontramos por desordenados eventos del destino, supongo. No era la mejor dibujante y quería hacer imágenes, así que la fotografía parecía -y parece- el medio perfecto. Mañana podrá ser la siguiente cosa, pero por ahora lo disfruto como si fuera la primera vez que lo hago.
A los 12 años tuve mi primera cámara compacta, la cual me cabía en el bolsillo, y con la que documenté años que perdí por obsolescencia programada y no conocer la importancia de hacer back-up.
Desde esa edad no he parado de fotografiar y mis intereses han ido mutando con el tiempo. La fotografía pasó de ser un hobby a ser trabajo. A veces vuelve a ser un hobby, y así sucesivamente.
Ser fotógrafa es lo que nunca supe que quería ser, pero lo que siempre sin querer he sido.
Todo es alimento para su trabajo
Cada vez que me preguntan cuáles son mis influencias, más me cuesta responder. Porque cada vez aterrizo más la idea de que todo lo que veo, escucho, siento, consumo… me toca. Todo eso inevitablemente termina filtrándose a mi trabajo visual de alguna manera.
Gracias a la pandemia y a la imposibilidad de hacer retratos con personas (que era lo que venía haciendo exclusivamente, incluso con mis proyectos personales) nació una línea de trabajo que me ha dado mucha satisfacción y sobre todo la posibilidad catártica de no imponerme métodos o técnicas específicas, sino de jugar, como cuando era una niña, de crear con mis manos y utilizar la fotografía como medio y como material.
Yo le llamo: “una nueva forma de hacer retrato”, y fue desdibujando en mí la necesidad de encasillarme en alguna categoría y terminó por impulsar más mis ganas de experimentar.
Mi trabajo es la combinación de todo lo que despierta mi curiosidad. A veces la gente, a veces la moda, a veces las cosas y las formas, pero siempre, sin falta, el color va marcando el tempo.
«Vivo en constante transformación»
Conoce más del trabajo de
en @larobayo