Texto por: Valentina Santos
Fotos por Salomón Zuluaga Becerra y Manuel Vélez Arboleda
“Amo la música a tope, desde el primer momento que la palpé me enamoré de ella”.
Steven Agudelo Giraldo, conocido en el mundo artístico como Steve Sweets, es un joven rapero Manizaleño de 22 años que desde niño se conectó con la música, gusto que también heredó de sus padres. Su padre trabajó en una emisora de baladas llamada Ondas del Nevado y es dueño de una gran colección de música, CDS y vinilos; por su parte, su madre lo acercó a la música desde antes de nacer.
Más adelante, en su época escolar, Steve se destacó por ser una persona artística, participaba en diferentes concursos y eventos, trovaba y bailaba joropo. Y a los 15 años conoció el rap.
Steve comenzó a grabar cuando se reencontró en décimo grado con sus amigos de la primaria. Uno de sus amigos tenía un estudio en el que grababan, escribían y escuchaban beats al salir de clases.
Este artista recuerda que se ganó regaños y peleas con su primera canción a los doce años, pues para sus padres eran letras muy explícitas. Sin embargo, Steve nunca se bajó de la nube de llegar a ser un gran artista. Creció en los barrios Cervantes y Campoamor de Manizales, allí muchas personas le brindaron la mano: su primer micrófono se lo regaló un mariachi de su barrio, y allí tuvo su primera presentación. Fue allí donde comenzó este gran sueño.
Después Steve conoció a AB Fénix, un rapero de la ciudad que le dio la mano y motivación para seguir rapeando, y quien hoy en día es un gran amigo suyo. «Dijo como “vamos a hacerlo, vamos a trabajar’”, y llegué yo a los muchachos de Never die, con todas las propuestas visuales y me abrieron sus puertas. Ya es como una familia, una hermandad», afirma Sweets.
Actualmente este joven rapero trabaja con el sello de Alma Mater, Lavish Studio, Never die skate y La cueva Nds, junto con un gran grupo de personas como ilustradores, fotógrafos, diseñadores en la parte visual, producción musical y masterización, etc.
Cuando Steve Sweets llegó al grupo de raperos era el menor de ellos, ‘el niño’, de allí viene el nombre de Steve Sweets. Él hace sus propios beats y sus mezclas, pues afirma: «un niño siempre anda con su dulce en el bolsillo, para mí los dulces son los beats que yo hago y que les entrego a ellos».
Con el tiempo, cuando ya había ganado experiencia y estaba más sumergido en el mundo del rap, Fénix lo invitó al lanzamiento de Bajo efectos del Beat, en donde rapearon junto con Zeta Zeta y El Jose. También ha tenido la oportunidad de rapear en escenarios con raperos como Doble Porción y Granuja.
La motivación de hacer música llegó con las ganas de contar muchas cosas de su vida, de lo que vive, de lo que pasan por alto, de contar lo que siente y todo esto plasmarlo en canciones. Para Steve muchas veces las personas no tienen el valor de expresarse y cuando escuchan sus letras se sienten identificadas con lo que él dice, y allí encuentran un tipo de apoyo.
«Mi música es algo galáctica. Lo mío es muy libre, me gusta crear de todo, pero llevarlo más allá».
Actualmente Sweets está trabajando en un EP con seis temas junto a Fénix, entre esos está: Aromática, Corrientes, Oro Rosa, los otros están próximos a salir con raperos de la ciudad. Su último lanzamiento de solista fue Recopilaciones, que son cuatro sencillos, «estos temas hablan mucho de lo que soy, de los momentos de bruma, en los que todo se nubla, de los momentos oscuros y también de las aspiraciones que quiero crear con mis amigos y con mi familia».
Además espera a finales de este año lanzar su nuevo álbum llamado Gemas al espacio, el cual tendrá doce o catorce temas, la mayoría producidos por él y con algunas colaboraciones de amigos en beats. Este álbum será una versión con un tipo de evolución musical en sonido y letra, pasará de lo callejero a una tipo de escritura diferente.
“El conocimiento personal que he adquirido es el que me ha moldeado a marcar mi propio estilo, con los sonidos, los golpes a destiempo, el color de las pistas y melodías que te transportan a otro lado y te pierdes en ti mismo.”