Marzo ha sido un mes para evaluar la gestión cultural en Manizales. El 4 de marzo se socializó la Encuesta de Percepción Ciudadana de Manizales Cómo Vamos, destacando que las Ferias siguen siendo los eventos con mayor participación. Días después, el pasado 15 de marzo, la Secretaría de Cultura presentó su Informe de Gestión 2024 en el Concejo de la ciudad, donde resaltaron sus avances y se dio a conocer la asignación de presupuestos para festivales Grita (Grita Salsa, Grita rock, Grita Tango, entre otros)
La secretaria de Cultura, Paula Londoño Vallejo, inició su intervención presentando los objetivos y metas del 2024, entre los que se destacaron el impulso a programas de iniciativas culturales, intervenciones en la infraestructura cultural, fortalecimiento de casas de la cultura y bibliotecas, programas de formación artística, apoyo a la banda municipal y la implementación del Plan 52, en alianza con la Promotora de Eventos y Turismo.
En cuanto a la ejecución presupuestal, se presentaron los montos asignados y ejecutados en los diferentes programas. Para la promoción de programas artísticos y culturales se asignaron $5.251.823.546, de los cuales se ejecutaron $2.486.213.853, lo que representa un 47,3% de avance. En el plan de apoyo a iniciativas e industrias culturales se destinaron $2.026.025.757, con una ejecución del 60%, es decir, $1.215.950.000. Finalmente, el Plan 52, que busca impulsar grandes eventos culturales y turísticos en la ciudad, contó con un presupuesto de $8.171.044.943, de los cuales se ejecutaron $7.331.104.953, alcanzando un 89,7% de ejecución. Fue precisamente bajo la asignación y ejecución del primer rubro donde comenzó el debate en el Concejo, con cuestionamientos sobre la efectividad de la inversión y su impacto en los distintos sectores culturales de la ciudad.
El concejal Víctor Alfonso Caicedo, del Partido Verde, expresó su preocupación por la baja ejecución presupuestal en algunos programas culturales. «Esta Secretaría se creó para fortalecer los procesos culturales en la ciudad, pero si había un presupuesto de $5.251.823.546 y se ejecutó menos de la mitad, me pregunto: ¿por qué no se invirtió en su totalidad si los recursos estaban disponibles? Esto genera dudas sobre la importancia que se le está dando a los artistas y a los procesos culturales locales. Además, en el segundo ítem dejaron 800 millones sin ejecutar. La tarea de la Secretaría es generar garantías para el arte en la ciudad, y con este informe veo que aún hay un camino por recorrer».
Por otro lado, el concejal Carlos Andrés Morales Vázquez, del Partido Liberal, resaltó los aspectos positivos y negativos del informe. Según explicó, «lo bueno es que muchas casas de cultura fueron intervenidas y mejoradas en su infraestructura, y que los programas iniciaron oportunamente, brindando a niños y adolescentes actividades alternativas en su tiempo libre».
Sin embargo, cuestionó la manera en que se están midiendo los indicadores de impacto de las campañas culturales y expresó su preocupación por la ejecución del presupuesto. «Lo feo es que el año pasado se aprobó un reajuste para la estampilla cultural con el fin de fortalecer estos procesos, pero al revisar los rubros, veo que en el programa de iniciativas culturales se asignó un presupuesto y se ejecutó menos de la mitad», afirmó. Además, advirtió que otros rubros tampoco se ejecutaron en su totalidad y señaló que es preocupante no saber a dónde se destinarán esos recursos este año. «En una ciudad como Manizales, donde necesitamos fortalecer la cultura, no puede ser que esos recursos terminen en calles y puentes cuando deben ser usados para el desarrollo cultural», concluyó.
En respuesta a estas intervenciones, la secretaria Paula Londoño Vallejo explicó que la ejecución de ciertos recursos depende de autorizaciones externas. En el caso de los recursos BEPS, destinados a artistas que no lograron acceder a una jubilación, señaló que se asignaron $566.565.520, de los cuales solo se pudieron ejecutar $125.844.380, ya que la transferencia a Colpensiones aún no ha sido autorizada por el Ministerio de Cultura. Según la secretaria, el municipio debe esperar la autorización ministerial para transferir los recursos a los beneficiarios inscritos en la lista de elegibles, proceso que sigue en trámite.
Por otro lado, respecto a los recursos LEP (Ley de Espectáculos Públicos), Londoño Vallejo indicó que de los $738 millones asignados, $370 millones corresponden a personas que participaron en proyectos de 2023, cuyos fondos no fueron incluidos como cuentas por pagar, pero están en proceso de conciliación. Explicó además que el saldo restante pertenece a recursos del balance con destinación específica para LEP, destinados a la producción y circulación de artes escénicas como danza, teatro, circo, magia y música en escenarios de gran formato. También mencionó que otra parte del presupuesto aún por ejecutar corresponde al proyecto de la Juan XXIII, en el cual el municipio y la Secretaría deben aportar el 50% de la inversión, sumando los $5.000 millones pendientes de ejecución.
