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La Fiesta de la Música demostró que Manizales se mueve en ‘un solo espíritu’

Texto por Andres Felipe Rivera Motato

Fotos por Andres C. Valencia y Giovanni Gálvez

Contenido patrocinado por Alianza Francesa de Manizales

En un lugar tranquilo donde las distancias no son muy largas y el ritmo de vida no es tan acelerado como el de una gran metrópolis, los eventos culturales se vuelven un pilar fundamental para el entretenimiento de los jóvenes y el fortalecimiento social de su población. Manizales goza por ser una ciudad que concentra a diferentes artistas que van en pro de estos atributos. Del mismo modo es cómo nace una fiesta que hoy tiene lugar en todo el mundo, incluyendo a la ciudad de las puertas abiertas.

A 8,652km del punto de origen

La Fiesta de la Música es un evento de origen francés que tiene sus raíces en 1976, cuando el estadounidense Joel Cohen, trabajando para France Musique, propuso las Saturnales de la Música para mostrar la esencia de lo local. No fue hasta 1981 que este festival se consolidó como parte de la historia cultural de Francia.

La Fiesta de la música llegó a Colombia en el 2007, pero el ministro que la avaló ya hablaba del tema algunos años atrás. Carlos Velásquez, periodista de Cultura de la ciudad, nos contó cómo llegó este evento a la ciudad. “El ministro de cultura de Francia, Jack Lang tuvo la idea de que los músicos salieran al parque, a las avenidas, a las calles en cualquier formato y estilo musical y cuando vino a Manizales en el año 1968 al Festival Internacional de Teatro, mismo festival donde estuvo Pablo Neruda, ya venía hablando del tema”.

Maurice Fleuret, recién nombrado Director de Música y Danza, declaró: «La música estará en todas partes y los conciertos en ninguna«. Para él, la revolución musical estaba en marcha y daría voz a todos los géneros, promoviendo «una liberación del sonido, una embriaguez, un vértigo más auténtico, más íntimo, más elocuente que el arte». Hoy en día, esta liberación musical se celebra también en una ciudad a 8,652 km de Francia, donde desde hace 14 ediciones se vive con la misma intensidad y pasión.

En Manizales lleva 14 ediciones y cada vez tiende a ser un evento más significativo, “La primera edición en esta zona fue en el municipio de Neira, luego creció, llegó a la ciudad y pasó de estar en el parque Antonio Nariño, en Confa, en el Parque de la Mujer, a estar en el lugar donde hoy se celebra: Parque Ernesto Gutiérrez”. Recordó Velásquez.

Aunque el evento nació en Francia en Manizales viene creciendo como un evento de ciudad. “Queremos que la gente lo disfrute, conozcan los nuevos talentos, las nuevas músicas, que esto sea una vitrina importante para todos los artistas. Queremos que el público goce con lo local, reconociendo que este evento es algo de nivel internacional, esa es la apuesta. También la música sirve como canal para fortalecer la paz, para compartir y especialmente para la libertad”, explicó Marcela Echeverri, directora de la Alianza Francesa de Manizales.

Del solsticio de verano europeo a la temporada de inviernos (21 de junio)

Como es costumbre, este evento se realiza en el inicio de cada solsticio de verano; sin embargo, al ser una fiesta que se realiza en todo el mundo el mismo día, no todos los territorios cuentan con la fortuna de tener un excelente clima para ese día. A pesar de las fuertes lluvias en Manizales, el evento se logró realizar con total normalidad e incluso múltiples asistentes vieron esta oportunidad para salir a bailar y saltar en los charcos.

Desde muy temprano el Parque Ernesto Gutiérrez se dispuso a recibir a las bandas y los asistentes que no pararían de bailar en una jornada que fue hasta las 11 de la noche. Eran las 10 de la mañana y Santiago Loaiza ya estaba sobre las gradas disfrutando del evento. “Pocas veces en Manizales tenemos la oportunidad de disfrutar tanta variedad de géneros en un solo espacio y en un solo día. Yo no solo estoy acá para apoyar a los artistas de mi ciudad, yo estoy acá porque me gusta, porque quiero, porque estoy seguro que el día de mañana cualquiera de los que están acá podrían estar llenando un estadio en el otro lado del mundo y allí quiero estar recordando este día”. Expresó.

La jornada comenzó despejada, con amenaza de lluvia, como es usual en Manizales: gafas de sol, gorra, chaqueta y paraguas. El escenario lo abrió Maria Antonia Márquez, estudiante del Colegio Anglohispano, quien se presentó con un repertorio en francés destacando la riqueza del idioma y el talento músical de toda una región ubicada en el viejo continente.

El siguiente turno fue para Monoliro, un artista que experimentó la fusión de instrumentos étnicos con sonidos electrónicos, sintetizadores bajo un concepto novedoso que le permitió a la gente vivir un momento reflexivo. Durante su presentación, la audiencia pudo vivir un pasaje por diversos territorios del mundo gracias a la cantidad de géneros musicales que este artista trajo a colación.

La lluvia no se contuvo un minuto más sobre el cielo y salió a bailar al ritmo de Sonido Deskarado, una banda que empezó a sonar en Manizales a mediados de mayo del 2015, agrupación que puso a bailar a un par de personas e incluso a las gotas que caían del cielo, su show que no solo fue de ska logró destacar lo íntegros que son los artistas de la ciudad y esa capacidad que tienen de ser versátiles ante el género.

“Gracias a los que hacen este evento, me parece una chimba la música, no hay mejor cultura que la música, yo soy de Bogotá, pero vivo aquí hace más de 9 años y asisto a todos los eventos que se hacen en la ciudad y más si está Sonido Deskarado, porque me soya un montón, me estoy disfrutando este festival con lluvia o con sol”, comentó, Carolina Tarquino, espectadora del evento.

