Texto por: Jonny Carvato
Fotos por Andres C. Valencia
En América del Sur existe en la actualidad más de ochocientos pueblos indígenas. Colombia es uno de los países con mayor número de comunidades indígenas, liderando la lista países como México y Perú, sólo en Colombia existen ciento dos comunidades indígenas distribuidas en todo el territorio colombiano.
Amerindios, nativos, aborígenes o indígenas son algunos términos que reciben las personas que hacen parte de estas comunidades, y a las cuales el arte ha acudido para enaltecer su herencia, su legado y su saber ancestral desde épocas prehispánicas hasta la actualidad.
El Grupo A Cántaros Danza creó en el año 2013 una puesta en escena donde se toman algunos vestigios de estas culturas aborígenes, recreando una obra de danza – teatro que rinde homenaje a aquellas costumbres, símbolos y ritos de estas comunidades indígenas, y que diez años más tarde, para el 2023, El Grupo retoma con nuevo elenco y otros elementos escénicos, esta pieza que busca a través de la danza rescatar y hacer visibles aquellas tradiciones que perviven en nuestra información genética y que palpita a través de ese encuentro ritual: la danza.
“Sueño y Memoria es una regresión a nuestro antepasado aborigen, a nuestro antepasado ritual, a nuestro ancestro Amerindio. Recreamos a través de la danza un fragmento de esos vestigios indígenas. Desencabamos y desenterramos esas piezas arqueológicas de forma simbólica, y las traducimos en movimiento”.
A Cántaros Danza es un grupo de danza – teatro de la ciudad de Manizales con más de veinte años de trayectoria, dirigido por Yolanda Arias. El Grupo ahonda el estudio de formas expresivas en el campo de la danza. En el 2006 se incorpora al proyecto de investigación “Enfoques temáticos de poesía y expresión dancística”, conformando el Semillero de Investigación Literatura en Escena de la Universidad de Caldas, obteniendo una beca para la creación de las obras de danza-teatro: “Soliloquio del individuo” y “Entre perro y lobo” de la Vicerrectoría de Proyección Académica. Su producción artística se basa en obras de danza contemporánea y danza-teatro. Los montajes de la agrupación han sido invitados a participar en festivales nacionales e internacionales y a distintas circulaciones al interior del país.
“Sueño y Memoria es la posibilidad de entrar al mundo onírico, lleno de símbolos y cargado de sentido, precisamente por esos símbolos. Danza contemporánea, antes que nada”. Acota Yolanda, quien dirige la puesta en escena, pretendiendo que a través de la obra el espectador conecte con sus raíces, reconociendo esa memoria que yace en cada persona del continente americano, herederos de la tradición ancestral de los pueblos indígenas.
“En estos momentos en que el mundo es recalcitrantemente negador de sus propios orígenes, necesitamos reivindicar identidad latinoamericana”.
Las comunidades indígenas han transmitido sus prácticas culturales de generación en generación, su forma de relacionarse y proteger el medio ambiente ha sido vital para la conservación de los recursos naturales. En Colombia, continúan siendo una de las poblaciones más vulnerables a pesar de las distintas luchas emprendidas en defensa de los derechos de sus territorios. El Grupo A Cántaros Danza, consciente de ello, reconoce estas luchas y la importancia de preservar sus tradiciones como poblaciones autóctonas que aportan a la construcción de identidad.
El valor reflexivo siempre está implícito, siendo la danza una forma de expresión artística por excelencia, se comunica esa necesidad de reconocer y proteger los derechos de las comunidades indígenas, así como el mantener sus culturas y formas de vida. El Grupo celebró en el mes de abril el Día Internacional de la Danza, llevando la obra Sueño y Memoria a distintas instituciones educativas de la ciudad de Manizales, gracias al apoyo de Confa; estudiantes, docentes y comunidad académica en general acudieron al encuentro entre la danza, la reflexión y el debate.
El Grupo A Cántaros Danza se prepara para hacer circulación nacional con la obra Sueño y Memoria por distintos escenarios del país, y por supuesto para temporada en la Sala de Teatro El Escondite.
Cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en reconocimiento a la primera reunión de trabajo de las Naciones Unidas sobre la población indígena que tuvo lugar en Ginebra en 1982.
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