Otros presupuestos que Gritan
Otro de los temas relevantes en el informe de gestiones presentado en el Concejo de Manizales fue el presupuesto destinado a los eventos Grita. Se discutió el impacto económico generado en 2024 y las proyecciones para 2025, así como la derrama económica de cada uno, que hace referencia a la entrada y esparcimiento en la economía del municipio, generada por la realización de los eventos y que beneficia en general a la ciudad.
Durante la sesión en el Concejo de Manizales, varios concejales expresaron sus opiniones respecto a la distribución de recursos para los eventos Grita en 2025. Uno de los puntos más discutidos fue el presupuesto destinado a Grita Salsa.
El concejal Héctor Fabio Delgado Londoño, del Partido Liberal señaló su inquietud frente a esta diferencia presupuestal y preguntó por la posibilidad de aumentar los recursos para Grita Salsa, destacando que, aunque no es un género de su preferencia, reconoce que Manizales es una ciudad con una fuerte identidad salsera.
En la misma línea, el presidente del Concejo, Julián Andrés Osorio Toro, enfatizó la importancia de este evento para la ciudad, mencionando que en muchos barrios hay una gran demanda por un Grita Salsa. Criticó que el presupuesto de $60 millones es insuficiente y una «vergüenza», argumentando que la salsa es una manifestación cultural en crecimiento dentro de Manizales y que merece mayor respaldo económico sin afectar a otros festivales.
Por su parte, el concejal Julián Andrés García, del Partido Verde, resaltó los avances en torno a Grita Tango, destacando el desarrollo de la Calle del Tango y el ecosistema cultural que se ha construido alrededor de este evento.
Finalmente, el concejal Juan Camilo Muñoz, del Nuevo Liberalismo, celebró la expansión de los festivales Grita y subrayó la importancia de Grita Rock como un evento esencial para la diversidad musical en la ciudad. Señaló que Manizales tiene una oferta musical dominada por salsa, reguetón, música popular y merengue, y que Grita Rock representa un espacio único en el año para géneros como el punk, ska, reggae y metal. Aunque respaldó un aumento para Grita Salsa, insistió en que no debería ser a costa de los otros festivales, sino a través de una redistribución más equitativa de los recursos.
El reto de la inversión cultural y la precarización del gestor
La inversión cultural en Manizales sigue enfrentando retos en su ejecución y alcance, según Catalina Sanz, gestora cultural y productora audiovisual. “La cifra de este año es muy positiva, pero viendo la rendición de cuentas de la socialización del informe de gestión del 2024, nos preguntamos por qué se ejecutó solo una parte del presupuesto”, señala. Para Sanz, el impacto real no radica solo en anunciar grandes montos, sino en garantizar que los recursos lleguen efectivamente a los creadores. “Esperemos que los 1.000.000 millones de la convocatoria de Estímulos de la Secretaría de Cultura y Civismo se ejecute. Ese sería el impacto real, no solo conseguir la cifra”, añade.
Desde su experiencia, Sanz advierte que las condiciones precarias en las que trabajan los gestores culturales agravan aún más este panorama. Explica que, en la mayoría de los casos, sus ingresos dependen directamente de los resultados de su gestión, sin que se reconozcan los costos asociados a su labor, como el tiempo invertido, comunicaciones, alimentación y transporte. “Es como si no quedar seleccionado en una convocatoria o no lograr financiación significara que el gestor no trabajó y, por lo tanto, no merece un pago digno”, sostiene.
Según Sanz, este modelo de financiamiento genera dilemas para los directores de proyectos culturales, quienes deben decidir entre pagar un salario digno a un gestor o asumir ellos mismos la tarea con recursos insuficientes. En Manizales, afirma, los estímulos de la Secretaría de Cultura oscilan entre 20 y 30 millones de pesos, una cifra que, en el mejor de los casos, solo cubre parcialmente la ejecución de las iniciativas. “El dilema queda en manos del director del proyecto: o paga 9 millones por tres meses de trabajo a un gestor y busca más recursos, o le paga mal, o lo hace él mismo”, señala.
Ante esto, plantea que una solución viable sería que la Secretaría de Cultura no solo otorgue los 20 millones a los proyectos, sino que también financie un gestor por un año en condiciones dignas. “Así, el gestor podría enfocarse en la sostenibilidad de la iniciativa en lugar de su propia supervivencia”, concluye.
Mientras algunos sectores destacan el crecimiento y consolidación de eventos como los festivales Grita, otros insisten en la necesidad de una mayor equidad en la asignación de recursos. La sesión en el Concejo dejó claro que, más allá de los montos aprobados, la discusión debe centrarse en la efectividad del gasto y en garantizar que el presupuesto cultural beneficie realmente a los artistas y gestores de la ciudad.
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