Texto por: Valeria Cipriano
Fotos por: Valeria Cipriano y Juan José Peñaranda
Colectivos artísticos, grafiteros y ciudadanos se reunieron el pasado 19 de enero para pintar en las paredes de la Avenida Gilberto Alzate Avendaño con la frase “las cuchas tienen razón”. El mural, que se está realizando también en distintas ciudades del país, es una muestra de solidaridad con las madres buscadoras de Medellín.
En diciembre de 2024 se encontraron los primeros restos humanos en La Escombrera, también conocida como la “fosa común a cielo abierto”, considerada como la más grande de Colombia. Las pintadas son una muestra de apoyo a aquellas familias que llevan denunciando por más de 20 años, la desaparición de sus seres queridos en la Comuna 13 de la capital antioqueña.
Tatiana Gutiérrez, líder social y fundadora de la Fundación Mujeres Víctimas para la Reconciliación, es víctima de desplazamiento forzado. Oriunda de Medellín, llegó a tierras caldenses a continuar con su lucha por la búsqueda de su prima que lleva desaparecida 22 años. “Para nadie es un secreto que todos los días desaparecen gente. Nosotras nunca descansamos para buscar nuestros familiares y nos preocupa mucho que no existan mesas de diálogo para saber qué está pasando, porqué se está desapareciendo a la gente”, expresó.
Para Tatiana es importante mostrar apoyo y solidaridad con las madres de Antioquia, ya que “en todo el país tenemos madres buscadoras. Para mí es muy importante desde Caldas estar apoyando a mi tierra y, también quisiera, que dentro de esas muestras que se están sacando se tenga en cuenta la familiar que ando buscando”.
Las arengas improvisadas y los pitos de los carros se hicieron presentes esa tarde de domingo, mostrando solidaridad con los participantes de la iniciativa liderada en Manizales por el colectivo Pinta Resiste. Estas intervenciones artísticas tienen como propósito contrarrestar el olvido. “Impulsado por lo sucedido en La Escombrera, lo veo más como una necesidad de alzar la voz, ya que todos hacemos parte de esto”, dijo Juan Camilo Loaiza “Lodos”, muralista y graffitero de la ciudad.
“Este acto tiene un origen político e ideológico, de una raíz feminista y también popular, que nos hayamos encontrado aquí jóvenes y los mayores para decir que no vamos a permitir que lo que sucedió en la Operación Orión y en La Escombrera se quede oculto por más años. Por eso estamos aquí”, comentó Alba Inés Cano, quien pertenece a la Red Nacional de Mujeres.
Distintos colectivos y fundaciones de Manizales realizaron donaciones de pinturas y brochas, permitiendo así que cualquier ciudadano pudiese participar de la pintada del mural. El evento también contó con una comitiva encargada de alimentar e hidratar a quienes asistieron durante la jornada.
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