El arcoíris de emociones de Manu Miau

Valeria Cipriano
febrero 2, 2025
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Texto e ilustraciones: Manuela Correa

Me llamo Manuela Correa Benjumea, en redes conocida como manumiau. Soy de Manizales y tengo 29 años. Soy diseñadora visual de profesión y mi enfoque en audiovisual, branding e ilustración. Desde muy pequeña tuve gran afinidad al arte y entre todas las cosas artísticas que me llamaban la atención. Fue la ilustración especialmente, la primera de todas que me permitió darle visibilidad a mis emociones y mi forma de ver el mundo.

Así que desde temprana edad me dediqué a aprender técnicas, buscando satisfacer mi curiosidad por el arte. Aquello me llevó a interesarme por el color y el diseño que, consecuentemente, me llevó por el camino de la ilustración desde la universidad, haciendo parte del semillero de ilustración y centrándome en cómo comunicarme a través de ella. Luego se convirtió en un puente indispensable para saber cómo traducirme a través de ella.

El arte como casa

Mi estilo artístico es “emocional”. Aunque no siempre tuve el “talento”, fueron años y años de práctica para entender con claridad mis emociones a través de cada ilustración porque eso me importaba incluso más que la técnica, así que mi estilo se define más por lo que evoque un sentimiento o emoción específica.

Para mí, ilustrar conecta con todo aquello que amo, como alguien que vive y crea en su propio mundo exageradamente visual y lleno de colores. La ilustración ha sido mi primera herramienta para desplazarme y reconocerme como una mujer que siente muy abiertamente cada emoción que la habita. Ilustrar ha sido como una medicina para traer a mi algo de lo que mi corazón vive, por eso, aunque aún trabajo en mejorar mi técnica, prima mi interés por mostrarme a través de ella.

Mis ilustraciones siempre han sido mi forma de darle lugar a mis emociones más preciadas, los momentos que me han marcado o las formas de expresar mi sentir a las personas que me han marcado la vida. Son tal vez, como una pequeña ventana a mi corazón cuando no encuentro las palabras adecuadas para expresarme y resuenan siempre con mi yo más auténtico.

Mi casa (mi corazón) siempre ha sido una casita a la que han entrado muchas emociones, algunas veces ha sido quemada y otras reconstruida con nuevos espacios y colores; temporadas en ella fueron marcadas por el rojo y el negro mientras que otras otras se hicieron experiencias multicolor y espacios en las montañas, en mis sueños o el mar. Pero si de algo estoy segura es que todo ha sido parte de esta casa.