Texto e ilustraciones: Mariana Granada
Soy Mariana Granada Vélez, artista autodidacta y de raíces manizaleñas. En el arte encontré una forma de expresión y una herramienta de sanación y autodescubrimiento.
Mi recorrido hacia el arte ha sido de todo menos lineal. Aunque me formé como auxiliar de enfermería, fueron los momentos más difíciles de mi vida, y una hospitalización por salud mental, lo que marcó un punto de inflexión.
En ese proceso, una artista plástica me extendió la mano y me ayudó a reconectar con una pasión que había estado dormida dentro de mí. El apoyo incondicional de mi pareja y familia también ha sido esencial para reencontrarme con el arte y hacer de él mi camino.
Este redescubrimiento me impulsó a estudiar Diseño Gráfico, y mi formación en ilustración; en su mayoría autodidacta, me ha transformado en una artista profundamente conectada con mis emociones.
Para mí, el arte es una forma de «curar con colores», donde cada trazo se convierte en una narración personal. Pintar no se trata tanto de comunicar un mensaje concreto, sino de sumergirme en el proceso: un estado de flujo en el que el tiempo se desvanece y el mundo exterior desaparece, permitiéndome encontrar equilibrio y sentido en cada pincelada.
El estilo de la obra
Mi estilo es versátil y se adapta a lo que estoy viviendo, a las preguntas que me rodean y a la intención de cada proyecto.
Lejos de encasillarme en un estilo único, considero que mi arte está en constante evolución. Cada ilustración es una búsqueda, una forma de entender y representar el mundo, ya sea a través de técnicas análogas o con herramientas digitales.
Hubo un tiempo en el que me sentía insegura de definirme como artista, atrapada en una visión elitista del arte que parecía inalcanzable. Con el tiempo, comprendí que el arte es, ante todo, una forma de expresión y un espacio de libertad donde puedo hacer lo que amo. Mi evolución artística ha sido un acto de perseverancia más que de talento innato.
Del mismo modo, confío en que puedo alcanzar el nivel de ilustración con el que siempre he soñado, ya que me encuentro en un constante proceso de aprendizaje y crecimiento. Pongo mis colores al servicio de causas que tocan mi corazón, con la esperanza de inspirar a otros a través de mi historia y mi arte.
Sanar a través de los colores
Con mi arte, busco reflejar la esencia de las emociones y la belleza de los momentos que marcan nuestras vidas. A través de ilustraciones, quiero inmortalizar recuerdos valiosos, capturando esos instantes únicos que merecen ser celebrados y recordados para siempre.
También quiero que mis ilustraciones sean una fuente de motivación y alegría, un recordatorio de que incluso en los días más oscuros, los colores pueden sanar y hacernos sonreír.
Mi arte no solo es una expresión personal, sino también una herramienta para ayudar; quiero poner mis trazos al servicio de causas benéficas, contribuyendo a generar un impacto positivo, y a sensibilizar a las personas sobre la importancia de cuidar y apoyar a quienes más lo necesitan.
«El arte es el puente que conecta el alma con el mundo, cada trazo cuenta una
historia que merece ser compartida».
Más de esta ilustre en: @marilustra.col
Nuestros recomendados