“Dicen que los juegos tienen espíritus, y el tejo tiene uno maravilloso, es como ese amigo boyacense y típico en los colombianos que no te suelta y te tiene tanto aprecio que te invita a una cerveza y un cigarrillo. Un hermano que confía en ti y tú confías en él. Porque así es el ambiente de una cancha de tejo, disfrutable y familiar”.
Anónimo.
Fotografías por: Andres C. Valencia
El Turmequé, más conocido como tejo, es un deporte que requiere precisión y concentración, pero que como todo deporte, se logra una buena destreza practicando. Aunque no se tiene una fecha exacta de su nacimiento, en el año 2000, fue declarado deporte nacional por el Congreso.
De su historia, se dice que los muiscas, habitantes de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, practicaron una actividad similar hace más de 500 años como forma de conectarse en comunidad. Posteriormente, en la época de la conquista, Turmequé, Boyacá era un centro de gran importancia, donde los indígenas comercializaban sus productos y hacían trueques, además de realizar grandes competencias deportivas. De allí deriva el deporte su nombre oficial, lugar donde se practicaba.
Modo de Juego
El objetivo es lanzar el tejo en dirección a una cancha cuadrada e inclinada 45 grados sobre el piso, a una distancia de aproximadamente 2.5 metros. La caja está llena de greda y en algunos casos plastilina. En el centro se encuentra un círculo que tiene una longitud de 10 centímetros, y en la parte superior se acomoda una mecha (pólvora) que tiene forma de rombo. Se conforman equipos de 5 jugadores, de los cuales 4 son lanzadores y el otro es suplente, que puede entrar a juego a relevar después de cada ronda.
El primero que lanza se llama cariador, y el último rematador, que deben ser los más efectivos en el lanzamiento. El equipo que primero acumule 27 puntos es el ganador y para ello hay varias modalidades:
- Mano: El tejo que más cerca esté al bocín por fuera de él, sin haber reventado mecha. Equivale 1 punto.
- Mecha: Es decir, reventar la papeleta con el tiro, el cual equivale 3 puntos.
- Embocinada: El tejo, cuyo diámetro es de 9.5 centímetros aproximadamente, debe quedar enterrado dentro del bocín. Equivale a 6 puntos.
- Moñona: El tejo debe reventar la papeleta acomodada en el borde del bocín y al mismo tiempo quedar enterrada dentro de ella. Equivale a 9 puntos.
Hay una cancha frente a otra y la distancia entre ambas es de 19.5 metros. El espacio que hay entre la cancha y la zona de lanzamiento es de 2.5 metros, si el jugador se pasa de esa línea el tiro es anulado. La caja de greda es de 90×90 centímetros y el tablero que hay detrás erguido 90 grados puede medir la cantidad que sea necesaria para prevenir accidentes. Si nunca se estalla la mecha y tampoco ingresa el tejo al bocín, el juez mide qué tejo quedó más cerca para dar el punto (mano).
Y si en cambio la mecha se estalla o el tejo cae dentro del bocín, la ronda se para, se asignan los puntos y comienza la otra ronda.
El tejo debe medir 9.5 centímetros de longitud por 4.5 centímetros de ancho y su peso varía dependiendo de cada jugador, entre 2 y 8 libras. Su precio oscila entre los 130 mil pesos y los 200 mil pesos o más, dependiendo la calidad y el material del que esté hecho (acero, manganeso, hierro).
“Yo juego hace 50 años porque siempre me ha apasionado este deporte, al igual que muchos otros. Comencé en la finca de mis padres a mis 15 años con mi familia, allí fui cogiendo el ritmo y comencé a volverme mejor lanzador y adquirir mis propios tejos”.
Dijo Édgar René Romero Ríos, gran aficionado a este deporte.
En Colombia se han desarrollado torneos nacionales, incluso sus fronteras se han extendido a otros países de Latinoamérica. “Yo he logrado representar a Caldas dos veces en torneos nacionales, en el primero quedamos de segundos y en el otro de terceros. Para pasar a este torneo cada departamento debe hacer un proceso de selección mediante enfrentamientos entre 2 personas, cada uno con su tejo”, expresó Romero, quien también agregó que a diferencia de lo que piensa el común denominador, este deporte no es solo de trago y cigarrillo, porque en los mismos torneos son muy exigentes en ese sentido y quien viole la ley es sancionado, de igual forma el equipo debe estar bien presentado con su respectivo uniforme.
Los 4 jugadores de cada equipo deben turnarse para lanzar, el primero que lo hace sale por el lado derecho y debe esperar. El segundo se posiciona en el lado izquierdo, al contrario del contrincante. Así se va conformando una hilera por cada bando hasta que la ronda se haya finalizado.
En los pueblos y fincas es tradicional encontrar canchas y jugadores que hablen apasionadamente de este deporte patrio. Todos ellos coinciden en que es un espacio perfecto para compartir con la familia y los amigos en un ambiente tranquilo y fuera de peligro, ya que por tratarse de pólvora y lanzamientos, se puede creer que es arriesgado jugarlo, pero en realidad cuenta con parámetros de seguridad.
“Este juego es recreativo para las familias, uno se distrae mucho y se des-estresa. Me ha sucedido que invito a jugar a alguien y casi no le gusta hasta que le coge el hilo y se entusiasma, y mucho más cuando rompe su primera mecha”.
Finalizó Édgar como experiencia por todo su recorrido en este deporte.
Finalmente lector, si usted quiere conocer en persona este deporte o ya ha tenido acercamientos a la disciplina y quiere tomarse unas polas y compartir con su familia o amigos, en Manizales hay canchas en el sector de Minitas, Gallinazo y El Tablazo. Allí podrá disfrutar de una aventura meramente colombiana y reírse mientras tira el tejo a todas partes menos al centro.