Texto y fotografías: Santiago Toro Marín
«Con la escritura y la imagen busco generar la empatía de las sociedades privilegiadas hacia aquellas comunidades que son vulneradas y discriminadas».
Inicié en la fotografía cuando estaba terminando la secundaria, en el 2017. Aprendí a manejar la cámara de manera autodidacta a través de tutoriales de YouTube. En búsqueda de un horizonte claro para mí vida profesional y artística me enlisté en el Técnico de Fotografía y Video en Unitécnica.
Allí comenzó mi formación visual en áreas de composición, color y mensaje. En el paso por aquellas aulas me incliné por la línea de la reportería gráfica. En ese momento enruto mi brújula hacia el periodismo.
Actualmente estoy en noveno semestre de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de Manizales. En estos años de pregrado obtuve el Premio de Periodismo Universitario Corte Final en la categoría crónica escrita y un Premio Orlando Sierra, en la categoría profesional de fotografía.
Influencias
Me enruté a este mundo gráfico por la magistral técnica de composición y color de Steve McCurry para contar historias. Destaco también la sensibilidad y la resiliencia de las fotografías de Diego Herrera. La pulcritud de lo caótico de Brendan Hoffman. La humanidad y visibilización de Victoria Razo. La valentía y el coraje de narrar la cotidianidad de Federico Ríos. El magistral uso de sombras, líneas y espacios de Alan Schaller. Podría mencionar también a Rodrigo Abd, Lynsey Addario, entre otros.
Narrativa visual
«Se trata de observar y caminar por las comunidades llenas de miradas ausentes, donde la paciencia evoca el momento que se hará eterno en la imagen, pero pasajero en la vida diaria«.
Inspiración
No alcanzamos a percibir la sustancia efímera con la que se desvanecen estos espacios. Somos habitantes inmersos en un movimiento sin regreso, planos ausentes de miradas cálidas, recurrentes pasadizos que habitan en acciones distorsionadas por el afán de no tropezar con el encuentro. La calma que escasea erradica el asombro y, el caos que se establece, configura una sociedad sin pausa.
«Hago uso de la cámara como herramienta para mirar hacia el mundo, hacia afuera, para los otros, dejando a un lado el yo como protagonista«.
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