Durante la semana, el Centro Cultural Rogelio Salmona es el epicentro de un espacio literario donde convergen los protagonistas, los autores y los libros. Sin embargo, en esta edición, lo más notable son los lectores y los nuevos rostros que frecuentan estos espacios y las voces disidentes. Por esta razón, la Universidad de Caldas le apuesta por invitar a escritores que captan la atención de los más jóvenes y por crear oportunidades especialmente diseñadas para esta audiencia.
Durante la semana, las mañanas se dedicaron a actividades académicas con la participación de instituciones de educación básica y media, que disfrutaron de talleres, conversatorios y momentos especialmente diseñados para ellos. El quinto día no fue la excepción.
En un espacio completamente lleno de jóvenes de colegio, Gilmer Meza y Luis Miguel Rivas, ambos escritores que abordan historias del barrio, la calle, los conflictos y sus particularidades, presentaron un conversatorio en el Óculo del Centro Cultural. En los rostros de los espectadores se pudo notar el gozo de este momento.
Ángela Usma, profesora de ciencias sociales de décimo y once en el Instituto Francisco José de Caldas, destacó la relevancia de estos espacios para los estudiantes. Mencionó que su participación en la Feria surgió tras un proceso de trabajo iniciado el año pasado sobre organizaciones barriales y colectivización comunitaria. Según ella, estas historias reflejan recorridos vividos en los barrios populares de Manizales, lo que permite a sus estudiantes poner en práctica lo aprendido en el aula y expresar las realidades y necesidades de los jóvenes.
Además, resaltó que la experiencia en la Feria es enriquecedora para los estudiantes, especialmente, por la dinámica del conversatorio, donde las preguntas de los jóvenes ampliaron el diálogo con los autores. Ángela, quien se autodenomina «la profe rara», disfruta de llevar el aprendizaje más allá de las aulas tradicionales. Para ella, la ciudad es un espacio ideal para cuestionar, reflexionar y expandir el aprendizaje, desafiando las estructuras convencionales de la educación.
Ángela Usma, profesora de ciencias sociales
Gilmer también expresó su agrado al ver tantos jóvenes participando en este espacio y destacó la amabilidad de los manizaleños: “Si tuviera que escribir un libro sobre Manizales, lo haría sobre su gente, que es lo que más me impresionó. Son muy queridos, formales, afectuosos y siempre dispuestos a ayudar. Con los chicos fue una experiencia tremenda, me encantó ver a tantos jóvenes leyéndome, ya sea desde los colegios o por iniciativa propia, y eso me parece maravilloso».
Gilmer Mesa – Escritor
La Feria del Libro de Manizales ofreció un espacio diverso y enriquecedor donde voces y cuerpos disidentes se destacaron, con lo que se desafiaron las normas tradicionales de los eventos literarios.
El espacio tambien incluyó a Mikaelah Drullard, escritora dominicomexicana, quien presentó su obra “El feminismo, ya fue” y compartió su perspectiva sobre la importancia de la inclusión en espacios culturales. «Me parece increíble que la Feria del Libro incluya cuerpos disidentes, como travestis, personas afro y racializadas, como un ejercicio de disputa del espacio. Generalmente, este tipo de eventos ha sido históricamente dominado por cuerpos normativos, la heterosexualidad y la normalidad cultural. Creo que nosotras ya deberíamos haber estado aquí hace mucho, porque tenemos mucho que decir, y nuestra voz y escritura son urgentes».
Mikaelah Drullard, escritora
