Texto y fotos por Juan José Peñaranda Giraldo
Esta serie tiene como objetivo rescatar y preservar la esencia de las personas que habitan Arboleda, un hermoso corregimiento ubicado en el Oriente de Caldas.
Arboleda vivió momentos difíciles en el año 2000, cuando fue tomado por la guerrilla de las FARC. Mis abuelos se vieron obligados a abandonar el pueblo y convertirse en desplazados. Durante más de 15 años soñé con regresar a ese lugar que llevaba en mi corazón. Finalmente, tuve la oportunidad de volver, recorrer cada rincón y capturar el alma de su gente a través de mi cámara con la necesidad de retratar la vida cotidiana de sus habitantes, quienes, con una dignidad incomparable, han logrado rescatar un pueblo olvidado por el estado.
A mis abuelos y, en especial, a mi madre, les debo la vida que tengo hoy. Me honra decir que soy de Arboleda, un pueblo de arrieros valientes que han contribuido a la construcción de nuestro país. Cada día, con su incansable labor, mueven montañas para mantener vivo el espíritu de esta tierra.
En cada fotografía de esta serie, busco capturar la belleza de la vida cotidiana en Arboleda. Desde las expresiones de los rostros arrugados por el tiempo hasta los paisajes que reflejan la lucha y la esperanza, cada imagen cuenta una historia de resiliencia y resistencia.
Mi amor por la fotografía comenzó a los 14 años, cuando un familiar adquirió una cámara Nikon con la que solía capturar la belleza de la naturaleza. Nunca olvidaré el momento en el que me di cuenta de la capacidad de una cámara para congelar el tiempo, pausarlo y conservar esos momentos que luego se vuelven invaluables. Fue en ese instante cuando despertó en mí un interés profundo por fotografiar aquello que solemos ignorar o negar.
En mi búsqueda de inspiración, me he sumergido en el trabajo de destacados fotógrafos que han dejado una huella imborrable. Uno de mis referentes más grandes es Federico Ríos, reconocido por su profesionalismo, su capacidad para tomar decisiones y su increíble valentía. La forma en que Ríos retrata la cotidianidad con valentía y coraje ha dejado una profunda impresión en mi enfoque.
Otro fotógrafo que ha dejado una marca en mi visión es Platon. Me inspira su enfoque simple pero poderoso en cada una de sus fotografías. Los conceptos y las ideas que rodean sus imágenes han influido significativamente en mi propia narrativa visual.
Vivo y respiro fotografía. Creo firmemente que una fotografía no la tomas, sino que te la dan. Mi trabajo busca capturar momentos auténticos y transmitir emociones a través de mi lente. Cada vez que presiono el obturador de mi cámara, busco contar historias que toquen el corazón y generen una reflexión profunda en quienes observan mis fotografías.
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