Este viernes 3 de octubre llegó a su fin el 7.º Congreso Iberoamericano de Teatro, uno de los ejes centrales del Festival Internacional de Teatro de Manizales FITM 57. Durante cuatro días, la ciudad se convirtió en un punto de encuentro para más de 60 ponentes y conferencistas de 20 países, quienes compartieron sus visiones alrededor de un tema común: la política y lo político en el teatro iberoamericano y en las artes escénicas contemporáneas.
El Congreso se desarrolló en formato híbrido; es decir, con actividades presenciales en el Teatro Los Fundadores y transmisiones virtuales, una apuesta que desde 2021 ha permitido integrar a quienes no pueden desplazarse, pero que este año evidenció un fenómeno especial: cada vez más artistas, investigadores y gestores decidieron viajar hasta Manizales para vivir el intercambio de manera presencial.
Así lo manifestó Angélica Castillo, coordinadora de eventos teóricos del Festival. “Desde que retomamos esto en 2021, quisimos mantener la presencialidad y la virtualidad, teniendo en cuenta a aquellos hacedores de las artes escénicas que por diversos motivos no pueden acompañarnos. Este año hemos notado un fenómeno muy particular y es que, a pesar de mantener estos espacios, son cada vez más personas las que se animan a venir hasta acá, consolidando este congreso como un verdadero eje de encuentro para las artes escénicas iberoamericanas”.
Las jornadas combinaron ponencias académicas, mesas de debate, talleres y, de manera especial, la presentación de libros que dan cuenta de la vitalidad editorial en torno a las artes escénicas. En esta ocasión, se lanzaron tres publicaciones, entre ellas Veneno, obra de la actriz y escritora colombiana Carolina Cuervo Navia, quien después de más de una década de recorrido en escenarios y hasta en la televisión —con su adaptación a la serie Cochina Envidia—, se materializó en un volumen impreso.
Durante el lanzamiento, Cuervo Navia destacó el valor de este espacio y la importancia de ver su obra publicada. “Creo que este es el valor más profundo que tiene para mí, porque en Colombia no es fácil publicar teatro. Esta obra ha tenido un recorrido importante en las letras femeninas del teatro y hoy estamos orgullosamente presentando el libro. El Congreso, precisamente, abona a ese terreno y aborda temas que a veces son difíciles y que vale la pena siempre poner sobre la mesa”.
En ese mismo sentido, la presencia del maestro argentino Jorge Dubatti, crítico, historiador, docente universitario, e integrante del comité académico del Congreso, aportó una clave fundamental para comprender la relevancia de este Congreso en el marco del Festival. Dubatti insistió en que no basta con asistir a las obras: “La gente puede preguntarse por qué es necesario un Congreso en un Festival de Teatro, y la respuesta es simple: el teatro no solo se ve, también se piensa. Estos espacios son vitales porque nos permiten reflexionar colectivamente sobre lo que hacemos, lo que decimos en escena y cómo eso impacta en la sociedad”.
Para él, el Congreso funciona como un puente entre la experiencia sensible del público y la reflexión crítica: “Es un lugar donde la palabra se comparte, donde se pueden discutir las ideas que subyacen en las obras y en las prácticas teatrales. Sin este componente, el Festival quedaría incompleto, porque el teatro es, al mismo tiempo, arte, pensamiento y memoria”.
Con la participación de artistas, académicos y públicos diversos, y con voces como la de Dubatti, que ayudaron a iluminar la importancia de la reflexión en torno a la práctica escénica, el Congreso Iberoamericano de Teatro reafirmó su papel como un espacio para el análisis crítico, la memoria y el diálogo. Los debates giraron en torno a la política cultural, el género y la salud, la teatralidad como acto de resistencia y las comunidades como escenario de creación, generando un archivo vivo de voces que sin duda enriquecerán aún más la escena iberoamericana.
El Séptimo Congreso Iberoamericano de Teatro confirmó la importancia de una agenda académica en el marco del FITM: el teatro no solo se representa, sino que se piensa y se discute colectivamente. El Festival Internacional de Teatro de Manizales agradece a todos los participantes y ratifica la invitación a seguir acompañando este espacio en futuras ediciones, para que la reflexión y la creación continúen entrelazándose en cada encuentro.
