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Feria de Arte Corporal — Sensibilidad y talento bajo la piel

Texto por: Rafael Santander

Fotos por:  Giovanni Galvez

A una cuadra del triángulo, en una casa que hasta hace poco lucía avisos de «Se arrienda», entre pendones de la Licorera una bandera pirata ondea al viento. Lo que antaño inspiraba temor deviene hoy señal, la marca diferenciadora de un espacio no convencional en medio de la Feria de Manizales, una invitación de ingreso a quienes desean algo más que música de cantina y prendedores de patos a la Feria de Arte Corporal.

La energía particular que irradia la casa y que circula por sus pasillos junto con el olor fresco de la esterilización quirúrgica que desprende cada uno de sus cuartos adaptados para la realización de tatuajes y perforaciones. Las paredes vibran con la música electrónica, las cumbias y ritmos afro, llenas de pendones, diseños e ilustraciones de trazos y colores vibrantes.

Destaca también la gente que recorre los pasillos, sus pintas, peinados, el vinipel alrededor de sus brazos y tobillos —señal de un tatuaje recién hecho—, la compañía a cuatro patas, los niños con camisetas de bandas de rock clásico, toda una serie de significantes tan alejados del típico disfraz de latifundista con sombrero aguadeño y poncho terciado que nos comunican la particularidad de este lugar que tiene el poder de convocar a la gente alternativa de la ciudad y que abre espacios para nuestra comunidad en la Feria.

En respuesta a la entonces naciente industria del tatuaje en la ciudad, en el año 2009, Manizales celebró su primera entrega de esta Feria como un espacio de formación y profesionalización del emergente oficio de tatuador. Y aunque siga expandiendo su abanico de ofertas con bebidas, comida y mercado artesanal, se mantiene fiel a su premisa inicial: el viernes 12 se celebrará un seminario de formación donde se realizarán talleres de proceso creativo, lettering, pintura free hand, bioseguridad, manejo de residuos y fotografía comercial de tatuajes. 

Aparte de este seminario, para el público que no está interesado en realizarse un tatuaje o perforación, además del mercado ya mencionado hay una exposición con cinco cuadros realizados por artistas nacionales y una breve historia del graffiti que incluye el contexto colombiano. Adicionalmente, se vienen realizando todos los días a las 3 de la tarde talleres de creación abiertos a todos los visitantes, dictados por artistas locales.

«Nuestra intención es abrir un espacio de diálogo con la ciudad, que tengan su  interlocución con estas formas de arte» afirma Juliana Toro, productora general de la Feria de Arte Corporal, «aprovechando la cantidad de visitantes extranjeros y de otras ciudades, queremos promocionar nuestra comunidad artística, sobre todo porque en una ciudad universitaria como esta, siempre hay una búsqueda de nuevas tendencias y una movida fuerte del arte alternativo».

Ya sea para comerciar o solo para parcharse a escuchar música y tomar algo, este espacio de la Feria que con su bandera pirata saluda a la ciudad no necesita de disparos de advertencia para llamar la atención. Su buen ambiente, su música y su vitalidad, resultado de una muy buena curaduría, ejercen una atracción y generan motivos más que suficientes para querer ir y quedarse.

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Etiquetas:Visionario
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