Nadia: Un cuento donde los sueños le vencen a la guerra.

Fotografías por: Andrés C. Valencia.

La historia y la humanidad comparten un vínculo llamado guerra, aquella que deja víctimas, heridas y dolor. Nadia es una obra teatral documental, basada en el monólogo de una sobreviviente afgana de la guerra civil, que retrata los sueños, aventuras y aprendizajes de una niña lesionada por causa de un bombardeo, y su lucha constante para salir adelante junto con su familia.

El director Carles F. Giua y  el dramaturgo Eugenio Szwarcer, realizaron un trabajo humano con elementos propios del teatro, documental, y junto a las nuevas tecnologías e interacción con ellas en escena, lograron transmitir la historia de Nadia Ghulam tocando y despertando todos los sentidos.

Esta obra no olvidó al espectador, pues desde que se entra al teatro se proyecta al público por medio de una pantalla en la tarima, e invita a ser directamente parte de una increíble narración.

La protagonista interpreta su propio papel dentro y fuera de escena, pues durante su infancia tuvo que hacerse pasar por hombre para poder trabajar y sostener económicamente a su familia. Esta aventura arriesgada le costó trabajo, porque durante su gran actuación, debía reprimir sentimientos y actitudes que ahora puede liberar con el público.

Las escenas contienen una gran carga poética que conmueve a la audiencia junto con la dulzura y ternura que desenvuelve Nadia con su voz y expresión corporal, como si fuese una niña grande. Se descubre como víctima, pero aquella que sin olvidar su pasado, se enorgullece de haber sido parte de esas hazañas que relata.

El sonido y su acústica, las imágenes, los elementos, la iluminación y la secuencia del cuento capturan inmediatamente a la audiencia en el contexto real haciendo perder la noción de espacio. Como si fuera poco, el personaje auténtico logra transmitir su magia sin resentimientos y a través de enseñanzas implícitas.

Nadia Ghulam, que se hacía llamar Zelmai cuando recreaba su papel como hombre, es una voz entre millones de víctimas golpeadas por guerras. Asimismo, como resulta absurda la violencia que existe en el Oriente Medio, esta pieza teatral impacta hasta tal punto, que lleva a pensar y reflexionar en un posible reflejo de la historia y actualidad del panorama de guerra en Colombia.

Muchos de los inocentes lesionados por conflictos y violencia intentan huir de la rabia, llanto, angustia y rencor por medio del arte, como la cura de todo mal y un camino que ayuda a perdonar y recordar sin sentir aquel incómodo nudo en la garganta.