Texto por Daniel Diaz
Fotos por Andres C. Valencia
En este, el país del perene tronar de los disparos y de aguaceros de sangre inocente y de no tan inocente, se habla de hacer la paz o hacer las paces desde hace ya varias décadas, entre ciclos de gobiernos y grupos beligerantes y delincuencia común exacerbada, que de cuando en cuando se detienen a hablar en una de las muchas conversaciones para el desarme o para un acuerdo de paz, y de entre las grietas de dichos diálogos se suelen colar, apropósito y sin intención, peticiones y propuestas de la gente del mismo pueblo que ha sido víctima y victimario de los conflictos y que, en muchas ocasiones, se usan las artes como actos de reivindicación y catalizadores y, así surgen procesos, proyectos profundos y amplios que influyen en gran parte de la sociedad, ya sea desde grandes regiones o en localidades de pequeñas dimensiones, inspirando procesos para combatir el silencio sobre temas de violencia y de conflicto.
Con ese interés han surgido organizaciones comunitarias, públicas y privadas que buscan llegar a la construcción de las paces desde distintos ángulos, con la intención de visibilizar los actos infames que sucedieron y suceden en Colombia, y que también se esmeran en encontrar una superación individual y colectiva de la violencia, algunos de esos ejercicios encuentran en las expresiones artísticas un camino para lograrlo con todos los obstáculos que se puedan encontrar en el discurso. Hay por doquier muestras de las artes como catalizadoras de paz, por ejemplo Sonidos para la Construcción de Paz, una iniciativa del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia que pretende promover las culturas de paz por medio de la música y todo lo que su entorno significa, o por ejemplo la Fête de la Musique, un evento que lleva más de 3 décadas como un espacio de convergencia de diferencias y que, a pesar de ser una iniciativa para Francia, se ha difundido en muchos lugares del mundo, y este año con el apellido Polifonías para la Paz.
Marcela Echeverri, directora de la Alianza Francesa de Manizales comenta que «La Fiesta de la Música es para todos los públicos y todas las músicas, en esta décima tercera versión hemos celebrado las polifonías que implica la música, dentro de un entorno de convivencia, y nos preguntamos ¿Qué es la paz para nosotros? ¿Qué implica eso a través de la música?»
Este año la Fête, se llevó a cabo en La Plaza Andina, también conocida como Parque Ernesto Gutiérrez, con un derrotero diverso en géneros musicales contando con la escena y presencia de artistas como: Andreina Restrepo, Pipe Stayla, Madriguera, Lozandes, Khimera, Rokamandú, Rockadura, Makana y Vientos de los Andes, que convocó a un variado público en un espacio de convivencia, conversación, canto y baile, en conmemoración del solsticio de verano en Europa o el Inti Raymi en la herencia Inca, un evidente encuentro de agradecimiento, abundancia y fertilidad.
La Fête, es un espacio que en Manizales ya lleva 13 versiones aportando a la construcción y conservación de identidades por medio de la música y todo el contexto que este arte sonoro significa, por ejemplo: modos de vestir, de bailar, técnicas para cantar, formas de percibir el mundo y el entorno, en otras palabras, un encuentro colectivo de individualidades y diversidades, un discurso cercano al ideal de la democracia en donde caben todxs, todas y todos, con derechos y deberes equitativos y equilibrados, y un discurso, que al menos en algunos de los sectores de la sociedad, se vincula en el imaginario con la paz y su construcción, con la premisa: dejar ser, pues también soy.
Madriguera, banda presente en la Fête de la Musique 2023 reflexiona «Entorno al convivio, al encuentro, un espacio como estos donde la gente se encuentra tocando en el escenario permite que la gente se agremie, converse, se sienten juntos, eso rompe barreras y hace que las mismas personas empiecen a conocerse y perciban el contexto como un entorno de paz»
La construcción de las paces debe atravesar una transformación social importante y consciente en lo colectivo y en lo individual, y el perdón salta como un acto personal con consecuencias comunitarias, un acto doloroso y de valentía, un acto imposible como alguna vez lo mencionara el intelectual Jacques Derrida, y esos actos son sinónimo de un pueblo maduro para la paz, y como lo diría Estanislao Zuleta «Solo un pueblo escéptico de la guerra y maduro para el conflicto es un pueblo también maduro para la paz.»
Para Andreina Restrepo, Cantautora manizaleña y participante en la Fête de la Musique «Con el sólo hecho de liberar las emociones por medio de una canción y no por medio de un acto violento, ya literalmente estamos contribuyendo con la paz.» Una frase que en un país que según cifras de la UBPD (2023) se ajusta un estimado de104.602 personas desaparecidas en el marco del conflicto colombiano (https://www.infobae.com/colombia/2023/02/02/dieron-a-conocer-la-cifra-de-desaparecidos-en-colombia-es-mayor-de-lo-que-se-habia-calculado/#:~:text=Seg%C3%BAn%20nuevas%20estimaciones%20de%20la,que%20la%20cifra%20anterior%2C%2099.235), y donde 8 de cada 10 personas víctimas del conflicto son civiles, según la Comisión de la verdad (2022) (https://web.comisiondelaverdad.co/actualidad/noticias/principales-cifras-comision-de-la-verdad-informe-final#:~:text=A%20las%20cifras%20se%20suman,conflicto%20armado%2C%20ocho%20eran%20civiles.) se hace pertinente y evidencia uno de los caminos elegidos para hablar de la paz y el conflicto, y uno de los caminos a veces aceptados para esquivar los dolores de los recuerdos, el camino son las artes y en este caso la música.
Nakor Quintero de Rockadura reconoce que «Como individuos hemos podido comprender que a veces es difícil esa utopía de transformar el mundo como una cosa completa, sin embargo, empezamos a darnos cuenta de que desde que uno comience a reconocerse y a transformar el mundo de uno, comienza a generar pequeños cambios, al menos en su círculo más cercano»
La música es y será un vehículo para mensajes que marcan la idiosincrasia de lugares, generaciones y poblaciones puntuales y generales, en este caso, la Fête de la Musique, Manizales 2023, fue un vehículo para la construcción de paces desde el bailarnos y cantarnos en el camino de la vida.
Click en las imagenes, para ver mas fotos de la Fiesta de la Música 2023
Escucha el capitulo especial de Polifonía Urbana sobre la más reciente versión de la Fête de la Musique en Manizales, una celebración que llevó por lema «Polifonías para la paz», un encuentro que invita a la celebración de la vida y la diversidad, teniendo el arte como punto de encuentro.
A continuación revive los mejores momentos de la Fête de la musique 2023 en Manizales.
