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Entretejiendo las puntadas de los sonidos para la paz

En medio de un mosaico de sonidos  representado por más de 300 artistas sobre el escenario del Teatro Fundadores, la Universidad de Caldas recibió la bandera del programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz.

Texto por Andres Felipe Rivera Motato

Fotos por Andres C. Valencia

Entretejido Sonoro no solo fue concierto más para la lista, sino que desde su origen como proceso presidencial, coloreo el sonido de una ciudad que rescata la esencia y el sentimiento folclórico de toda una región.

Cómo lo dijo el Viceministro de las Culturas y los Saberes, Jorge Ignacio Zorro “Hoy asistiremos a un extraordinario concierto donde queremos entretejer con sonidos todos los corazones y espíritus que nos juntan con el enorme camino de transformar las mentes e idearios de niños y niñas en la búsqueda de una paz duradera como legado a las nuevas generaciones”.

Un incio con hilos y puntadas

El viaje sonoro guiado por un mapa musical diverso fue abierto por la agrupación Tambor Hembra, que por medio de sus canto, sus maracas, tambores alegres y tamboras recrearon ritmos de cumbia, bullerengue, chalupa, tambora, mapalé y de más sonidos folclóricos que trazaron un camino de amor entre sonrisas, aplausos y baile entre los asistentes de un Teatro Fundadores con un aforo completo.

La  compañía y la magia del dj y músico Julián Cardona fue fundamental para hacer conexión entre un paisaje clásico y moderno, fue el encargado de mantener una fiesta arriba, o en el punto donde tenía que estar, además, que entre gestos parecía ser quien lideraba cada momento de la noche y la gente por supuesto, se lo disfrutó de principio a fin.

Sin perder ritmo, la ruta  continuó con la mística de inocentes voces infantiles que aclamando por la paz fueron acompañados por la Orquesta Sinfónica de Caldas, quienes realizando una pieza sonora dirigida a un público más adulto, los dispuso para sentir y reflexionar sobre el país que aún tenemos.

Entre lágrimas de algunos asistentes, el Coro Infantil del Eje entretejió un ambiente que dio ilusión a las generaciones más adultas, “vivo en un país lleno de vida, donde cada niño, es ilusión, dónde el campesino es de la tierra, donde la violencia es lo peor. Vivo en un país que ahora quiere ser feliz, buscando siempre sonreír”, cantaron con una energía de esperanza, arrugando el corazón de aproximadamente 2000 personas que los escucharon.

Un bordado entre regiones

Trazando un camino largo entre Manizales y el sur del país, la Fundación Tiempos de Cambio unió la ruta de un viaje largo entre las montañas que trajo a la capital de Caldas al Ensamble Putumayo, quienes corearon y conectaron a dos regiones que entre las distancias tienen un sentimiento de paz que los unen.

A modo de celebración por el comienzo de un programa que promueve culturas de paz en el territorio nacional, el Ensamble de Laura Rosas quien llegó  desde el Casanare agradeció a Manizales por su hospitalidad, al público por la energía que le transmitió en su presentación y al Gobierno del cambio por tener en cuenta a su región en este programa que fomenta y fortalece las prácticas, expresiones y pensamientos artísticos y culturales de todo un país que busca La Paz.

Durante la semana previa al concierto, los artistas trabajaron directamente con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes enseñándoles sus canciones y compartiendo sus conocimientos y experiencias. La articulación de este trabajo fue un momento vivo en el Teatro fundadores donde se representó la apuesta que conecta todo el territorio nacional  con el objetivo de fomentar y brindar estímulo a las culturas, las artes y los saberes a través de una articulación interinstitucional entre los sectores de cultura y educación.

Con trencito y todo María Mulata, cantadora y reconocida cantante y artista se conectó con la fiesta y llevo al escenario parte de su repertorio que interpretó de la mano de Tambor Hembra, el Ensamble Cruzao, el Coro Infantil del Eje y la Orquesta Sinfónica de Caldas. “Este proceso pedagógico no solo fortalece las habilidades musicales de los nuevos talentos, sino que les inculca valores de trabajo en equipo, escucha activa y respeto por la diversidad. Estas actividades son fundamentales para la construcción de una sociedad más pacífica y cohesionada”, expresó.

Del mismo modo, Diana Pereira, cantautora afrocolombiana, destacó la importancia de la música en la construcción de paz: “Este concierto contribuye a la construcción de paz en los territorios, todos hacemos parte, niñas, niños, adultos, sabedores, sabedoras, profesionales académicos, y nos encontramos desde el afán de unirnos, de encontrarnos, de converger, de entretejernos, ya per se es una expresión de paz y de unidad”

Este evento que no solo destacó por el folclor, sino el hacer cultural de toda una nación también trajo consigo a Antonio Arnedo, músico determinante en el desarrollo de los lenguajes del jazz colombiano y Jhon Alex del Castillo que con su marimba enrumbó a todo un público culto y que entre los destacados resaltaba la corbata de la oligarquía Manizaleña.

Zurciendo un producto para la paz

Entretejido Sonoro se presentó como una sinergia interinstitucional inédita en la gestión educativa, cultural y artística en el país, entre las ocho universidades que implementan el programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz en 1.590 instituciones educativas de 687 municipios, con 3.400 formadores y docentes musicales, para impartir educación musical a 300.000 estudiantes de primaria y secundaria en 2024.

“es un proyecto que fomenta el tejido social a través de la música. Tiene esa característica porque reúne a mucha gente alrededor de esos conciertos y les hace reflexionar sobre la importancia de estar entretejiendo lazos de convivencia, lazos de resonancia emocional que van a permitir cambiar esos imaginarios de violencia que hemos tenido”, explico Jorge Ignacio Zorro Sánchez, viceministro de las Artes, la Economía Cultural y Creativa, quien dirige el programa presidencial.

Finalmente, en una noche donde la música no paro ni un minuto se cerró un pacto entre el Ministerio de las Culturas y los Saberes y una universidad que ahora cuenta con el compromiso de llevarle al país una lección de paz a través de los sonidos, la música y los saberes del arte, la cultura y el sentir de toda una región.

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