El último día del Grita 2016 envuelto en taches, cadenas y metal

A eso de las 12 del mediodía las calles que llevan a Expoferias comienzan a conducir a los metaleros al segundo día del Manizales Grita Rock. Las voces de Salomé Palacios y Paula Flores, de la banda Khimera, hechizan al público que aún hace la fila para esta experiencia musical.

El metal sinfónico da inicio al día de cierre del Grita, al ritmo de canciones como La Luna de las Brujas y Vino Seco, las camisetas de bandas clásicas y las botas negras pueblan el lugar. Los mitos que recrea este grupo vuelan en el aire dentro de un CD que las vocales entregan a la audiencia.

Más tarde, la primera banda de Chinchiná que toca en la tarima del MGR anima con metalcore a todo Expoferias. Eternal Blood se adueña del escenario con guturales violentos y un público que lo vino a ver desde Chinchiná, Bogotá y Cali. William Zapata, vocalista, baja de la tarima y se acerca a los espectadores, sus amigos se aproximan para gritar sus canciones en el micrófono; un metalero lo abraza y apoya la cabeza en su pecho.

Desde Antioquia llega a Manizales la agrupación Threat, que pinta el escenario de un tinte apocalíptico con sus canciones Dreams of War, World Destroyed y Hell in Evolution. Los brazos del público, tentados por los riffs de las guitarras de Jóse López y Giovanny Gil, se alzan en el aire y aplauden al ritmo de este thrash death metal que suena desde el 2003 en festivales como Bello Rock Fest, Yarumo Fest, y el Puente Aranda Metal-Rock.

Poco a poco más personas se suman al festival, cada que aumenta el número de canciones interpretadas en la tarima, aumenta el número de admiradores del rock y el metal que entran por las puertas del concierto.

Entre la dosis de bandas nacionales, Charm Designer vino desde Bogotá y a partir de las 4:10pm hizo retumbar a Manizales con su nuevo disco Everlasting, que tiene un sonido particularmente internacional, pues tiene el sello del famoso productor Waldemar Sorychta, responsable de álbumes como el Blood Ritual de Samael, y el Wolfheart de Moonspell. Algunos afortunados ágiles pudieron alcanzar este CD que lanzaron, y que ellos argumentan que sacaron en físico porque el público rockero y metalero siempre ha sido coleccionista de LP’s y CD’s.

De los ensayaderos de la ciudad a la tarima del Manizales Grita Rock, SCUM sin duda se lució en su presentación. Con un público animado y con ganas de poguear (porque se poguearon hasta la canción más lenta), sus temas Crocked Sheperd y White Collar Rat garantizaron que el toque fuera una fiesta. Jose Ospina, vocalista y creador de las retorcidas letras de sus canciones, comenta que cuando se toca en bares o conciertos pequeños se toca de memoria por el ‘sonido traicionero’, pero en festivales abiertos lo que se hace se oye de manera más clara y se siente muy bien cuando existe movimiento del público.

“¡Esto es música, culicagados!”, grita Sandra mientras menea su melena en el mismo aire en el que toca guitarra con sus manos. Con su amiga Adriana vinieron desde Pereira para ver a Darkness, la agrupación de rock y metal bogotana de la cual son seguidoras hace más de veinte años.

Darkness surgió en 1988 y abrió el primer concierto de Metallica en Colombia en el ’99. ayer en el Grita admiradores de todas las edades corearon y movieron sus cabezas al ritmo de Espías Malignos y el himno del metal: Metalero. Con un “¡Metal viejo pero no oxidado!”, se despide Rodrigo Vargas, vocalista y guitarrista de una de las principales referencias metaleras de Colombia.

Las luces verdes del escenario rebotaban en los rostros extasiados de miles de metaleras y metaleros que escuchaban a Schirenc Plays Pungent Stench, provenientes de Austria. Esta agrupación liderada por Martin Schirenc, toca las canciones de su anterior banda Pungent Stench y realiza covers de otros artistas.

Al final de la noche la energía de Marco Aro, vocalista de The Haunted, atravesó a todos los asistentes del festival y los puso a poguear. Las manos cornutas se alzaron y Aro empapado de sudor y felicidad agradeció al público por su recibimiento y pasión. Como imanes, Aro y la audiencia se acercaron cada vez más y desesperados se tocaron las manos mientras éL cantaba asombrado por la respuesta de la gente. Los metaleros disfrutaron cada nota y corrieron al último pogo de la noche pues también era el último pogo del Manizales Grita Rock 2016.

Con sonrisas y euforia en las caras, se desplazaron hacia la salida miles de personas satisfechas y agradecidas con la resistencia del grito del rock entre la niebla, y así la organización sentenció la promesa: “¡Y a todos, nos vemos el próximo año!”.