Acto siguiente, como si nada salió el sol para recibir a Human Scale, una de las bandas jóvenes de la ciudad, quienes lograron mostrar en el escenario parte de su álbum Parallels & Paradoxes y cautivaron a la audiencia con sus canciones en inglés y español. Su mezcla de indie y post punk resaltó sobre el abstracto de sus letras.

El rock pasó de lo abstracto a lo literal con la banda Autopista, una banda que nació en el 2012 rindiendo tributo a agrupaciones de Rock Clásico, Alternativo & Rock. Sus letras contaron historias inspiradas en libros, como el clásico de Bran Stoker, Dracula. Musicalmente fue una banda que le hizo honor a su nombre, una agrupación que disfrutó el escenario completamente de principio a fin.

A una de las bandas les tocó vivir un largo viaje por carretera y fue Reset Band, un grupo de Samaná Caldas que trajo consigo personas que se sabían todas sus canciones, sobre las gradas se escucharon los coros de todos aquellos seguidores que los acompañó, demostrando que los municipios del departamento de Caldas también cuentan con un buen cortejo.

En medio de un torrencial que por un momento amenazó con la suspensión del evento, Corrosión Cerebral arrasó con el escenario y logró poner a poguear y saltar en los charcos a todos aquellos que los acompañaron, sus letras se centraron en romper estigmas y etiquetas con ideales antiescena. La banda buscó romper diferencias entre el metal y el punk.

Su capacidad de convencimiento fue tanta que Jorge Albeiro Sierra, un ciudadano que pasaba por ahí de camino al centro a hacer unas vueltas cotidianas, se logró permear por el sonido y se acercó a escuchar y a disfrutar de lo que estaba ocurriendo. “Iba pasando y cuando oí ese sonido me fue inevitable pasar por alto, pensé que solo era música de un bafle, pero cuando mire que era música en vivo me dio una alegría muy grande”.

Ya caía la tarde y tal como dicen que Manizales es una fábrica de atardeceres, de la nada salió el sol por un rato solo para hacerle honor a ese título que representa a la ciudad en múltiples lugares del mundo. Ese destello de luz le tocó a Juanrio sobre el escenario, un  Dúo de “música Electroandina” que por un momento dejó de ser un grupo en el escenario a ser la banda sonora perfecta para ese momento, su táctica con los instrumentos y la sutileza con los detalles permitieron vivir una experiencia que solo quienes estuvieron allí pudieron sentir esa conexión.

El atardecer comenzó a darle a los espectadores un viaje por el mundo, debido a que sobre la tarima se montaron los primeros artistas internacionales, el dúo Bigune Flamenca, una colaboración de dos artistas que nutrió a Manizales con los ritmos de la rumba Flamenca y de la música Bigune de Martinica dando como resultado música alegre, positiva y llena de vida.

Comenzaba la noche y el cierre local estuvo a manos de Nauj Project, una banda que esa noche estrenó su reciente sencillo titulado: Mantis. Esta banda de indierock permitió hacer un recorrido por diferentes sonidos dentro del rock clásico y moderno, logrando una combinación con música electrónica. Tras su presentación en la Fiesta de Música dieron una sorpresa a su público y fue la noticia de su gira por Europa ya que estarán realizando un viaje por España, Italia y Francia sumándose a la programación de diferentes bares y espacios culturales del viejo continente.

Nuevamente los artistas internacionales posaron rodeado de montañas, frío y el olor tan particular de la zona. Accordémon, un cantante-acordeonista, le enseñó a la gente de Manizales como en otras culturas se logra percibir el impacto de la cumbia. Este  activista del fuelle criado al aire libre en el sur de Francia propuso una mezcla sabrosa

de sonoridades francesas y latino americanas, desde el vals, hasta otros sonidos más urbanos como hip-hop o raggamuffin.

Así como en el inicio la lluvia no se quedó atrás y tampoco se perdió el cierre de este evento que caloreo durante un día frío a los manizaleños. Durante una hora el municipio de Riosucio se vino hasta la capital de Caldas a contagiar de alegría carnavalera a todos sus habitantes. Saqueazipa fue la encargada de llevar la noche a otro nivel. Desde el año 1983 hasta el 2024 se mantienen explorando diferentes facetas musicales dando como resultado una agrupación que fusiona la identidad Riosuceña con influencias artísticas, andinas, latinoamericanas y que puso hasta los artistas franceses a bailar.

Las Polifonías para La Paz se unieron en un solo espíritu

Bajo el lema “Un solo espíritu” se convocaron a las propuestas musicales con una estética festiva y popular, que transmitieron valores comunes a la colectividad que representa la música. “Esta fiesta de la música la logramos convocar gracias a los amigos, a las alianzas, a los gobiernos, a las empresas y a todas las personas que siempre nos acompañan, porque hoy en la fiesta que celebramos hemos dicho que es solo un espíritu, que la cultura francesa es sólo un espíritu y que la vida la podemos vivir con un solo espíritu. Esta fiesta representa polifonías para la paz”, declaró Carlos Arturo Gallego Marín, presidente de la Junta Directiva de la Alianza Francesa de Manizales.

Evento apoyado por el Ministerio de las Culturas, Las Artes y los Saberes en su Programa Nacional de Concertación Cultural

Gracias también al apoyo de la Embajada de Francia en Colombia, el Institut Français ¿ Colombie, Emas Manizales by Veolia, Aguas de Manizales, Fundación Batuta Caldas.

Agradecimiento especial a las emprendedoras del colectivo @Festicollage

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