Rekupp, contra la desigualdad alimentaria

Texto por: Rafael Santander Arias

Fotos por Juan José Peñaranda 

Todos los sábados a las 7 de la mañana se reúne desde hace meses Rekupp, un grupo surgido desde los ideales y los valores de la cultura del punk. Solidaridad y autogestión son los móviles principales de este grupo de recuperación de alimentos que se cita en la esquina de la calle de Las Guapas para dar una vuelta por la Plaza de Mercado de Manizales y, como bien lo dicen, recuperar alimento para poder distribuirlo a familias de la ciudad que estén pasando por necesidad.

Los conocimos el 31 de mayo. El cielo matutino de Manizales prometía un día frío y amenazaba con lluvia. Este engaño celestial duró poco más de una hora, una vez descorrido el velo de nubes, el sol brilló con fuerza toda la mañana. A la esquina de la calle de Las Guapas llegaron los primeros integrantes de Rekupp después de las 7. Se dirigieron a la oficina de Radio Soberana —ubicada en el segundo piso del Pabellón 3 de la plaza—, sacaron una báscula, una tabla con hojas de registro, lapicero, un cuchillo y unas llaves. Se encaminaron  luego al pabellón de ramas (el No.2) y se ubicaron en el comodato; un espacio que pone en alquiler la emisora con canastas vacías y superficies para acomodarlas donde trabajan diversos grupos de recuperación de la Galería en diferentes días de la semana.

Las llaves liberaron del candado las cadenas que aseguraban las canastas y los carros para transportarlas. Hacia las 7:30 a.m. el grupo inició la ruta de recuperación, recorriendo de norte a sur y de occidente a oriente los puestos de las calles y los pabellones de toda la plaza de mercado.

Era notable la amabilidad de los diferentes mercaderes, dispuestos a donar para el banco de alimentos frutas y verduras. Si bien algunos donan solamente aquellos productos que no tienen buena apariencia o ya están muy maduros, la mayoría hacen donaciones de parte de su mejor mercancía con toda la amabilidad y el deseo de ayudar a quienes tienen necesidades.

Armonía sin estridencia

Esta amabilidad que se percibe interactuando con los mercaderes se siente también al interior del grupo, su espíritu de colaboración se ve desde su deseo de ayudar a la comunidad mediante su labor y también dentro de la propia dinámica al interior del grupo, en la que el deseo de hacer, organizarse y ayudar les permite trabajar en armonía en medio de la diversidad de sus integrantes, de unos contextos y edades diferentes y que sin necesidad de un íntimo conocimiento o profunda amistad trabajan como una unidad y un equipo formidable.
Para Ana María Aponte Betancurt, integrante de Rekupp, el matriarcado es clave para la organización del grupo: «todos los sábados hay una mujer que empieza a decir “usted vaya para allá, usted venga para acá, ustedes están hablando mucho, a ver pues». Esta figura de la matriarca es respetada por cada miembro sin ningún cuestionamiento, dinamiza la recuperación de alimento y se convierte en una figura clave en el momento posterior a la recolección.

Una vez se termina la ruta por la Plaza de Mercado y se llevan las canastas y bultos de comida al comodato se procede a seleccionar, separar, pesar y tomar registro de los alimentos recuperados, su calidad y su peso. Después de hacer este inventario los alimentos recuperados se separan en mercados que van destinados a familias que estén pasando por necesidades. Los miembros del grupo trabajan con líderes comunitarios de diferentes barrios, y cada semana identifican a quiénes pueden ayudar. A veces las familias deben ir directamente a la Galería por el mercado y otras, el grupo puede llevarlos a las diferentes viviendas.

En los pocos meses de esta iniciativa, después de sumar los registros de sus recolecciones de 5 semanas, alcanzaron a recuperar casi una tonelada y media de alimentos y repartirla entre cientos de familias de toda la ciudad.

Punks por la liberación de la tierra

La figura detrás de esta iniciativa es el músico y productor, Jorman López, reconocido en la escena punk de la ciudad. Si bien fue a través del punk que se forjó el grupo inicialmente, no está limitado a quienes pertenecen a la comunidad o disfrutan de esta música. Son más vinculantes los valores de la solidaridad, la capacidad de autogestión y las afinidades ideológicas.

«Pienso que desde Rekupp trabajamos por la liberación de la tierra», dice Ana María, «acá nadie trabaja por dinero y tampoco estamos cobrándole a nadie, queremos desvincular los productos de la tierra de las dinámicas del mercado y el capitalismo, y al repartir estamos contribuyendo a esta liberación». 

Camilo Pérez, otro de los miembros más antiguos y constantes de Rekupp, habla de cómo su pasión por esto viene del amor por la tierra que le inculcaron sus abuelos, quienes en su época también fueron mercaderes de la plaza. Lo mueve también la solidaridad que lo lleva a declarar que una de las razones por las cuales hace parte del banco de alimentos es porque «no hay nada peor que dormir con hambre».

Ayuda para quienes ayudan

Esa semana fueron familias de migrantes venezolanos a recoger los mercados en el comodato. Bolsas con plátanos, zanahoria, pepino, zucchini, papa, aguacate, repollo, lechuga, habichuelas, limones, naranjas, mandarinas y un etcétera que abarca la gran diversidad de frutas y verduras que se cosechan en la región, encontraron un hogar agradecido donde podían sacarle el mejor de los provechos.

Una vez entregadas las bolsas, se hizo el proceso inverso: guardar las canastas, apilarlas, juntar los carros, encadenarlos y asegurar la cadena con candado. Recogieron la báscula, la tabla, el cuchillo y las llaves y los llevaron a las oficinas de Radio Soberana. Pagaron el alquiler del comodato y regresaron a la Avenida del Centro a esperar el bus que los devolviera a sus casas y a descansar de la agotadora labor física de toda la mañana ante ese sol inclemente.

Los integrantes del grupo expresan su deseo de ir directamente donde las familias a hacer la entrega de los mercados, cosa que hacen cada vez que alguien ofrece algún vehículo para transportarlos y que cualquier voluntario puede ofrecer. De la misma manera agradecen cualquier donación en efectivo con la que pueden cubrir el pago del comodato, las bolsas y cualquier otro imprevisto económico que surja. Por último, son bienvenidas siempre más manos solidarias y dispuestas, las esperan los sábados a las 7 de la mañana en la esquina de la Calle de Las Guapas con la mejor energía y actitud.

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