Texto por: Stefanny Gutiérrez Duque.
Fotografías por: Giovanny Galvez.
En Manizales se ha gestado una Khimera, una banda de metal que toma el nombre de esta criatura de la mitología griega en la que convergen las calidades de tres animales: la fuerza y la elegancia del león, la versatilidad de la serpiente y la simbología de la cabra. Su sonido es la representación de los contrastes que le dan a esta creatura el significado de animal fabuloso.
«Esto representa el sonido de la banda, donde hay muchos elementos contrastantes» afirma Santiago Cabrera, tecladista de la banda, pues por un lado se encuentra la parte pesada que constituye el metal y, por otro, la elegancia y delicadeza de los sonidos sinfónicos y las voces líricas.
En un inicio, el fuerte de esta agrupación era imprimirle su sello personal a los temas de Therion haciendo covers de esta banda sueca, así mismo, mezclado con sus influencias del momento, como el gothic de Nostra Morte. Esto le dio un sonido propio a esta banda que, a pesar de los inconvenientes que les acarreó en ese momento, no quería definirse sobre una vertiente específica del metal.
«No es que nos gustaran géneros muy diferentes, pero cada uno tenía sus gustos y sus raíces, y queríamos que eso le aportara al sonido y al carácter de la banda», afirma Flórez. Así, desde sus inicios, esta creatura musical se ha alejado de los purismos que dividen el metal y se ha alimentado de diferentes corrientes y géneros, creando sonoridades alejada de los encasillamientos que obligan a sonar de una forma específica.
«Esto representa el sonido de la banda, donde hay muchos elementos contrastantes».
«Khimera comenzó con una reunión de amigos cantando lo que nos gustaba, en la Universidad de Caldas, en la Micaela (hoy edificio Bicentenario)», narra Paula Flórez, cofundadora y actual vocalista de la banda. En ese entonces (2013), esta banda se gestó como nacen la gran mayoría de proyectos musicales en la región: por la pasión de un grupo de amigos cuyas influencias y gustos musicales los llaman a proponer nuevos sonidos.
«No es que nos gustaran géneros muy diferentes, pero cada uno tenía sus gustos y sus raíces, y queríamos que eso le aportara al sonido y al carácter de la banda».
Mutaciones de la Khimera
«Es muy difícil aquí, en Manizales y en Colombia, que estas bandas que no son de un género tan comercial se mantengan».
La banda manizaleña ha pasado por muchas transformaciones. Inicialmente había cuatro vocalistas e instrumentos clásicos que la hacían mucho más grande. La actual vocalista cuenta que « la formación cambió porque es muy difícil aquí en Manizales, y en Colombia también, que estas bandas que no son de un género tan comercial se mantengan, debido a la situación económica, social, política e incluso cultural». Sin embargo, estos cambios no impidieron que la creatura mitológica pisara escenarios representativos como el Manizales Grita Rock en 2016.
De esta forma, la Khimera manizaleña ha mutado hasta un formato más compacto conformado por 5 miembros. Como voz principal, Paula Flórez; en las guitarras, Santiago González y Daniel Rodríguez, quien también es vocalista; como bajista, Sergio González; y en el teclado, Santiago Cabrera.
«Yo siento que hacen falta más bandas de metal sinfónico».
La escena del metal en Colombia comienza a descentralizarse, evoluciona constantemente y cada vez son más las propuestas musicales en el Eje Cafetero; sin embargo, el metal sinfónico ha brillado por su ausencia. «Yo siento que hacen falta más bandas de metal sinfónico, por ejemplo», afirma la vocalista de Khimera, resaltando, además, la falta de apoyo comercial a estas alternativas del género.
Estas propuestas hacen lo posible por alimentarse de eventos y toques, pero su nutriente principal es el autofinanciamiento. Así mismo, Khimera se ha encontrado apoyo en la escena independiente para producir su más reciente álbum: Fábulas et Fábulis (2019). «Usualmente lo que hacemos en Manizales es acudir a productores independientes porque entre nosotros también nos apoyamos», así, la banda ha tenido el apoyo de la escena independiente, contando con la ayuda de Andrés Mundaca (WAIS Records) como productor.
«Usualmente lo que hacemos en Manizales es acudir a productores independientes porque entre nosotros también nos apoyamos».
Fábulas et fábulis
Santiago González, actual guitarrista de Khimera, recuerda específicamente las canciones Vino Seco y Luna de las Brujas, pues fue a partir del significado de estas canciones que la banda comenzó a seguir una línea conceptual alrededor de la mitología, «alejándonos también de las temáticas de guerra, de amor o de violencia, que son muy repetitivas en las bandas de metal», afirma el guitarrista.
Fábulas et fábulis, cuyo significado es mitos y leyendas en latín, es el resultado de un largo viaje en el que esta creatura mitológica ha rescatado leyendas y mitos tanto locales como extranjeros, al tiempo que se ha alimentado de sonidos y voces presentes en su anterior producción Khaos.
Durante la cuarentena del 2020, Khimera se ha dedicado a la investigación y la creación de ideas para el nuevo álbum, tanto en su elemento sonoro como conceptual, pues planean que su siguiente producción se aleje de lo mitológico pero manteniendo el sonido que les caracteriza.