Festival Hip Hop Por la Vida: uniendo arte y conciencia en la lucha contra el suicidio

Texto por: Andrés F. Rivera Motato

Fotos por: Festival Hip Hop por la Vida 

El 25 de octubre, la cancha del barrio Las Colinas dejó de ser un escenario deportivo para convertirse en un espacio para la cultura: el IV Festival Hip Hop por la Vida. Un festival que, más allá de la música, busca dejar un mensaje claro sobre la importancia de la salud mental y la vida, en un contexto donde el suicidio ha dejado huellas y marcas en la ciudad

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Manizales es una ciudad que, aunque lleva años enfrentando un alarmante índice de suicidio del 8.2%, aún lidia con la indiferencia ante este problema. «La probabilidad de conocer a alguien que haya perdido una vida o que esté luchando con pensamientos suicidas es aterradoramente alta», comenta César Ramírez, conocido como Pitu Mijo, director del festival. La situación tocó su vida de manera personal con la pérdida de Luis Miguel Rodríguez, conocido como Oculto, un querido amigo y miembro de la agrupación Esquinas Kolinas.

La muerte de Oculto fue el catalizador para que Pitu Mijo y su equipo de trabajo decidieran usar el Hip Hop como herramienta de transformación. “El Hip Hop tiene el poder de dar voz a los que no la tienen, de crear conciencia y, sobre todo, de unir a la gente en torno a un mensaje positivo”, asegura.

Hip Hop por la Vida nació en 2018, con un equipo que incluía a Cristian Andrey Idárraga (El Padrino), Iván Muñoz (Chaco), Pablo Silva (Pablito) y César Ramírez (Pitu Mijo). El primer festival fue una respuesta directa al dolor y la desesperación que atravesaba el barrio, uniendo a la comunidad para luchar por la vida a través de la cultura Hip Hop. Este año, el festival contó con la participación de artistas locales, regionales y nacionales, además de un componente pedagógico que se extendió a diversas casas de la cultura y universidades. Los asistentes no solo disfrutaron de la música, sino que también participaron en talleres y conversatorios sobre los elementos del Hip Hop: breakdance, graffiti, rap y producción musical.

Pitu Mijo tiene más de 20 años de trayectoria en la escena del Hip Hop. Comenzó en agrupaciones como Ases Familia y Bajo Camino, y hoy en día es un referente en la región. “A lo largo de los años he trabajado con DJs, MCs y productores de diferentes partes del mundo, y hoy sigo llevando la cultura del Hip Hop a comunidades que más lo necesitan”, dice el veterano artista.

 La cuarta versión de Hip Hop por la Vida fue posible gracias a una bolsa de estímulos otorgada por la Secretaría de Cultura y Civismo de Manizales. Este apoyo financiero permitió al festival ampliar su alcance, llevando su mensaje a más de 60,000 personas, tanto de forma presencial como digital. El festival no solo fue un espacio de expresión artística, sino también de reflexión. Se realizaron conferencias y charlas en instituciones educativas como la Universidad de Caldas, donde se discutió la importancia de la salud mental y cómo las expresiones artísticas pueden contribuir a la prevención del suicidio.

La primera Marcha por la Vida, organizada como parte de las actividades del festival, recorrió las principales calles del barrio Las Colinas. «Ver a tanta gente reunida, marchando por la vida, es un recordatorio de que la cultura Hip Hop tiene un propósito mucho más grande que el arte», comenta Pitu Mijo.

Los artistas participantes no solo ofrecieron sus presentaciones, sino que también se involucraron en la construcción de un mensaje colectivo: «La vida está de moda», lema central de esta edición del festival. “El impacto es difícil de medir, pero hemos visto cómo las personas transforman sus vidas gracias al Hip Hop. Muchas han encontrado en la música y en la cultura un propósito, un lugar donde encajar y desarrollar proyectos de vida valiosos”, afirma Pitu Mijo.

A lo largo de los años, la escena del Hip Hop en la ciudad ha crecido y diversificado. Hoy en día, artistas locales tienen acceso a más plataformas y festivales, y su música llega a un público más amplio. Pitu Mijo es testigo del cambio: “Es emocionante ver cómo la escena local crece, cómo los jóvenes se identifican con lo que hacemos y cómo, poco a poco, el Hip Hop se convierte en un referente cultural”. Los festivales de este movimiento cultural en Manizales no son algo nuevo, pero el enfoque del Hip Hop por la Vida es único. Desde 2002, con la creación de la organización Gran Blanco, se han realizado otros importantes eventos como Hip Hop Café y Niebla. Sin embargo, el festival que se lleva a cabo en Las Colinas tiene una misión especial: ir más allá del arte para tocar las fibras más profundas de la comunidad.

El sueño de Pitu Mijo es claro: lograr que la cultura Hip Hop sea reconocida y celebrada en Manizales como una herramienta de cambio social. “Quiero ver escuelas de Hip Hop, espacios dedicados a la cultura y festivales que sean institucionalizados por la Alcaldía de Manizales”, afirma con esperanza.

Además de su trabajo en el festival, Pitu Mijo continúa con su carrera artística. Actualmente, está trabajando en su nuevo mixtape titulado Cenizas. “La música es mi forma de seguir luchando, de seguir resistiendo”, comenta mientras menciona su participación en festivales como Calibeat y Manizales Biocultural.

 Hip Hop por la Vida no solo es un festival, es un recordatorio de la importancia de cuidar nuestra salud mental y de usar la cultura como herramienta de sanación. Mientras Manizales enfrenta una de las tasas de suicidio más altas del país, iniciativas como esta ofrecen una luz de esperanza, demostrando que, a través del arte, la vida siempre está de moda.

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