Para una Manizales libre de Violencias basadas en género

Texto por: Rafael Santander Arias

Imágenes por: Valeria Cipriano

Datos del Observatorio Nacional de Violencias de Género (SIVIGE) informan que en el año 2024 en Manizales hubo un total de 1096 casos de violencias basadas en género en la ciudad. Esta, con una población de 457.022, indica que por cada cien mil habitantes se presentan 240 casos, muy cercano a la tasa nacional de 262 por cada cien mil. No solo es preocupante la cantidad de casos, también lo es el tipo de violencia que se denuncia, siendo principalmente la violencia física con 113 y la violencia sexual 89 por cada cien mil habitantes, esta última tasa superando el promedio nacional. La otra cifra alarmante es el porcentaje de mujeres víctimas en todos los casos es de 80 puntos, 4 por encima de la media nacional.

Si bien es tradicional hablar de «Violencia contra la mujer» porque esta ha sido la que históricamente ha padecido más de este tipo de violencia según las cifras oficiales de la identidad de género de quienes denuncian, el concepto de «Violencia basadas en género» amplía la definición y el enfoque, considerando que además de las mujeres, las personas no binarias y los hombres también son víctimas de esta forma de violencia por razones de su identidad de género, orientación sexual y sus comportamientos respecto a roles de género tradicionales.

¿Qué son las violencias basadas en género?

Según la ley 1257 de 2008, por violencia contra la mujer (ahora violencia basada en género) se entiende cualquier acción u omisión, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado.

El documento correspondiente al marco normativo, conceptual y operativo del SIVIGE utiliza la siguiente definición: Las violencias de género corresponden a cualquier acción o conducta que se desarrolle a partir de las relaciones de poder asimétricas basadas en el género que sobrevaloran lo relacionado con lo masculino y subvaloran lo relacionado con lo femenino.

Esto quiere decir que en toda forma de violencia de género existe hay una asunción de superioridad del victimario y que esto se debe a unas consideraciones que se tienen sobre lo masculino y lo femenino. También podemos decir que hay violencia de género cuando se presenta discriminación, exclusión o daño a ciertas personas por no cumplir con roles de género tradicionales —sean masculinos o femeninos—, permitiéndonos así entender por qué resultan tan vulnerables a estas los grupos de personas que se niegan a asumir estos, independientemente de su género o preferencia sexual, aunque toda la población pueda ser víctima de esta.

De acuerdo con el DANE y con el Ministerio de Salud y Protección Social (2016) esta violencia de género puede manifestarse de cuatro maneras:

Violencia física: Es cualquier acto de agresión, mediante el uso de la fuerza o cualquier mecanismo, que pueda u ocasione daños físicos internos o externos a la persona agredida y pone en riesgo o disminuye su integridad corporal.

Algunas formas específicas de esta son golpes, heridas o cualquier acto que cause daño corporal.

Violencia psicológica:  Toda acción u omisión destinada a degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas por medio de cualquier conducta que implique perjuicio, afectaciones en la salud psicológica, mental, la autodeterminación, la percepción de sí mismo o el desarrollo personal.

Algunas formas específicas de esta son humillaciones, amenazas, control y manipulación emocional.

Violencia sexual: Todo acto o comportamiento de tipo sexual ejercido sobre una persona a través del uso de la fuerza; la amenaza del uso de la fuerza; la coacción física, psicológica o económica; o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal aprovechando las situaciones y condiciones de desigualdad; y las relaciones de poder existentes entre víctima y agresor.

Algunas formas específicas de esta son actos sexuales no consentidos —físicos o verbales—, abuso o explotación.

Violencia económica: Cualquier acto que desconozca o restrinja el derecho a los ingresos, a la propiedad, el uso y disfrute de bienes y servicios, que tiene una persona, o que atenta contra otros derechos económicos de la víctima aprovechando las situaciones y condiciones de desigualdad; y las relaciones de poder existentes entre víctima y agresor.

Algunas formas específicas de esta violencia son control de recursos económicos, impedimento para trabajar o generar ingresos y pérdida, transformación, sustracción, destrucción, retención u ocultamiento de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores de la víctima.

¿Cómo identificar si soy víctima de Violencias basadas en género?

Si después de leer estas definiciones, surgen dudas, hay algunas preguntas que pueden hacerse según la guía de la Organización de las Naciones Unidas para el abuso doméstico. Estas son: 

¿Te avergüenzan frente a tus amigos o familiares?

¿Desestiman tus logros?

¿Te sientes controlada o humillada por tu pareja o familiar?

¿Te han golpeado, amenazado o forzado a tener relaciones sexuales?

¿Te impiden trabajar, estudiar o manejar tu propio dinero?

¿No puedes tomar tus propias decisiones?

¿Te hacen creer que no eres nada sin ellos?

¿Te pellizcan, empujan o golpean cuando has dejado claro que esto te desagrada?

¿Te siguen o te obligan a enviar pruebas de que estás donde dices que vas a estar?

¿Usan el alcohol u otras sustancias como excusa para decir o hacer cosas hirientes?

¿Te culpan por cómo se sienten o actúan?

¿Te hacen sentir que estás en una relación “sin salida”?

¿Sientes miedo de la conducta de tu pareja?

¿Sientes que debes inventar excusas para los comportamientos de tu pareja?

¿Crees que tu pareja cambiará si tan solo cambias algunas cosas de ti misma?

¿Te quedas en una relación de pareja porque tienes miedo de lo que haría si terminas la relación?

Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es sí, es probable que estés en una situación de violencia y deberías buscar ayuda.

Las violencias basadas en género, así como otros tipos de violencia se vienen recrudeciendo este año en la ciudad. Una de las particularidades de esta es lo aparentemente naturales que pueden resultar en muchos ambientes debido a la violencia tan presente en nuestro contexto nacional. Es común considerar que la violencia se reduce a lo físico, dejando a un lado otras formas de violencia que no dejan marcas en la piel.

Tras las cifras, los casos y porcentajes, esos promedios nacionales y locales, hay casos individuales de sufrimiento y dolor. Personas reales que son abusadas, llevadas a límites físicos y psicológicos difíciles de soportar, daños y consecuencias reales sin que se haya levantado contra ellas un solo dedo. Es urgente fortalecer las políticas públicas, promover la educación sexual integral y garantizar el acceso a recursos para las víctimas. La lucha contra las violencias basadas en género es una responsabilidad colectiva que comienza con la sensibilización y la acción. 

Congreso de Colombia. (2008). LEY 1257 DE 2008, Por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos Penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y se dictan otras disposiciones. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=34054#:~:text=Por%20violencia%20contra%20la%20mujer,se%20presente%20en%20el%20%C3%A1mbito

Ministerio de Salud y Protección Social. (2025). Observatorio Nacional de Violencias de Género. https://www.sispro.gov.co/observatorios/onviolenciasgenero/Paginas/home.aspx

Ministerio de Salud y Protección Social. (2016). Marco normativo, conceptual y operativo. https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/sivige-documento.pdf

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