El Festival volvió a recordar por qué el teatro sigue siendo ese espacio donde caben todos: la memoria, la infancia, la esperanza y hasta las preguntas más difíciles encontraron lugar en los escenarios.
En el auditorio de la Universidad Nacional, la compañía A la Mar, de México, entregó Gaspar y Violeta. Fue un viaje intenso que llevó de la ternura de Violeta Parra al dolor de la dictadura y, del dolor, al humor negro sin miedo a la mezcla de lenguajes, ni a incomodar.
“Nuestra obra narra el golpe de estado en Chile, 1973. Narra la historia de Patricio Rivas, un dirigente del Movimiento Izquierda Revolucionario Nacional. Invitamos a todos y a todas a que vengan a los teatros de Manizales a disfrutar de este hermoso festival”, señalaron los integrantes de la compañía mexicana A la Mar.
Más temprano, en el auditorio de Confa, el turno fue para la compañía española Tian Gombau, con Zapatos Nuevos. Allí los niños — y también los adultos — descubrieron que un par de zapatos puede ser el punto de partida para recorrer mundos enteros. La sencillez del montaje, con cajas que se convertían en casas, criaturas o paisajes, arrancó sonrisas y silencios atentos en cada función. Una pieza breve, delicada y poética que demuestra que el teatro familiar puede ser profundo sin perder su magia.
La jornada cerró en el Teatro El Galpón con Yellow Factory y Oblivio Teatro, compañías colombianas que presentaron Diciembre. La puesta en escena presenta a Mateo, un soldado que regresa a casa en Nochebuena para compartir la velada con sus hermanas mayores, Valentina y Ángela. Ambas esperan un hijo y, a la vez, arrastran un resentimiento profundo que transforma la celebración en un campo de batalla emocional. Entre tensiones, reproches y momentos de humor, se enfrenta a la decisión más trascendente de su vida.
“Estamos muy felices de estar acá en el Festival de Manizales, hemos tenido una experiencia muy hermosa viendo teatro de todo el mundo y teatro local. Nos hemos sentido muy acogidos y estamos maravillados con el nivel increíble, la acogida que han tenido los manizalitas con nosotros, así que muy honrados y afortunados de estar aquí”, aseguraron Laura Ángel y Valentina Lozano, integrantes de estas compañías colombianas.
El cuarto día del Festival Internacional de Teatro de Manizales 57 fue de contrastes entre la memoria política y la ternura de la infancia; entre la sencillez de un objeto y la complejidad de la historia, entre lo conocido y lo que apenas empieza a nacer.
El Séptimo Congreso Iberoamericano de Teatro abrió el diálogo entre arte y política en el Festival de Manizales
Se dio inicio el 7° Congreso Iberoamericano de Teatro, en el marco del 57° Festival Internacional de Teatro de Manizales. Este encuentro académico y artístico convocó a investigadores, creadores, gestores y críticos de toda Iberoamérica con el propósito de reflexionar en torno a las múltiples relaciones entre el teatro y la política.
Desde México, Irene Jeanine Tapia, expresó su alegría por ser ponente en este Congreso. “Quisiera decirles que estoy maravillada con este Festival. Hoy, que es el primer día, hemos tenido unas jornadas de intercambio maravillosas, sobre todo con teatro chicano, teatro de minorías, teatro de revista. Y sinceramente el intercambio con los colegas, con los artistas, con los directores ha sido muy enriquecedor. Estoy muy contenta”.
A través de ponencias, mesas de diálogo y presentaciones editoriales, el Congreso buscó abrir un espacio de pensamiento y debate sobre cómo las artes escénicas dialogan con la sociedad, la memoria, los derechos humanos y los procesos culturales contemporáneos.
El Festival Internacional de Teatro continuará hasta el 5 de octubre. La invitación está abierta para seguir dejando que el arte cambie la manera de mirar el mundo.