El grupo paisa presenta ‘Banda sonora para el fin del mundo’, un E.P cargado de jazz, experimentación y decadencia apocalíptica.
No solo de música vive el artista. Lamentablemente este es un hecho que muchos dejan pasar de largo, olvidan que gran porcentaje de la realización y proyección de una banda depende también de algo llamado: concepto. Ese plus, ese lenguaje, ese mensaje particular y único que se transmite a través de las letras, la puesta en escena, la transición entre canciones, o en el caso que nos merece hoy, la actitud.
Fotografía por: Lania Le
El año pasado se llevó a cabo en Manizales el Festival Abre tus Oídos a la Paz. Entre su cartel resaltaba un grupo de Medellín. Al ver el nombre ‘Militantex‘ en el afiche, la primera palabra que viajó entre mis neuronas fue Punk. Sin embargo, la suposición resultó ser errónea… bueno sí y no. Efectivamente este trío de paisas, Camilo Guarín, Jorge Tobón y Alejandro Gómez, transpiran ‘pun’. Son burdos, callejeros y hasta malhablados. No obstante, después de presentar alguna de sus canciones con un sonoro madrazo, lo que suena desde instrumentos no es punk, es otra vaina. Es ‘No Jazz‘.
Formados desde el 2008, Militantex ha encontrado siempre respuestas en la experimentación. Partiendo de marcadas influencias de hip hop, han logrado a través de los años «jugar con un montón de amalgamas que han influenciado la cultura hip hop como el funk, el jazz y el soul». Desde el 2015 andan con un nuevo formato, conformado por solo tres músicos, a diferencia de anteriores trabajos donde eran hasta seis manes.
En pro de seguir expandiendo esa experimentación sonora, acaban de presentar un nuevo EP en formato digital y físico titulado: ‘Banda sonora para el fin del mundo’, conformado por tres canciones:
- Agente del caos
- Ya soy libre
- Pedal.
Este trabajo recorre sendos matices instrumentales y conceptuales dentro de las infinitas posibilidades del jazz. Sin embargo, más allá de la búsqueda musical, destaca el jocoso e inteligente lenguaje apocalíptico que rodea la presentación de este EP.
Con el fin de comprender a profundidad el mensaje cifrado entre las canciones del nuevo trabajo de Militantex, hablamos con ellos vía microondas sobre sendos tópicos, como el fin del mundo, demonios lovecraftnianos y música:
¿Cuándo creen que se va a acabar el mundo? Y, ¿debido a qué causa?
El mundo se acaba a cada instante. Cada minuto, cada segundo que pasa es un “fin” en sí mismo… pero el verdadero fin será cuando Cthulhu descienda en su meteorito cósmico con una horda de sonidos traídos desde lo más profundo del universo, lo que provocará que el calentamiento global se desate con tanta sabrosura.
Si tuvieran la oportunidad de hacer algo antes de que se acabe el mundo, ¿qué sería?
Tocar, tocar y tocar, receso para doritos, cerveza y weed y volver a tocar… después de eso que arda el mundo todo lo que quiera arder.
¿Cuál álbum escucharían durante el fin del mundo (aparte, claro, de este EP)?
Esta es nuestra selección para el fin del mundo…
- Jorge (bajo): Contemporary Noise Quintet – Pig Iniside Gentleman. Polacos cargados de energía caótica… agentes del caos en potencia.
- Alejo (batería): BadBadNotGood – III. Estos canadienses la tienen muy clara con su jazz experimental cargado de hip hop, psicodelia y mucha actitud.
- Camilo (guitarra): Bohren and der Club of Gore – Black Earth. Nada mejor que una buena dosis de jazz oscuro y mucho ambient desde Alemania para ver arder el mundo sentado tranquilamente en tu balcón.
¿Qué es ‘No Jazz’? ¿Qué no es ‘No Jazz’?
No Jazz es un acercamiento al universo sonoro y creativo del jazz sin necesidad de caer en fórmulas y arquetipos recurrentes en sus formas musicales. Es la exploración de elementos característicos del jazz como la improvisación, amalgamados con sonoridades tan diversas como lo son el hip hop instrumental, el funk, la world music, el trip hop, el down tempo, entre otros, partiendo desde el concepto de lo que para nosotros implica el No Jazz. ¿Qué no es no es “No Jazz”? Es no atreverse a ver más allá, es el miedo al error, es el miedo a no experimentar, es no comprender que en 12 notas caben mil universos enteros…
¿Cuál es el aporte de la actitud punk a la improvisación del jazz, y viceversa? ¿Y cómo juega el hip hop en este remix?
Creemos que la actitud “punk” dota a la improvisación del jazz de un carácter más audaz, en el que el miedo al error no existe, le da a ésta y a su discurso un sentir más humano, más franco y real. La dota de ese sentimiento en el que la técnica pasa a un segundo plano y prima el sentimiento. En sentido contrario creemos que la improvisación del jazz aporta al punk elementos y formas musicales que ayudan a enriquecer el discurso sonoro de este.
El hip hop en esta mixtura de sabores aporta su potencia y fuerza rítmica, una idea y una actitud callejera que ayudan a dar forma y actitud a nuestro sonido.
Para Camilo Guarín (guitarra y representante de Cthulhu en la tierra), ¿cuál mensaje nos ha enviado Cthulhu desde las profundidades del mar?
“Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn”.
Con amor… Cthulhu.
(Al poner esa vaina en Google nos salió: «En su morada de R’lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando»).
Para Jorge Tobón (bajo, saxofón tenor y loops y apático demoníaco), ¿qué se sintió tocar en el 3° Encuentro de Carnaval: Somos Familia Infernal?
Es una experiencia sumamente familiar jajajajá… el diablo y yo somos amigos de vieja data, y les puedo decir que es un acérrimo seguidor del sonido de Militantex.
Para Alejandro Gómez (batería y carismático empedernido), ¿mantendría su carisma durante el fin del mundo?
Mmmmmmmmm….jummmmmmmmm… Sí.
Para agregar entre su playlist apocalíptica el trabajo de Militantex, los puede seguir y escuchar a través de Facebook y plataformas de streaming como:
Spotify: https://goo.gl/VYFcCN
Deezer:https://goo.gl/c6t2fJ
Google Play :https://goo.gl/ervLEH
iTunes/Apple Music: https://goo.gl/K3yQrf
Napster: https://goo.gl/zL985Z