La Ruta que mantiene viva la función del teatro en Manizales (1)

La Ruta que mantiene viva la función del teatro en Manizales

Texto por: Andrés F. Rivera Motato

Fotos por: Valeria Cipriano Archivo de Revista Alternativa

Manizales se ha ganado el título de la ciudad del teatro por múltiples razones: su infraestructura, su tamaño ideal para la circulación cultural, su clima, el culto de su gente por las artes escénicas y, por supuesto, el Festival Internacional de Teatro que cada año la convierte en epicentro de las artes escénicas en América Latina. Justamente quienes también mantienen viva esa llama, son las compañías de teatro local e independiente  mantienen viva esa llama son las compañías de teatro independiente, que  durante los 365 días del año, trabajan incansablemente para preservar la tradición teatral y transmitir el conocimiento de generación en generación.

A pesar de ese esfuerzo y de que el gobierno local se ufana de la riqueza teatral de la ciudad, el apoyo real a estas compañías queda en entredicho. Más allá del reconocimiento simbólico, las condiciones para el teatro independiente en Manizales reflejan una realidad marcada por la precariedad, la falta de recursos y el limitado respaldo institucional.

La Ruta del Teatro: una respuesta colectiva

En medio de este panorama, la Ruta del Teatro surgió como una respuesta colectiva para resistir y fortalecer el teatro independiente en la ciudad. Fundada en 2012, esta iniciativa agrupa a compañías teatrales que, con o sin sede propia, decidieron unir esfuerzos para tejer redes y garantizar una oferta teatral continua en Manizales. Actualmente, la Ruta del Teatro está conformada por siete organizaciones, cinco de las cuales cuentan con salas donde, a lo largo del año, presentan de manera ininterrumpida actividades teatrales.

Más que una agremiación, la Ruta del Teatro representa una estructura de apoyo mutuo que permite a sus miembros desarrollar proyectos tanto a nivel local como nacional e internacional. Algunas agrupaciones llevan sus montajes a escenarios en el extranjero, mientras que otras organizan temporadas y festivales en Manizales, desarrollando una programación estable que enriquece la vida cultural de la ciudad.

Augusto Muñoz, más conocido como Tuto, director del Teatro Punto de Partida, describe la Ruta del Teatro como un espacio de encuentro entre agrupaciones con trayectorias diversas, pero con el mismo objetivo: fortalecer el arte en Manizales. «Es un grupo de personas y compañías que, en algún momento, decidimos unirnos para llevar a cabo proyectos en común», explica. Aunque la composición de la Ruta ha variado con los años, el compromiso de sus integrantes se ha mantenido firme. «Los grupos van y vienen, pero quienes seguimos aquí hemos construido un camino que beneficia no solo a nosotros, sino también al público que nos acompaña», agrega Tuto.

El Día Internacional del Teatro en Manizales: una celebración sin apoyo gubernamental

Cada 27 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional del Teatro. En Manizales, esta fecha ha sido históricamente impulsada por la Ruta del Teatro y otras organizaciones escénicas. Sin embargo, a pesar de existir una resolución del Concejo de Manizales – El acuerdo 0896 de 2016 – que reconoce esta celebración, el apoyo institucional ha sido mínimo o inexistente.

Leonardo Vargas Escobar, director de la Fundación Cultural Actores en Escena, manifiesta que, aunque se ha intentado gestionar respaldo oficial, la respuesta de la administración ha sido siempre evasiva. «Este año nos han manifestado que no hay interés en celebrar una fecha tan importante como lo es el Día Mundial del Teatro. Nos dicen que la única forma de apoyo es a través de las iniciativas culturales, lo que inhabilita a los grupos para otras convocatorias y además no garantiza que la fecha sea reconocida adecuadamente», explica Vargas.

Ante esta situación, la Ruta del Teatro ha decidido seguir adelante con la celebración por cuenta propia. Del 18 al 30 de marzo, las compañías organizadas realizarán una programación especial en sus salas con funciones a una tarifa accesible de $10.000 pesos, para que el público pueda disfrutar del teatro sin barreras económicas. «Con o sin presupuesto de la administración, tenemos que hacerlo, porque es nuestra responsabilidad como oficiantes del teatro», enfatiza Vargas.

Piedad Jurado, directora del grupo Tich, cuestiona la falta de coherencia en la política cultural de la ciudad. «Manizales se dice que es la ciudad del teatro, pero cuando uno ve las condiciones reales del sector, se da cuenta de que el apoyo es más retórico que efectivo. ¿Toda esa gente que dice que ama el teatro y que va cada año al festival también asiste a las salas independientes? Esa es la verdadera pregunta», señala.

Uriel Giraldo Álvarez, director de la Sala de Teatro El Escondite, refuerza esta idea y recuerda que el teatro en la ciudad tiene raíces mucho más profundas que el Festival Internacional de Teatro. «El teatro de Manizales no surge porque exista el Festival. Este surge a finales de los 60 porque ya existía un movimiento teatral en Manizales y en Latinoamérica, especialmente el teatro universitario. Pero los que hacen teatro todo el año son las salas independientes, donde se presentan montajes locales, nacionales e internacionales», afirma.

Un llamado al público: llenar las salas es apoyar el teatro

David Carmona, director de Los Chicos del Jardín, es claro sobre la responsabilidad de la administración, pero también del público. «El problema no es que no lo celebren con nosotros, ellos no están obligados a hacerlo con la Ruta del Teatro, pero sí están obligados a celebrarlo. Es un acuerdo oficial, y el Estado tiene la responsabilidad de velar por la cultura».

Ante la indiferencia gubernamental, la mejor forma de respaldar el teatro es asistiendo a las salas. Cada butaca ocupada es un voto a favor de la continuidad de la escena teatral en Manizales. «El teatro sigue vivo porque hay quienes lo hacemos a diario, pero también necesitamos que el público lo reconozca y lo apoye con su presencia», insiste Carmona.

En un año donde la Ruta del Teatro también tomará una posición más firme en la exigencia de políticas que dignifiquen el oficio teatral, el mensaje es claro: Manizales solo será realmente la ciudad del teatro si el apoyo va más allá de los discursos y se traduce en acciones concretas. Y mientras eso sucede, la mejor manera de sostener el teatro independiente es llenando las salas, disfrutando de las obras y reconociendo el trabajo de quienes, contra viento y marea, siguen manteniendo viva la escena teatral de la ciudad.

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