Texto Por Luisa María Parra Cadavid
Ilustraciones por Andres Gonzales Reyes
Pum, pum. Pum, pum. Pum, pum. Pastilla. Silencio. Desconexión. La respiración sigue su ritmo, el corazón late y la temperatura se mantiene estable, pero se apaga uno de los signos vitales importantes y poco reconocidos en las mujeres: el ciclo menstrual.
Según el artículo del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, Menstruation in Girls and Adolescents: Using the Menstrual Cycle as a Vital Sign, el ciclo menstrual debe considerarse como un signo vital igual de importante, dentro de la evaluación del estado de salud general de los pacientes, sumado a la temperatura corporal, el pulso, la frecuencia respiratoria y a la presión arterial.
No es habitual que un ginecólogo o un médico general pregunten cómo es el sangrado y cuál es su color, cuántos días dura, qué tanto duele y si afecta emocionalmente, etc.
“Hay que entender que la sangre menstrual es un signo vital, es decir, nos hace saber qué tan saludables estamos, porque esta sangre es el resultado de un proceso que pasa por unos filtros y por otros órganos, hasta llegar al útero”, explica Gabriela Rivera Díaz, creadora de la comunidad Flowfem, dedicada a construir un mundo libre, donde las personas pueden aprender a fluir con su cuerpo, emociones y sexualidad.
El interruptor de lo natural falla cuando se utilizan anticonceptivos hormonales. Se ocultan las realidades y la ciclicidad de los cuerpos femeninos, y en algunos casos, la menstruación desaparece, y en otros, ocurre el sangrado por abstinencia, ya que no hay ovulación.
En la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud realizada en el 2015 en Colombia, más del 75 % de las mujeres sexualmente activas usaban métodos anticonceptivos, donde prevalecían el condón, el implante, la píldora y la inyección.
Las pastillas anticonceptivas son recetadas con el fin de regular, de prevenir o “curar” diversas situaciones, brindando una solución rápida, acorde a la inmediatez del mundo actual. El principal fin es evitar un embarazo, pero también son utilizadas para controlar ciertas condiciones médicas, con el riesgo de sufrir diversos efectos secundarios como: la disminución de la libido, dolores de cabeza, baja de lubricación, depresión y eventos tromboembólicos que pueden llevar a la muerte.
Gabriela asegura que se necesita ir a la raíz de la situación y que “existen muchas formas naturales de tratar estas condiciones de salud y está 100 % comprobado que se puede mejorar la apariencia de la piel, tratar el ovario poliquístico, la endometriosis y el sobrepeso, sin hormonas”.
“Existen muchas formas naturales de tratar estas condiciones de salud y está 100 % comprobado que se puede mejorar la apariencia de la piel, tratar el ovario poliquístico, la endometriosis y el sobrepeso, sin hormonas”.
Romper el paradigma: menstruación consciente y planificación natural
Ser conscientes de lo que se lleva dentro del cuerpo es clave para iniciar un proceso de autoconocimiento, pero primero, es importante saber qué es lo natural. “La menstruación no debería generar dolores fuertes, dura de 3 a 5 días y llega cada 27 o 32 días. La sangre saludable es de color rojo rubí, con coágulos ocasionales y tiene un olor metálico, porque contiene hierro”, explica el ginecólogo obstetra, Alejandro Rojas Castillo.
El ciclo menstrual se compone de 4 fases, cada mujer las experimenta de diversas formas, pero cada día del mes ocurren diferentes situaciones en el sistema reproductor femenino que van más allá de lo físico y trascienden a otros ámbitos de la vida.
Llevar un registro de estas situaciones, síntomas y factores externos que pueden afectar los estados físicos y emocionales, permitirá implementar la anticoncepción natural de forma rigurosa y segura, ya sea con el método sintotérmico o el modelo Creighton, que se basan en la trazabilidad de la temperatura basal, el moco cervical y la posición del cérvix, los cuales pueden ser combinados con métodos de barrera como el condón o el diafragma para asegurar un mayor porcentaje de efectividad.
El doctor Alejandro expresa que reconectar con lo natural “es un proceso que exige muchísimo y es un ejercicio difícil, porque el autoconocimiento requiere de observación propia”. Además del autoconocimiento, también es necesaria la educación sexual para romper los miedos ante un posible embarazo, el acompañamiento de un profesional y de la pareja, puesto que todo tipo de planificación debe ser llevada con responsabilidad por ambos miembros de la relación.
Según Profamilia, los métodos hormonales tienen una efectividad del 98 % y para Planned Parenthood, los anticonceptivos naturales son efectivos entre un 77 y 98 %.
Cabe resaltar que una gran cantidad de mujeres tienen la libertad de elegir cómo quieren vivir la relación con su menstruación y planificación, aun así, hay otras que no pueden acceder completamente a la información y a productos para llevar estos procesos de la forma deseada. Por esto, es importante tomar un papel activo en sociedad para empezar a crear consciencia y a educar sobre esta realidad.
Si deseas aprender más sobre métodos anticonceptivos, menstruación consciente y planificación natural, consulta con tu ginecólogo de confianza o visita las páginas que te recomendamos a continuación: